Parte 2

Amelia

// FINAL //

Tartamudeo  al preguntar:  ¿Quién  eres? o  Qué eres?

—Soy  Amelia,  tenía cinco años cuando  me desperté de esta manera,  estoy encerrada  en la granja Miller,  no puedo  escapar,   ayúdame¡  Quiero descansar y encontrar a mi  familia.

Elijah  sacudió su cabeza,   era un hombre de carácter pragmático, lejos estaba de creer en  este tipo  de fenómenos paranormales, su carácter era   demasiado  realista  por lo que  las leyes y reglas  cotidianas  son inflexibles para el  joven científico, pero al parecer  sus visiones le colocan frente a dos caminos, la locura o  creer que existe un mundo  hasta ahora desconocido frente a él. Cierra  con fuerza sus ojos, cuando los abre de nuevo  la niña no está ,  sin embargo un  ligero olor a humedad inunda la habitación, en el lugar donde ella se  encontraba   las huellas de las pequeñas botas  son marcadas por agua.  El chico suspiró con fuerza,  nadie en su casa había sido diagnosticado con problemas mentales,  acaso sería el primero.  Se dirigió a su mochila sacando su portátil,  busco  información acerca de apariciones o fantasmas, el amanecer le halló frente a un sinnúmero de anotaciones respecto a  visiones producto de hechos traumáticos,  estrés o esquizofrenia sería esta última palabra  la que más temor  le infundió.  Era un científico, analizaría con pragmatismo todo  lo  sucedido.  La  granja de los Miller  se convertiría en su primer objetivo,  al volver indago    en  la oficina de  impuestos territoriales acerca de la propiedad a manos del estado.  Cuando encontró la información su corazón dió un vuelco, la familia compuesta por la madre y dos  niños fue descuartizada por el padre en un  ataque de esquizofrenia que data   tras su participación en una de las guerras   en el oriente. Muchos adujeron que se trató  de la respuesta de ciertos individuos a una vacuna experimental usada dentro del ejército  con el fin de evitar una posible epidemia de fiebre del río Nilo,  nadie supo dar una respuesta acertada, el hombre de 52 años  se suicidó después del  terrible hecho.  La granja  nunca pudo ser vendida,  los  agentes de bienes raíces solían reportar  sonidos y  desagradables olores que partían de las habitaciones de los niños,  cientos de cuervos  hicieron del establo un sitio para anidar,  las serpientes negras  utilizaron  el seco pozo como lugar de  apareamiento,  la granja se  vió rodeada  de  árboles secos de manzana y peras , marchitos  con ramas suplicantes   bajo el sol y   la lluvia  siendo atormentados también  por las fuertes  nevadas  haciendo  que el lugar  luzca  escalofriante.  Elijah  se preparó mentalmente,  quería recorrer la llamada Granja Maldita,  el fin de semana sería el momento propicio para echar un vistazo al lugar.  La noche de luna llena le permitió  acceder al   escalofriante  abandono, unas bicicletas infantiles deterioradas por el paso del tiempo  surgieron de forma fantasmal   rodeadas por una especie  de niebla que partía  del  suelo, los cabellos de su cuello se  erizan  frente a la imagen de dos niños  descuartizados por un padre demente.   Su pausada respiración y sus pasos sobre la hierba seca eran  los únicos sonidos que le acompañaban durante  la bizarra misión.  Una de las ventanas laterales se halla quebrada, por ahí entra al lugar,  muebles   viejos y empolvados,  un viejo televisor, una chimenea con enormes  manchas de ceniza, una alfombra húmeda junto a un acre olor  asaltó su nariz.  La niña le persiguió durante semanas y ahora que él se encuentra en la granja  parece haber desaparecido,  tal vez su mente le jugó una broma pesada,  pensaba retirarse hasta que la voz proveniente de arriba le llamó de nuevo.  Las risas del hermano mayor y la pequeña se escuchan  con fuerza, su madre parece llamarles,  un sonido  sordo  se convirtió  en motivo de pánico, su padre entra a la habitación,   en sus manos porta   el tridente   y apunta hacia la niña,  lanzando a la madre y al hermano mayor hacia la pared,  se enfoca en la pequeña, sus gritos estridentes  invocan a  un demonio antiguo:

Moloch¡  replica con furia,   sal de mi niña, retírate de ella, repite angustiado una y otra vez.  Amelia corre y suplica misericordia,  pero el hombre parece no escuchar,  su espalda es atravesada  por la filosa herramienta, su madre  y hermano intervienen, el hombre  parece poseído y les advierte que sufrirán el mismo destino si  insisten en salvar al demonio. La lucha es desigual,  al final los cadáveres de la familia quedan esparcidos  en el salón.  El padre observa con detenimiento   los frutos de  su crimen.  Luego con determinación toma  una correa larga y la utiliza para acabar con su vida.

Elijah  se encuentra en estado de shock  Ha sido  testigo  de lo sucedido por medio de imágenes que  desatan su horror. ¿Que lleva a un hombre a acabar con su amada familia de ese modo?  Quizás la guerra terminó  por afectar  sus emociones  de  forma  tan profunda, o quizás la teoría conspiracionista de las  vacunas tenga algo de sentido, y su cerebro fuese quemado por  dicha sustancia. La niña reaparece  frente a Elijah, los ojos del chico la  contemplan  con conmiseración. 

— ¿Cómo te puedo ayudar?  preguntó un tanto  conmovido.

— Quiero que busques en mi habitación  un collar con un relicario,  colócalo sobre mi cuello, con él podré liberarme y  estar  junto a mi familia.  

Elijah obedeció, las escaleras  hacia el segundo piso aún muestra señales de la extrema violencia en el crimen, manchas oscuras cubren algunas zonas de las paredes y el piso;  al acercarse a la habitación un nauseabundo olor llenó su nariz,  las náuseas hacen su aparición,  las arcadas no tardan en llegar,  un  zumbido descomunal resuena en sus oídos,  todas las paredes del pasillo se hallan cubiertas de moscardones negros que aletean sin cesar,  el joven apenas puede abrir la puerta, señalada por un afiche sucio  de una princesa y el nombre de Amelia  en enormes letras cursivas,  en la cama ensangrentada se halla  el collar que la pequeña  fantasma  le solicitó.  Al tomar aquel artificio su mano  se ennegrece, unas feroces carcajadas surgen tras él, al volver su rostro  contempla a la pequeña Amelia convertida  en el  Señor  de las Moscas.  Su cuerpo se siente pesado y se desvanece,   entiende en una fracción de segundo que todo fue planificado por aquel malévolo ser que tomará su  alma,  a partir de  ahora el  espíritu  vengativo recorrerá las sombras con un nuevo  aspecto esperando  atraer más  inocentes.  El auto de Elijah ha quedado  cerca, esta vez  el malicioso demonio podrá acceder   con facilidad  a sus futuras víctimas, el disfraz de Amelia ha perdido efectividad al ser reconocido de inmediato por sus enemigos,   una sonrisa cruza el rostro de aquel pérfido ser.  Es tan fácil entender el torpe espíritu humano, el disfraz de niña ha sido  un gancho perfecto,  pero debe avanzar,  no es tan fácil ser un depredador del inframundo,  suspira, espera que este nuevo cuerpo  le  logré llevar a mejores sitios de caza.

En un lejano lugar el cuartel de los Aureoles recibe una alerta. Deos   vuelve a  ver a su mano derecha  Oli  diciendo:

—No me  digas… Amelia  ha  dado problemas otra vez, acaso no es cierto que enviamos  a uno de los nuestros a acabar con ese maldito demonio.

—  Fue  un novato señor, dijo después de revisar los registros,  al parecer la niña tiene su encanto, es  difícil ser inmune  a  ese inocente aspecto.  Esta vez  Deos  irá personalmente  por el Señor de las Moscas,  eran  viejos conocidos, acarició la cicatriz en su mejilla.  Sus ojos miraron  hacia la nada:  Esta vez juro que no escaparás,  sentenció el Supremo Señor.

FIN

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