Lilith la Reina de los Vampiros
// Parte 2 //
Lilith se arrodilla besando la hierba con agradecimiento y devoción a su madre. Miró al ave diciendo, tengo hambre,¿ Has visto alguna presa por aquí?
El búho emitió su sonido característico y despegó majestuosamente hacia el aire. Ella lo siguió, las figuras lucen impresionantes en el oscuro cielo, de pronto el ave se dirigió a un punto que parecía moverse con rapidez, ¡era un conejo! Lilith planea delicadamente sobre el animal sin hacer ruido, tomándolo del cuello. De nuevo en la caverna dispuso de la presa hábilmente, sobre el fuego luce tentador, un manjar exquisito que compartió con su nuevo amigo. Luego se retira a descansar. El búho giró su cabeza hacia la entrada, la dual entendió; el vigilaría.
Estudiante incansable tomaba nota de cada uno de los pasajes donde se describen las aptitudes y puntos débiles de cada uno de los dioses y diosas del inframundo; mañanas de lecturas, tardes de entrenamiento tenaz, noches de caza; los días transcurrieron veloces. Ella lo notaba en la aldea, en el cambio surgido, ya no eran unas cuantas chozas desparramadas por las colinas; contempló a sus perseguidores morir, a sus hijos tomar su lugar ; vería con asombro cómo un coche sin caballos recorría las calles del lugar. La caza de animales silvestres debió ser reemplazada por corderos y gallinas. Todo cambiaba a su alrededor, excepto ella. Una noche escucha a un pequeño llorar de manera angustiosa. Se acerca hasta la habitación, entra por la ventana, acercándose sigilosamente a la cuna del niño; lo contempla con tristeza, su aura mostraba una niebla gris, moriría dentro de poco tiempo; intenta que el dolor no fuese tan intenso, derramando una bendición con su mano; en aquel momento la madre llegó, encontrando aquella hermosa mujer de fantasmal aspecto, vistiendo ropajes de la antigua aldea. El grito de espanto no se hizo esperar, pronto Lilith se encontró rodeada de familiares que intentaban alejarla de la cuna; el padre dispara hacia la extraña presencia. Lilith observó con sorpresa aquel trozo de metal que lanzaba bolitas negras a su cuerpo; la rapidez de sus movimientos impidió que alguna de las balas la atravesase. Salto fuera de la ventana, allí desplegó sus alas entre los gritos de alarma de los presentes. Una nueva historia surgía a raíz de esto; la hermosa pero malévola vampiro que acechaba a los niños del pueblo con el fin de devorarles.
Llega alterada a su refugio:
— Maldita sea amigo, decía a su búho Rire. Solo quería aliviar el dolor de ese bebé. Dijo con tristeza. A partir de ese momento sus incursiones se llevaron a cabo fuera de los lindes del pueblo.
La vida transcurre plácidamente para la joven ermitaña; esa mañana de marzo, el frío al parecer ha llegado a su fin ; pequeños abejorros anunciaban la llegada de la primavera; Lilith concluye de leer el Libro de los Mil Espejos; en referencia a magia antiquísima usada por los dioses; consistía en desdoblar el área alrededor del practicante en una diversidad de dimensiones de tiempo y espacio, permitiendo estar en diversidad de sitios a la vez. Anoto cada una de las indicaciones en su libreta de estudio. Lo intentará más adelante. Un sonido de voces da la alarma. Corrió hacia la fuente burbujeante, allí contempla cómo un grupo de modernos espeleólogos ingresaba a su santuario.
Envió a Rire a espiar a los intrusos. Impedirá que puedan llegar hasta la gruta donde yacían los más preciados tesoros de la ciencia oscura , los humanos no debían obtener el conocimiento mágico que se encuentra en el lugar. Corre al primer pasadizo, allí toma con fuerza una palanca que sobresale del muro, bajándola con premura. Un sonido chirriante anticipa un fino polvo proveniente de la parte superior del techo de piedra. Una enorme muralla cerraba el paso a este sitio; Lilith sabía que eso no sería suficiente, sería cuestión de tiempo para que los científicos lograran su cometido e ingresaran al sagrado lugar. Era momento de pedir ayuda:
— Los hombres invaden el santuario madre¿ Qué debo hacer? Pregunta frente al manantial
Una tibia calma lleno su corazón. La voz de Gaia inunda el espacio a su alrededor :
—Pronto estarán contigo dos aliados, escucha tu corazón, actúa con sensatez. ¡Cuídate amada hija!
Ruidos exteriores circundan la caverna; pronto estarían profanando el lugar. Un sonido reclama su atención; una figura esbelta y varonil sale de las aguas, su desnudez turbó por un momento a la semidiosa, era un espécimen bello. De altura promedio , junto a un aire juvenil, atlético, el rostro del joven era hermoso; rasgos orientales, ojos marrones y un cabello lacio, atado en una pequeña trenza terminaban por darle un aspecto atractivo. El joven la mira retadoramente mientras ella recorría palmo a palmo con su mirada aquel hermoso cuerpo.
—¿Emh, puedes dejar de mirar ? ¿Como habrás notado he tenido que dejar mis ropas, no es seguro viajar por el agua con un hábito de monje.
Lilith se ruborizó, enviando su mirada a un rincón de la caverna.
—¿Quién eres? Preguntó
— Gaia me ha enviado a ayudarte, soy un naga, podemos combinar nuestros poderes para aislar este trozo de tierra sagrada. Contesta el joven
—Cómo lo haremos, aun no domino la magia de los mil espejos. Responde Lilith preocupada
El rió sin disimulo.
¿ Crees que no estás lista? Tienes cerca de trescientos años en este lugar, es hora de poner más confianza en tus habilidades. Responde el naga mientras desata un pequeño atado con sus ropas y se viste de prisa.
—¿Cómo sabré si son suficientes para detener a esos exploradores? Inquirió Lilith de nuevo
—Ven, dijo mientras la tomaba de la mano y la guía hacia el salón interior; esperaremos por una aliada .
No terminaba de decir esto, cuando un destello invadió parte de la biblioteca, una figura de tamaño minúsculo giraba junto a un grupo de pequeñas estrellas y polvo dorado. Deria terminó de danzar , mirando con curiosidad el sitio en el que se encontraba .Luego poso su vista en el naga.
— Oh, eres tú, dijo con algo de desprecio en su voz. Creí que madre Gaia sabía acerca de nuestras diferencias y no nos enviaría a trabajar juntos de nuevo.
— ¿ Antes o después de enviarle aquel mensaje lleno de quejas y suspicacia en mi contra…? Pregunta el naga con molestia.
— Oh siento haberte ofendido, decía la pequeña sílfide dando vueltas alrededor de Prisio.
Lilith por su parte les miraba con atención. Era un minúsculo personaje aquella mujercita vestida con pétalos y sedas que cubrían su cuerpo, a cada movimiento aéreo de la ninfa, polvo dorado se desprendía de ella. Por lo visto se conocían , eso hacía más interesante la observación de aquel extraño dúo enviado por su madre. La alerta que trajo consigo Rire hizo que el grupo mirase el búho que llegaba agitando con fuerza sus alas. Trae noticias poco alentadoras. Los hombres que exploraban el sitio han solicitado herramientas para horadar la primera muralla que daacceso a la biblioteca de los dioses.
—¿Qué haremos? preguntó Deria.
Lilith , con un dejo de molestia en su voz , dijo:
— Creí que ustedes lo sabrían ¿ han venido a ayudarme, no?
Deria la observó con furia, levantando su diminuta mano , dispuesta a lanzar un hechizo a la desafiante chica .
—Calma, pidió Rire. Debemos trasladar este sitio a un plano diferente…
—Te refieres a utilizar la Magia de los Mil Espejos, preguntó Lilith un tanto asustada
— Por supuesto, esa es la solución perfecta, dijo la sílfide. Es hora de probar tus dotes querida, dijo mirando retadoramente a Lilith
Lilith contestó nerviosa , Ustedes no entienden, es una magia muy poderosa, no sé si podré lograrlo , no he practicado lo suficiente..
El naga la miro a los ojos:
— Eres Lilith, escapaste de tu destino, has retado a dioses y hombres, esto es solo una pequeña parte de lo que será tu vida, confía en ti. Es hora de hacerlo, Deria y yo trataremos de detener al grupo de exploradores… vamos, orden{o a la sílfide.
Esta lo mira desafiante diciendo:
—¡ No te atrevas a darme órdenes! ; ve a buscar todas tus ropas, detesto pelear junto a un naga semi desnudo, dañará la buena imagen que rodea nuestra estirpe de guerreros mágicos.
Prisio suspira con desgano, esa pequeña hada realmente lo sacaba de sus casillas. Volvió hacia el cuarto del manantial; tomó el resto de sus ropas, un sari de lino oscuro, se encuentra listo. No porta armas, para su raza está terminantemente prohibido. La destreza e ingenio eran sus atributos estrella. Además de sus fantásticas cualidades como guerrero experto en artes marciales.
—Vamos, dijo a la sílfide.
— Iré por los dioses y mi puXX gana! Reclamaba Deria volando delante de él, insultando al naga de manera apenas audible.
En cuanto salieron del lugar, Lilith se concentró en la Magia de los mil Espejos; una de las más difíciles de llevar a cabo; esta abre las puertas dimensionales entre el mundo de los hombres , el inframundo y el supramundo. Ninguna debería cruzarse o interferir con la otra. Era un tejido de cuerdas; un solo error traería consecuencias funestas para el equilibrio de las fuerzas en estos mundos. Esta magia ancestral solo podía ser ejecutada por dioses muy poderosos y experimentados. Lilith da un suspiro. Era su momento. Una varita de arce fue el instrumento para hacer un círculo a su alrededor. Luego concentra toda su energía en abrir los portales adyacentes a la caverna, su cabello se torno rojo fuego, lentamente sus alas se abrieron, despegando los pies del suelo, extendió sus brazos girando lentamente alrededor de lo que era el refugio secreto de todo el conocimiento acumulado por los dioses, esa magia oscura tan poderosa no podía caer en manos de los hombres. Un cántico salió de su boca:
Abre las puertas de los mundos que esperan..
Abre las puertas de los oscuros mundos
Abre las puertas del cielo y el infierno
Un ligero temblor de tierra empezaba a apoderarse de la montaña. Lilith cierra sus ojos
Mil espejos, mil caras , mil sitios…
El hombre jamás encontrará el nuestro
Mueve la magia ancestral
Un nuevo portal se abrirá
No permitas que la ignorancia y la codicia penetren el
hogar de los Secretos Oscuros…
Cerró sus manos con fuerza, profiriendo un aplauso tan sonoro que hizo temblar las montañas. Sus ojos se abrieron lentamente, sus pies se posaron sobre el suelo. Sus alas cerraron produciendo una tenue brisa. No sabía si su cometido estaba cumplido, la pared que impedía el paso al sagrado lugar no estaba allí. Su cuerpo siente un leve escalofrio, y si en vez de trasladar el sitio a una nueva dimensión, lo hubiese dejado abierto a aquel grupo de exploradores. ¿Tendría que luchar con ellos? Toco la daga en su cintura, dispuesta a no dejar testigos que informaran al mundo de aquel lugar. Corrió hacia el manantial. Desde allí tendría una mejor idea de lo sucedido. Cuando sus ojos se posaron en el agua, una sonrisa pobló su cara. Lo había logrado, los hombres horadaron aquel muro solo para encontrar una oscura y vacía caverna.
Un sonido de voces discutiendo acaloradamente llegaba junto a ella
—Te lo dije, exclamó con satisfacción el naga. Lo lograste.
Deria sobrevoló el lugar, luego dijo con algo de ironía:
— Ahora debes cerciorarte de que todos los pasajes estén cerrados…y de paso buscar un sitio nuevo para vivir… has traído el tesoro hasta los mismos dioses, estamos en el supramundo. No creo que desees estar cerca del Gran Padre, estoy segura que no tardará en enviar a RuAr por ti.
— Es cierto, dijo Prisio, estoy de acuerdo con la pequeña molestia, dijo mientras miraba a la sílfide. Debemos viajar a la tierra, de otro modo los vigilantes nos detectarán en cuestión de minutos…
—¿Hacia dónde nos dirigiremos? Pregunto preocupada Lilith
— Oh, vamos niña, dijo Deria, has vivido cientos de años en este lugar, tú sabes acerca de la raza de los hombres más que nosotros, sus ciudades, sus costumbres…
—Sé que son crueles y despiadados con todo lo referente a la naturaleza…dijo el naga sentenciosamente.
— Bien dijo Lilith, debemos prepararnos. Rire, ve por el arcón que contiene oro y piedras preciosas, en el mundo humano será imprescindible. Deria, en el pequeño buró de mi habitación hay un libro de notas, tráemelo!
—Humm, humm, carraspeo la sílfide, acaso olvidas una pequeña palabra mágica… quizás si te dignaras a decir por favor…
—Lo siento, argumento Lilith, tienes razón, no debo olvidar mis modales, quieres por favor ir por mi libreta de notas.
Bien, contesta satisfecha la sílfide, creo que tú y yo nos entenderemos , mira y aprende sucio naga…
En cuanto Deria se retiró de la biblioteca, Prisio observa con ojos interrogantes a Lilith
Esta se encogió de hombros diciendo:
—No pretendo pasar toda mi vida peleando con esa cosita, dijo señalando hacia donde la sílfide se había dirigido.
Rire llega lanzando su peculiar sonido de alarma. Un grupo de vigilantes se acerca a ellos. Los dioses eran implacables. Lilith escogió San Francisco como base, la biodiversidad de su vida urbana los haría pasar un tanto desapercibidos. La sílfide voló sobre ellos usando su magia mientras Lilith señalaba con su dedo el sitio indicado.