
Podrás Perdonarme
// FINAL//
— ¿Estás segura de no querer hablar con tu padre antes del viaje al exterior? Preguntó su amigo
— Segura, obtendré más dudas que respuestas, desde niña obvie muchas cosas, confiaba ciegamente en él, desgraciadamente creces y pierdes esa inocencia… en verdad creo que padre ha hecho muchas cosas malas, lo que nunca le perdonaré fue servirse de mí con el fin de lastimar y hacer daño a alguien por tener el apellido de su padre. Fui su arma sin saberlo.
— ¿Les dirás alguna vez a tus niños quién es su padre?
— Ohh, espero que tú y yo hagamos un buen papel de cuidadores y nunca pregunten por eso, además ya te lo dije, el tipo no quiere saber nada de nosotros, su mundo se pondría de cabeza si se llegara a saber algo sobre mi y los niños.
—¿ Aún deseas que te acompañe? Preguntó Liam.
— Te lo he repetido mil veces, estamos demasiado unidos para separarnos, somos cómplices y lo seguiremos siendo hasta nuestra muerte, y si deseamos olvidarlo, estas marcas harán que lo recordemos de nuevo, dijo a ella mientras baja el tirante de su sostén de ejercicios mostrando su cicatriz junto a la mano marcada por la profunda cicatriz de las cuerdas que la ataban y arrancaron su piel y carne al momento de zafarse de ellas.
— Gracias por salvar mi vida ese día. Dijo Iam.
— Ella acarició el rostro del chico diciendo:
— No, gracias a ti por salvarme y a mis bebés. Sabes, le dijo de manera pensativa, la vida es extraña, mi padre juró que había escogido al mejor guardián para mi, pero fue quien me dió la espalda cuando más le necesitaba… sonrió con amargura, mientras un chico que limpiaba ventanas me salvó junto a mis bebés.
— ¿Cómo pudiste lograrlo? Mientras me golpeaba te vi herida, apenas podías sostenerte de pie…. pregunta Liam.
— Vi como ese maldito intentaba arrancar tu vida por protegerme, en ese momento no sentí el dolor de la herida ni de mis muñecas lastimadas mientras arrancaba las cuerdas con desesperación, recuerdo que una vez en un documental científico explicaron que una persona podía tener fuerzas incalculables cuando la adrenalina aumentaba dentro de su cuerpo,fue fácil tomar la decisión que tome, un cuasi extraño iba a dar su vida por mi. ¿ Crees que podré algún día olvidar eso? Míralos durmiendo tan felices, todo te lo deben a ti, lo sabrán por mi y nunca dejaré que lo olviden. Hemos hecho un pacto sagrado.
— Vamos por unas donas, estás haciendo que me ponga sentimental. Dijo Liam con una encantadora sonrisa.
El rostro de Noah se oscureció ¿ A que se referían con un pacto sagrado al salvarse la vida mutuamente? Lo único de lo que estaba seguro es que no se saldrían con la suya, deseaba a sus bebés a su lado junto a Cara. Después de lo sucedido descubrió que a su pesar se halla profundamente enamorado de la dulce chica, incluso terminó por darse cuenta que aquel pasquín amarillista con la foto de Cara rodeada como si fuese una abeja reina, le producía celos y deseos ocultos respecto a la hermosa joven.
Estaba demasiado confundido para tomar una decisión, cuando Cara le buscó en el hospital al verla solo pensó en lo que pensarían los demás ¿Qué pasaría con su carrera? La promesa hecha a su padre de perseguir a su supuesto asesino, eran demasiadas cosas juntas, sabía que la abandonó sin pensarlo siquiera, pero pasados esos meses su vida comenzó a convertirse en un infierno. Realmente la extrañaba.
Esa noche visita a Cara en su departamento, ella abrió la puerta, Liam se hallaba junto a los niños, el rostro de la chica se convirtió en hielo.
— ¿Qué deseas, has perdido algo? Pregunta de mala manera.
— Quiero conocer a los niños. Solo deseo verlos. Replicó con humildad en su voz
Liam hizo un gesto afirmativo, por aquí, le dijo mientras señala el camino a la habitación de los bebés.
— ¿Qué diablos haces, le dijo a Liam molesta? Ni siquiera debí dejarle pasar. Solo permitiré que los vea por unos minutos. Detesto este tipo. ¿Cómo nos encontró? Ni siquiera mi padre ha podido contactarnos.
— Quizás él tiene un motivo más poderoso, sonrió Liam .
— No empieces con tus tonterías, su misión en la vida es cuidar su carrera y cumplir la promesa que hizo a su padre. Se sentó en el sofá mientras Liam se hacía cargo de lavar el par de mamilas.
Noah entró a la habitación de los mellizos, el suave y dulce olor de los bebés recién nacidos impregnó su nariz, les miro con idolatría, eran hermosos, tomó a uno de ellos lo beso con infinita ternura, al colocarle de nuevo en su cuna éste mostró la marca de medialuna en el lado derecho de su cuello, sonrió complacido, era la marca de la familia Williams los varones eran los únicos en poseerla, al alzar el otro bebé la advirtió de igual manera.
Salió de la habitación, se sentó junto a Cara, mirando hacia la alfombra con gesto pesaroso le pidió disculpas.
— Siento haberte fallado, realmente estaba muy confundido, sé que no merezco tu perdón, a pesar de eso los niños son mis hijos, quiero conocerlos, compartir con ellos.
Ella miraba hacia la pared, luego dictó sentencia:
— Te lo dije una vez y te lo repetiré de nuevo, yo soy quien debería arrodillarse frente a ti pidiendo perdón, pero no lo haré, la vida se ha encargado de cobrarlo en tu nombre, debes irte, haz tu vida, solo piensa en ello como una terrible pesadilla, da las gracias por despertar y sigue tu camino. Me marcharé pronto, entendí que quienes te dan la espalda una vez podrán volver a hacerlo. Tienes raíces muy profundas, ninguna de ellas te conecta a mi, no debes sentirte culpable de nada, yo accedía a este funesto plan, recogeré mi propio desorden, quizás no te equivoques al decir que esto fue una larga y retorcida forma de venganza de mi padre, y que me usó para sus fines, no dejaré que lo haga más ni perjudique tu vida, eres el mejor profesional en tu campo, , prueba de ello fue encontrarnos, si lo hiciste tan pronto mi padre lo hará igual, será la última vez que nos veamos. Sé feliz y olvida lo que te impide serlo. Yo haré igual.
— Liam debemos movernos pronto, llevaremos lo esencial… dijo Cara a su joven amigo.
— Te ayudaré, conozco un lugar, pertenece a mi familia, no creo que tu padre pueda encontrarte allí. Intervino Noah
— Te advertí que no te metieras en esto, dijo ella con impaciencia. Que parte de no es tu problema pareces no entender.
— Lo haré por los niños, están muy pequeños para una vida nómada, deben recibir sus cuidados médicos y vacunas, debes pensar en sus prioridades. Respondió Noah con autoridad.
— Liam intervino, es cierto, él tiene razón, Rawdy y Ayreh necesitan cierta estabilidad, aún son muy pequeños.
Noah sonrió, eran los nombres escogidos por él, Rawdy significaba espíritu fuerte y Ayreh significaba fuerte como león había prometido a su padre destinar esos nombres para sus hijos cuando los tuviese. Y se lo había contado a Cara.
Cara sujetó el brazo de Liam de mala manera y le llevó a su habitación.
— ¿Oye, qué sucede? ¿ El tipo ya consiguió un amigo? Cuida tus lealtades, debes ser fiel a ellas.
— Entiendo tu molestia, por ahora mi única lealtad está con los niños, debemos ser cuidadosos, no deseo siquiera pensar que se nos puedan llegar a enfermar por ser cabezas duras. Respondió Liam con preocupación en su voz.
Ella no pudo contradecirlo. Salió de la habitación, aceptarían su ayuda.
El iría a casa por su camioneta, llevarían las cunas y lo que pertenecía a los bebés, la casa tenía todo lo necesario. Noah solicitó un permiso de dos semanas a su oficina , debía tomar una importante decisión. Empacó su ropa, estaría cerca de ellos durante ese tiempo y lo aprovecharía con creces, ella debía volver a su lado. El viaje se llevó a cabo en medio de un incómodo silencio, Cada cierto tiempo se detenían mientras ella alimentaba a sus bebés. Liam era el encargado de asistir a la madre y sus pequeños, luego pidió ser relevado, conduciría por algunas horas, el lugar se hallaba un poco lejos y Noah se notaba algo cansado. A partir de ese instante el fiscal estaría a cargo de sostener a uno de los bebés mientras era alimentado junto a su hermano. Mientras lo hacía pudo observar las pequeñas bocas de sus bebés tomar con devoción aquella blanca leche que resbalaba por sus labios , observó como Cara dejaba de ser una jovencita alocada y sin preocupaciones para convertirse en una madre dedicada, el hombre suspiró con fuerza, jamás la dejaría alejarse de su lado.
Al llegar observaron la enorme y señorial cabaña. Realmente era hermosa. Las montañas se dibujaban tras ella, un enorme lago se distinguía lejos de la casa, era un entorno gratificante, la sorpresa fue enorme cuando la familia de Noah abrió las puertas del lugar, el bullicio alrededor de los pequeños fue descomunal, cada miembro de aquella numerosa familia quería tomarles en sus brazos, el fiscal mostró la marca que lucían sus niños en la base del cuello y sus nombres fueron recitados con orgullo.
Cara estaba confundida, Liam la contempló y tomándola de la mano dijo con una sonrisa:
— Tus niños serán bendecidos con esta enorme familia, estarán rodeados de amor.
Ella sonrió a duras penas. La familia trajo víveres , dejando el refrigerador repleto de comidas preparadas para que dedicaran tiempo a los niños prometiendo regresar pronto. Cara les dio las gracias. En cuanto se fueron Liam escogió la habitación cerca de los mellizos , diciendo mientras llevaba su equipaje de mano a la habitación:
— Buenas noches, ah , he de advertir, no quiero ser despertado por peleas, recuerden que pueden incomodar a los niños, ahh lo olvidaba, tampoco quiero ser molestado por reconciliaciones ruidosas, recuerden que deben esperar un poco para hacer más niños…
Cara le lanzó un cojín de los sofás. Pequeño bastardo, dijo para sí.
Noah sonrió. Solo quedaba una habitación, tendrían que compartirla. Ella escogió el lado izquierdo, dormiría justo en la orilla de la enorme cama, Noah haría lo mismo, antes de dormir él la observó con devoción.
— ¿Sabes que he renunciado? No puedo estar lejos de ti y los niños, mi carrera y promesa a mi padre fueron cosas fáciles de abandonar, pero no puedo renunciar a ti. Le dijo mientras la toma por la cintura y la acerca a él.
La mañana invadió de luz la habitación, sus cuerpos estaban abrazados, el fiscal fue el primero en despertar, sintió la respiración rítmica de Cara, ella abrió sus ojos, sus rostros se acercaron, Noah empezó por besar su cuello y hombros, por primera vez notó la cicatriz, no comentó nada, seguro de que algún día sabría lo sucedido, beso la marca, luego se acercó a sus pechos, el dulce sabor de estos lo enloqueció, Cara no impidió el encuentro, estaba acostumbrada a su aroma, a su fuerza, a su forma secuencial de tomarla. Ambos emitieron un fuerte quejido de placer, hacia tanto no disfrutaban de sus cuerpos. Tomaron una ducha juntos, el llanto de uno de los bebés los alertó, el sonido de golpes en la puerta fue seguido de la voz de Liam reclamando a la madre para alimentar a los chicos, los cuidados y afectos hacia los pequeños príncipes ocupan la mayor parte de sus días. Noah se muestra complacido con su nuevo compañero de juegos, Liam y él solían ir a pescar al lago artificial repleto de truchas, y luego hacer una fogata para prepararlas, Liam se muestra complacido con su nuevo hermano mayor, disfruta la compañía de aquel tipo que de cierta manera le recordaba al hermano que siempre deseó y nunca pudo tener. Noah se halla tranquilo, el rudo e implacable fiscal adoraba a sus mellizos. Liam era un corazón limpio que poseía simplemente sentimientos puros y filiales hacia Cara, y ésta hacia él. Quizás lo veía como el hermano pequeño que nunca tuvo. El fin de semana, sin saberlo la joven, Noah realizó una cita con su padre, tenían mucho de qué hablar.
Cara apenas reconoció a su padre, se veía mas viejo y desgastado, éste se hinco ante ella en la gran salón de aquella casona, ella lo escuchó suplicar su perdón, negando cualquier tipo de asesinato violento. Ante aquella imagen Cara lo tomó de las manos y lo levantó, lo abrazó con fuerza diciendo:
— Eres mi padre, nunca guardaré rencor contra ti, te amo profundamente, sé que hiciste cosas que no fueron apropiadas, necesitas pedirle perdón al fiscal Sims, tu proceder con él estuvo repleto de segundas intenciones… Ahora ven a conocer a tus nietos, vive bien padre, necesito que ellos amen a su abuelo al igual que te amo yo, no seré un juez para ti, he crecido, solo me importa lo que debe importarme, y eso será igual para todos. Es hora de dejar ir el pasado padre, mira el futuro está aquí, le señaló mientras le mostraba a sus hermosos nietos.
— ¿Puedo presumir con ellos hija? Dijo mientras tomaba fotos de los pequeños.Tienen un aire a ti, y el color de los ojos de tu madre. Apuntó Edrick con una sonrisa satisfecha…
— Espero que no tengan tu carácter gruñón, le dijo Cara a Noah cuando éste y Liam entraban al comedor con la cena preparada, esa noche se abrió una botella de buen vino para celebrar la reconciliación de la familia. Cara sonrió, nunca encontraría la verdad absoluta, pese a ello se conformaría con un perdón y amor absoluto, miró a los tres hombres compartiendo, luego observó a sus mellizos, ohh, se dijo las fuerzas femeninas lucían disminuidas, cinco a uno no era un buen equilibrio. La llegada de Hanna antes de los dos años de matrimonio fue acortando la diferencia de fuerzas. Noah Williams había renunciado para ser el asesor legal de Edrick Sander, Liam se convirtió en el brazo derecho de Noah y de paso como decía Cara con cierto sarcasmo en su voz, vigilarán a su viejo padre impidiéndole hacer tonterías.
FIN
