El auto rodaba veloz  sobre el mojado pavimento, un río negro que  reflejaba las luces de la noche.   Edrick   se dirigía de prisa al aeropuerto,  sus manos cubiertas de  anillos de oro y plata con diseños  personalizados  cubrían sus dedos,  esa noche no   utilizaría  chofer,  su hija   Cara   se encontraba semi dormida en el asiento del lujoso   auto mercedes,  el último atentado  estuvo a punto de  arrancar la vida de ambos.    El   avión partiría a las  doce de la noche, la enviaría a un reconocido internado en Escocia, la  contempla  desde su espejo retrovisor y sonríe ,  era la viva imagen de su madre, una   bella  bailarina  de uno de sus clubes más exitosos,   se decía que  huyó dejándole  aquella  pequeña rubia de dos años de edad  a la  que  su padre  amaba profundamente.
La despertó con gentileza mientras le  llamaba por su nombre

— Cara, Cara es hora de tomar el vuelo.

— La niña suplicó  por última vez,  no deseaba irse de su lado.  ¡Por favor papá, no me alejes!

El   elegante  hombre abraza a su hija con fuerza ,  sería  uno de los más cálidos recuerdos de la niña  durante sus  solitarias noches en aquel   lúgubre internado.   Las vacaciones  eran la época más dolorosa para ella,  el  personal y el alumnado se   retiraron  a sus casas, sólo   permanecía  el   necesario para el mantenimiento del sitio y un tutor a  cargo de los pocos alumnos que quedaban dentro de la escuela.  Con  impaciencia solía esperar la llamada de su padre,  éste   le había ofrecido que durante las navidades  una importante cantidad de dinero  sería dirigido a su cuenta  personal,  como premio  por sus buenas notas y comportamiento.  La niña   era ambiciosa,  deseaba  cumplir  su sueño de seguir los pasos de su padre y  con el tiempo abrir su propio club.  
 Ella solía visitar con su padre dichos  centros durante el día, coordinar con los empleados,  sacar las cuentas  y    verificar la apariencia de los negocios  era uno  de sus   eventos favoritos.  Incluso llegó  a   llevar las cuentas de varios de ellos, pues la joven  poseía una inteligencia superior a lo normal  en cuanto  a números   se  refería.  No conocía a niños de su edad,    durante su periodo escolar los chicos no se acercaban, ella era Cara   Sander,  Princesa de la Mafia, hija de un reconocido  capo, dueño de innumerables clubes y casinos,  y su madre una bailarina de uno de esos centros que la abandonó , su linaje    lucía bastante comprometido  dentro de  esa escuela privada  con    gente de  alta alcurnia.  Ninguno de los niños se metía con ella,   simplemente la evitaban como a la peste.

Faltaban unos meses para  su cumpleaños número veinte,  la belleza  de su madre  era    su marca de presentación, un cuerpo alto, atlético, piernas largas,  cintura pequeña,  busto  turgente,  los compañeros que la  evitaban durante su niñez olvidan por completo  las órdenes de sus padres de acercarse a  ella y la invitan  a salir con frecuencia.  Ella  acepta, le gusta bailar hasta sentir que su cuerpo  ha eliminado  todas sus preocupaciones y  ansiedad que se acumulan  durante la semana.  De carácter gentil y  tranquilo  disfruta  de la compañía masculina,    un sentido de pertenencia que venía años atrás cuando  solo era rodeada por  miembros del personal de su padre.  Los chicos  parecen disfrutar mucho de su compañía, de su humor algo peculiar,   de las historias de lo que sucedía en    aquellos  clubes    nocturnos presididos  por su  padre.   Las peleas que pudo  presenciar   cuando su  poderoso progenitor era invitado a  la ceremonia de  inauguración de uno de esos sitios;   la sangre  manar del rostro  de los hombres  que luchaban  entre ellos,  la sensación  de adrenalina  al ver las poderosas navajas  con las cuales intentan  acabar   con  la vida de su  rival, hasta que su padre interviene  gritando : ¡Basta¡    Su  poder  era  inconmensurable,  una de las cosas que soñaba con obtener, ver  a su  padre levantarse  en medio  de aquella  babel y  simplemente  todo volvía a la calma con una orden suya,  lo admiraba profundamente.  Era su norte a seguir,  nunca cuestionó   el abandono de su madre,  el personal a cargo de   velar por  la  seguridad de  aquel singular capo  le   relataba  que su madre   era muy joven cuando nació Cara ,  sus pies tenían alas le    decían riendo, y no pudo cuidarle  más.  Ella   tenía un profundo afecto hacia uno de los más férreos guardianes  de su padre,  Bill  Caballo Salvaje,  un   miembro de la tribu sioux  al que su padre contrató desde su juventud,  se había retirado cuando ella fue enviada al internado,  su padre le  dijo que había vuelto a su tierra en Colorado.  Bill  ocupó el    segundo  lugar entre los afectos más  intrínsecos   de la niña.   Probablemente por ello,  Cara solía comportarse   con un aire masculino durante sus  salidas,   los chicos  habían recibido sus rechazos,  pese a ello les encantaba  de cierto  modo  el poder tenerla cerca de ellos en sus salidas a los clubes nocturnos donde  disfrutan del baile  hasta el amanecer.   Preferible    el tenerla como compañera de   juergas a no poder acercarse a aquella  diosa de cabellos  rizos. Cuidaba con esmero  sus reglas,  no  tomaba, no usaba ningún tipo de estimulantes  porque   el cumplimiento   se convertía en oro  al respetarlas.  Durante  una de dichas  incursiones  un   cazador de talentos le ofreció participar  en un   evento  de modas    presentando  una colección de ropa    estilo   étnica,  tres  meses y   miles de dólares  caerían  en su cuenta  personal,  además cubriría  parte de    la temporada de vacaciones, no tendría que quedarse dentro de la escuela.  Sería algo  bueno recorrer Europa  antes del regreso a casa, lo cual añora profundamente.

Recorrió   capitales junto a hermosas modelos,   se sintió cómoda entre aquel  grupo de bulliciosas    chicas,  el éxito en la gira fue inmediato,   su   estilo relajado y una   perenne   sonrisa  en su boca la hizo  resaltar entre  el resto de bellezas.  Dentro de  su país  una revista    amarillista  detalla  la  gira   de la joven con fotos de los desfiles   en tanto comienzan a   llamarle  la Princesa de la Mafia, título correspondiente por ser la hija de aquel poderoso hombre.

Fotos tomadas dentro de una discoteca  junto al grupo  de compañeros,  los  desfiles,   su   llamativa belleza  la colocan en el centro  de la polémica.  
Uno de los hombres asignados a la investigación de Edrick    Sander  hace  llegar el pasquín  a la oficina de su jefe  Noah  Williams.   Este lo tomó  despectivamente preguntando:

—¿ Qué es esto?  ¿ Tiene que ver con nosotros?

— Claro,  mira la portada,   esa despampanante  chica  es la hija de Edrick, el hombre a quien investigas, le dijo su colega mientras tomaba su café.  Es una belleza,  lástima que   pertenezca a ese mundo.

El  sujeta  la revista,   abriendo   las páginas para encontrar a la bella desfilando,  en verdad era preciosa,  luego    contempla  con detalle  las  fotos de la discoteca, una mesa   repleta de botellas de licor,  solo chicos y ella   cual si fuese en verdad una  princesa en medio de su corte de pretendientes,  no  supo explicarlo, pero    eso le molesto.  Sería una  verdadera pena que una chica tan joven  perdiese su camino. Guardo el pasquín en su escritorio,   cada noche antes de marcharse de la oficina    lo saca de su sitio  y admira a la bella   joven .  Es   preciosa  y mucho,  su rostro    conserva  aún   algunas de sus facciones  de apariencia infantil, su sonrisa  tatuada en sus labios…    sus  ojos  mirando  retadoramente  su entorno. 

Respira  con fuerza,  su novia  Ari  le esperaba, irían a tomar unas copas.   Era una mujer de aspecto agradable,  tenían  tres años de salir juntos, seis meses atrás  se  comprometieron,  aún no  logran definir  la  fecha  de su matrimonio,   ella realmente estaba enamorada de aquel apuesto fiscal  de  cuerpo atlético y altura impresionante,  su rostro masculino parecía ser tallado por los dioses, practico basquetbol  en su época de secundaria,  sus ojos   verdes profundos y  melancólicos  formaban parte    de su atractivo,  dentro de su oficina   era conocido como el tipo mas sexi  de la corte,   el sonreía,   eso  apenas le molestaba, su misión radica en acabar    con hombres como Edrick Sander,  mafiosos destinados a producir  millones de dólares con    las debilidades humanas,  uno  de  estos personajes  mató a su padre cuando  él   era un  adolescente ,  por lo que   conservó   este dolor para poder  convertirse en uno de los más  poderosos  fiscales del país,  su   cruzada consistía en acabar con    las fechorías de estos  corruptos   mafiosos.  Era un lobo que no soltaba su presa.   Y ahora enfilaba  su cacería  hacia este sujeto.

Cara    recogía  sus pertenencias,    en seis horas debería presentarse  en el aeropuerto,  se despidió   con un suspiro  de la habitación  del  internado.  Su figura  atravesando el enorme vestíbulo de la prestigiosa institución   reflejo  en sus enormes ventanales a la chica de porte real,  caminando    con seguridad,  arrastrando  su   equipaje,  terminaba una etapa de su vida, esperaba de corazón que la próxima  no fuese  tan solitaria  como ésta.
Su padre le envió un mensaje,  no podría presentarse al aeropuerto, media docena de periodistas del espectáculo  estarán  dentro del aeropuerto   esperando  su aparición,  su chofer  la  traería a casa.
Cara suspira con algo de  fastidio ,     espero  por su equipaje  y  se encamino a la salida, un hombre  de traje negro portaba  una  pequeña bandera   con     el  símbolo de sonría, una vieja broma entre su padre y ella; no  había ninguna duda  era el   enviado.  Ella  saluda amablemente,   en cuanto el hombre  sujeta en sus manos  el equipaje  varios periodistas se acercan  a ella.  
Cara mira  alrededor, si pretende salir huyendo mientras su   guardaespaldas   la protege , sería mucho peor,  de nuevo  da  un respingo de  fastidio  y se detiene  ante ellos,    en un perfecto inglés  les  consulta:

—¿ Disculpen,   en que puedo servirles?

— Eres tú  la hija del Rey  de la Mafia,  Edrick Sander?

— Con una atenta sonrisa contesta:

 —Si, mi padre es el señor Edrick Sander, lo de rey es nuevo para mi, lo siento….  Traigo un   jet lag   demasiado fuerte, quizás podamos vernos en otra ocasión. Y  sin volver la vista  les dejo atrás.

No lejos  se encuentra    Noah Williams ,  no se perdería la llegada de  aquella beldad,  un olor   sutil  y delicado     impregnaba el aire.  Era una chica distinguida y educada,  su acento  se debía  a los ocho años  en  aquel  internado,  incluso los periodistas se vieron sorprendidos…  a decir verdad él lo estaba.
El abrazo de su padre   al llegar a casa fue preciado, Cara lo devolvió con la misma fuerza.

— Iremos a cenar,  invitó él.

— Oye papá, desde cuando eres  el rey  de la mafia,  quiero los detalles.  Dijo  con una   sonrisa pícara.

— Mira, la gente necesita alimentar la fantasía, quién mejor  que yo para   eso.  Necesito que descanses un par de semanas, tengo  una misión muy importante para ti,  si la cumples  con éxito  te daré  la cuarta parte de mi fortuna ahora,  para lo que desees,  no voy a interferir  en cómo  la gastes o utilices. Será toda tuya.  Los ojos de la chica brillaron con codicia.

— Te conozco  papá,  debe ser algo muy grande lo que traes  entre manos,  no eres un botaratas,  tu  dinero nunca te  ha estorbado,   eres el que usa el refrán  aquel   el    dinero se respeta  de otra manera se puede enojar y largarse….

— Aún recuerdas mis  refranes, dijo riendo.

La noche    transcurrió   veloz para ambos,  tenían tantas cosas  que contar.  
Los días siguientes su padre  le llevó a almorzar a sus sitios favoritos,   relatan  sus anécdotas, reían  como cómplices,  una semana después durante una cena  Cara disparó a mansalva la pregunta:

— ¿Puedes  decirme de qué se trata toda esta preparación?  Eres atento,  pero  esta vez intuyó una segunda intención en todo esto.

Edrick parece no desear   responder de inmediato,   colmó   de nuevo sus copas de vino.  Necesito valor para proponerte mi trato,  expresó  con la cabeza baja.

— Si se trata de ejecutar a alguien, olvídalo, soy mala con las armas. Replicó Cara  con sarcasmo en su voz.

— Su padre rió.  Tú sabes que  no suelo involucrarme  en esos negocios.  Suspiro con fuerza diciendo,  sabes Cara que te amo profundamente y…

— Te vas a casar, tendré   madrastra, eso  era todo, te has tardado. Réplica con sonrisa mordaz.

— No hija,  no se trata de eso…

— Oh por Dios, descubriste a tu edad que tienes otro tipo de preferencia sexual, no seas tímido padre, soy de   mente abierta, aceptaré tu decisión.

— Cara, Cara, le dijo con seriedad¿ Quieres solo callarte y   dejarme hablar?   Tú  eres mi  hija querida,  sabes que soy hombre de familia,  pero tengo un sueño   grande como una montaña,  deseo  un heredero,  sé  que tú  no deseas verte inmiscuida  en mis negocios,   me lo has dicho desde que tenías  diecisiete años   que nunca te casarías…    creo  entender tus razones,   pero   quiero  ver si es posible lograr  ese deseo por medio  de  ti,  quiero  un nieto,   legalmente  será  mi hijo, no    debes asumir  responsabilidad   alguna   en su crianza, podrás verlo como tu hermano pequeño…

Ella lo observa  con rostro sorprendido.

— Me has  dado dinero  anualmente como premio  para  que no me inmiscuya  con chicos y ahora  me pides un nieto…Has perdido la razón.  Si me hubieses hablado de ello hace unos meses te hubiera traído  una buena marca escocesa…   un pretendiente perfecto,  incluso  hasta con título nobiliario…

— No Cara, ya tengo al candidato perfecto,  sé que eres  muy bella, pero ese hombre será un verdadero reto,  me gusta su carácter,  es  leal,  incorruptible,  de buena estirpe,   desgraciadamente   su padre fue asesinado por  unos matones  del gremio, cuando el poder  se basaba en la brutalidad,  ahora es diferente,  puedes  ser  el mejor sin necesidad  utilizar la violencia extrema,  pero eran otros tiempos,  por lo que el  tipo  detesta  todo aquel que aparente estar en negocios sucios…

— Nuestro  apellido  le espantará  probablemente, dijo pensativa…

— No solo eso,   es un hombre de palabra, está comprometido,  nunca tendría una aventura  por ahí,  ni siquiera con la beldad de mi hija.

— Bien, eso me suena a misión imposible,  por eso me ofreciste  la cuarta parte de la fortuna, ¿ Para que me lo cuentas si  de antemano sabes que será sumamente difícil de lograr?  Replicó un tanto molesta.

— Por supuesto que  podremos hacerlo, pero no será a la manera tradicional, la seducción será un arma inútil en este caso.  Usaremos  ciencia y drogas  de última generación.

— La mirada de Cara muestra  sorpresa. ¿ What? ¿ De  qué hablas?

— Te prepararemos, tengo un equipo completo de colaboradores,  tendrás tu  ginecologo, medico de cabecera y los chicos que me ayudaran a efectuar  el plan.  ¿Simplemente  debes decirme si estás de acuerdo o no?

Ella  solo musitó…  equipo médico…  las dudas   aparecieron, pero la ambición rebasó   sus  límites. Bien, acepto.  Sólo tengo  una condición, si el trabajo falla no lo intentaré otra vez.   Además si todo sale bien y logró    llevar a cabo la misión con éxito  quiero una  jugosa bonificación, debo asegurarme de obtener  lo que  deseo  antes de que nazca  tu heredero  nieto. 
Su padre sonrió, tomó su teléfono  dando las primeras órdenes,  ella empezaría su tratamiento  al día siguiente.  Una copa más  de vino  selló  el  descabellado   trato.
El médico especialista  la esperaba en su consultorio,  el plan a ciencia cierta   era simple, estimularán  sus ovarios para lograr que el día  del  hecho  ella  tuviera  los óvulos en camino,  además   van a procurar  cerciorarse que su vagina  no tuviera demasiada   acidez   para que  los espermatozoides con  el gen  XY   no sean eliminados,  Lo  cual haría que hubiese más posibilidades de concebir un varón. Al  hacerle un examen rutinario el médico le pregunta  si desea   eliminar su himen antes de la concepción.  Ella lo  observa   con curiosidad preguntando el porqué.  La respuesta fue  corta y directa.
La penetración del sujeto podría causar dolor y un poco de sangrado, sobre todo  porque él estará  bajo  el potente efecto  de esta droga,  lo  que le impedirá  manejar  su   fuerza y…

— No , no deseo saber nada más,  si necesito saber algo más lo preguntaré…. Diablos ,pensó ,  la ambición  me ha metido en un atolladero.  Piénsalo   Cara, se dijo, todavía es tiempo de dar un paso atrás, el dinero no lo es todo en la vida…  oh qué dices,  comenta eso con  alguien   que no lo tiene y  te golpeara,  además viste  la cara  de tu padre iluminarse ante la idea de un varón que   pueda perpetuar  su  linaje… Su monólogo     termina,  las dudas  aún asaltaban   su determinación.

Ese día su padre le citó a la oficina,  sacó un expediente de su escritorio  y lo colocó    frente a Cara. Creo que al menos mereces saber como es el tipo, le dijo.  Ella tomó el expediente,  realmente el hombre  era muy atractivo,   era  bastante mayor que ella,    tenía    treinta y dos años,  lucía  bien.  Su padre le dijo que el  plan se llevaría a cabo    dentro de dos días, ella debería estar lista.  Su corazón latió de prisa.  El miedo comenzó a  anidar en sus pensamientos.  Todavía pensó  que tendría tiempo de retirarse cuando la introdujeron  al departamento del  sujeto,  dos puertas más allá el equipo    compuesto por el médico  ,  dos ayudantes  y una enfermera   serían los encargados de preparar su  extracción.  
 Debía quitar sus ropas y  meterse a la cama  de  la supuesta víctima.  Uno de los hombres  más expertos de su  padre  en  defensa personal esperaba al renombrado  fiscal  con la jeringuilla en su mano.  La acción fue sumamente rápida,   al entrar a su  departamento  sin poder siquiera reaccionar Noah    sintió el pinchazo en su cuello,    su cuerpo  empezó  a adormecerse,  fue arrastrado  hasta la cama donde Cara esperaba.    El  cómplice  salió  inmediatamente.

Cara notó algo asustada como él empezaba a sudar copiosamente,  luego la  contempló con curiosidad,  era la chica   en aquel periódico , la misma que    estaba en el aeropuerto,   acarició      el  rostro   de Cara  con suavidad,   tenía  su olor,  un olor que   inundaba  el aire   de un  dulce aroma.  Frente a él,  con una   diminuta  ropa interior que apenas la cubría   se encontraba  la chica  del pasquín amarillista,   la  que  alimentaba sus sueños  de pasión.  Sus instintos se disparan , como si   no estuviese en sus cabales.  Cara lo  contempló  con temor,  él   arrancó  su  elegante traje de oficina, lanzó sus zapatos y medias a un lado  e inició con el ritual que parecía quemar    su  sangre.    Era un macho en celo que  no respetaba límites en su  desesperado  intento por  satisfacer su necesidad de ella.  Momentos después   Cara se arrepentía de   haberse negado al procedimiento  ofrecido por el médico,    en cuanto  él   tomó  posesión  de aquel joven  cuerpo,    ella  intenta  detenerlo ,  suplico a su oído que fuera un poco más gentil,  que  no la lastimara, sus palabras cayeron al vacío,  los besos apasionados de aquel hombre apenas le dejaron respirar.  La noche se le hizo  larga,  llena de ansiedad esperaba que aquel   lobo en celo descanse  para poder huir de la trampa  en que había caído.  Ante los primeros rayos de sol  ella  sujeta  una sábana para cubrirse, él parece estar  desmayado sobre  el lecho,   Cara  sufría   los efectos  de esa noche,   a duras penas podía caminar,     se aproxima a la puerta    donde el médico y los hombres de su padre la esperaban  junto a una enfermera  que fue la encargada de vestirla , las cámaras de vigilancia en  la entrada a los departamentos mostraron   a una chica que era llevada a rastras por otra mujer y un hombre, su rostro    fue ocultado.