Parte 2

Cazadores de Monstruos

// Parte 2 //

 Estuve castigada por algunas semanas ; e incluso debí aceptar  análisis  de drogas  en mi sangre… creyeron que… bueno tú sabes, que me había convertido  en una adolescente conflictiva, aquel consabido estereotipo del tatuaje…  y el adolescente rebelde ,   fuera de control…  

Hunt la  contempló  con afecto… sabía de lo que hablaba.  Le pareció recordar como   en su aldea debió enfrentar las miradas   acusadoras de los pobladores cuando su cabello rubio   adquirió  aquella tonalidad casi naranja.  Desde ese día se convirtió en un   bloody cap ( gorro sangriento) para aquel   grupo de aldeanos escoceses.  Incluso su padre  terminó por repudiarle.  Una mañana triste,  dos meses después de cumplir sus doce años, debió partir por consejo de su madre.  Todavía  recuerda  con infinito amor el morral que preparó  con algunas ropas,  dos monedas de plata y unas  hogazas  de pan que colocó en sus manos, junto a  sendos besos que repartió en su rostro y su cabeza.

 —¡ Será mejor que te marches de aquí!  Eres   un  cazador ,  al igual que  tu ancestro   Irwin Hunt;  llevas su sangre, no te avergüences nunca!  Serás el mejor, ese es tu destino.  Toma,  es un trozo de   runa, consérvala, te protegerá, ve a  Noria,   Irwin   le  hablaba  a tu abuelo de  los maestros que tenían su hogar cerca del bosque.

¡Que  los dioses te  protejan¡  Fue la última vez que abrazó a su madre.

El ruido  de unos pajarracos le alertó, sacándole de sus recuerdos. 
— Mira dijo Sam;    los  corrales están vacíos… todo es tan irreal,  esos toros valían mucho dinero…  Deseo pensar que quizás unos cuatreros al intentar robarlos encontraron resistencia por parte del hacendado y los trabajadores  por lo  que…

— Se llevaron a todos, incluso los niños, las mascotas… pero no tocaron dinero ni enseres… Dijo Hunt  con  cierto sarcasmo en su voz.

—De acuerdo, mi teoría apesta; ¡ quiero guardar una pequeña esperanza si no te importa! Replicó  algo molesta.
Hunt miró con detenimiento  a la joven,  ignora cuál decisión sería la mejor, si entrenarla o enviarla con sus familiares, donde nunca tendría oportunidad de convertirse en una de ellos. No tenía tiempo para pensarlo, optó por la elección más fácil, la enviaría  de nuevo a  Silver.  Monto en su  jeep, mientras la chica le seguía cual si fuese un perrito faldero.  Cuando intentó subirse al asiento del copiloto, el cazador puso el seguro en  la portezuela del auto.  La chica comenzó a golpear el vidrio.

— Ey, al menos déjame en la ciudad,  de allí tomaré un transporte a Gran Serpiente!  El hombre arrancó el auto mientras la mira por el espejo del retrovisor furiosa haciendo gestos obscenos con su mano.  Trató de no darle más largas al  asunto.  La chica estaría mejor con su familia… al menos hasta que se encontrara con uno de estos seres bestiales;  si detectan  que se trata de una rastreadora la eliminarían al instante.  Piso el freno con rabia;  de manera brusca devolvió marcha atrás hasta donde se hallaba Sam;  abrió la portezuela mientras le decía: 
—Sube, pero si te conviertes en una molestia, te dejaré abandonada en el primer sitio  en el que   me detenga a llenar  el tanque de combustible .

La joven dió las gracias tímidamente.  Hunt era un hueso duro de roer.  El camino   fue largo hasta la ciudad,   dos autos patrulla  se dirigían al rancho Olvido.  Ella  les dio fin hasta que las nubes de polvo  impidieron verlos.  Giró su cabeza lentamente mientras decía a Hunt:

—Tengo un horrible pálpito… sé que nunca los encontraran.

El cazador le  contempló  mientras  dice :

— Si no es así, al menos debemos saber qué sucedió.   No te preocupes. Le consoló con voz gentil.

El viaje siguió sin contratiempos.  Antes de que el auto llegará  a la ciudad, se detuvo.  Hunt comenzó a bajar unas bolsas de dormir , junto a unos viejos trastes de cocina.

— ¿Por qué nos detenemos.? preguntó Sam.

— No me gusta la ciudad, dormiremos en este sitio, mañana seguiremos el viaje. 

Capitulo 2 // Secretos del Desierto

Ella se quejó de manera vehemente.

— Estás loco de remate, acaso no sabes que en el desierto hay escorpiones, tarántulas, y otros tipos de bicharracos que merodean por allí  hasta llegar a tu bolsa de dormir,  en la noche puedes  sentir algo caminar por tu cuerpo ,  metes tu mano para  ver de qué se trata,   dándote  cuenta de que es una horrible serpiente, o quizás una tarántula …le dijo  haciendo teatrales aspavientos de terror.

Hunt lanzó la bolsa de dormir a los pies de la chica: 
— Ahí tienes,  será mejor que la revises antes, hace mucho que no tengo compañía, quizás en verdad puedas encontrar algo macabro  dentro de ella… un insecto  mutante, o   chinches espaciales que al picarte te convertirán en un  ser alienígena.

—Ella lo  mira molesta.  Toma el saco de dormir mientras lo golpea contra el suelo de manera frenética, para luego hacer un estrafalario baile sobre él, intentando como ella misma  decía, que ningún bicho quedará dentro.  Intentó  quitar los guijarros que cubrían el suelo, pero   era imposible. Por último  contempló  la parte de atrás del jeep   de donde Hunt había sacado las cosas…

— Ese sería su dormitorio.  El cazador rió con cierta malicia.  La chica empezó a lanzar al piso todas las cosas que lograba encontrar, hasta que al llegar a un bolso de cuero algo se movió en su interior.  Ella    emite un grito  de pavor mientras lanza el objeto cerca del fuego.  Hunt se movió con agilidad para impedir que el pequeño animal cayese cerca de las llamas.  La pequeña  comadreja agradeció el gesto  subiendo  hasta el hombro de Hunt.

Sam miraba incrédula al animalito, mientras éste la observaba con  sus ojillos saltones e inteligentes.

—  Mira  Comi;  tenemos  compañera de viaje, se llama Sam, y en verdad no fue su intención lanzarte hacia las llamas, ¿Verdad chiquilla?

—¿Qué diablos es esa cosa!    Me hubiera podido morder¿ Por qué no  me comentaste  que estaba allí?

— No me preguntaste, dijo el hombre mientras echaba un poco más de ramas secas al fuego.

—¿Es tu mascota?  Preguntó Sam mientras se acercaba mostrando temor hacia Comi.

— No es una mascota, es mi ayudante. Contestó  él.

— Ayudante… y qué hace, te consigue una que otra gallina cuando tienes hambre, dijo Sam de manera burlona.

 — Comi gruño, mientras  Hunt indica a Sam que se acercara al fuego.

—Oh no dijo , ya sé que me preparas otra treta, te gusta aprovecharte de mi ignorancia, pero sabes una cosa,¡no soy tu payaso !  En cuanto lleguemos a la ciudad tomaremos caminos diferentes,   eres un viejo amargado, y por cierto debes bañar a tu amiguito, apesta  terriblemente … Sam  miró como la comadreja enseñaba sus dientes con fiereza, lanzándose hacia ella,  la chica emitió  un grito,   Hunt se irguió rápidamente tomando su ballesta.  Un silbido horrible sonó tras  la joven;  cuando ella miró pasar a Comi cerca de su pierna apenas tuvo tiempo de dar un paso hacia atrás… una serpiente de apariencia terrible peleaba contra la comadreja.  Hunt llegó hasta  su lado  y le apartó   con fuerza fuera del campo de  batalla ; las escamas del  ser brillaban , mientras expelían   un hedor terrible.

— Cúbrete el rostro, ordenó el cazador a la chica, es un obelisco!  Su  veneno  es  mortal. 

Durante un segundo, el cuello del  obelisco se irguió amenazadoramente intentando clavar sus colmillos en el lomo de Comi, en ese momento la flecha disparada  por Hunt  atraviesa la garganta del ser.

 Sam apenas  podía respirar.  Hunt  alcanzó un poco de   ceniza de la fogata junto a guijarros y arena, cubriendo el cuerpo de la serpiente  impidiendo que su veneno se expandiera.  Luego reviso amorosamente a Comi.   Sentada donde había caído cuando Hunt la empujo, Sam miraba aquella escena, luego sintió un  leve mareo… Hunt apenas pudo correr a sostener su cabeza mientras la chica se desmayaba.

Cuando Sam despertó, amanecía.  Se levantó un tanto mareada, el olor a salchichas y huevo llenaba el campamento, lo que le abrió el apetito.  Rasco su cabeza, buscando con su mirada a Hunt, le vió a lo lejos,  oteando el horizonte.  Este volvió a  mirar hacia el sitio donde Sam intentaba levantarse.

—Con cuidado, dijo él, golpeaste tu cabeza.  Un buen desayuno te dará fuerzas de nuevo, dijo mientras le servía una taza de café y algunas salchichas .

Ella lo  contempló  agradecida, mientras le relataba la horrible pesadilla que había tenido esa noche…

Comi se acercó a la chica, esta tomó algunos  trozos de salchicha poniéndolos cerca del pequeño hocico de la comadreja, mientras continuaba relatando que su pesadilla había sido tan real… luego dijo riendo:

— Imagina Hunt,  llegue a pensar que la mascota que tenías en mi pesadilla era una comadreja…j aja ja, creo que el frío y  el aire limpio del desierto daño mis neuronas… una comadreja!  Tu mascota…


—¿ Quieres decir como esa?  Preguntó Hunt mientras señalaba   al  pequeño mamífero al que la chica alimentaba. Esta volvió su cabeza con rapidez lanzando un grito…

— Oh no, dijo Hunt, empezamos de nuevo…

La chica corría dando vueltas por el campamento mientras pedía al cazador que  impidiera que aquel animal la lastimara…

El hombre rió  con fuerzas… vamos le dijo, mira a Comi, ni siquiera se ha fijado en ti… mucho menos  tratara de perseguirte.  Te dije que es mi mascota y compañero, él caza obeliscos…

—Entonces no fue una  pesadilla, preguntó la chica.

—No,  el obelisco  te iba a atacar, si solo hubiera puesto uno de sus colmillos en ti, estaría colocando una cruz  de madera en tu tumba…

— ¡Oh por Dios! Dijo la joven, aquella cosa, parecía estar llena de escamas de metal negro… y su olor…Porqué trato de atacarme, preguntó.¿ Es porque estamos  en el desierto? ¿ Ellas atacan en esta área ? Estuve a punto de morir…

— Será mejor que te explique algunas cosas,  un   rastreador será reconocido por cualquiera de estas bestias infernales,   pero no atacará a menos que   seas una principiante.  Ellos saben que cuánto más experiencia acumules, tu poder será  realmente devastador, por lo que siguen a los críos y tratan de matarles antes de que lleguen a su etapa de  cazador adulto.

— Dices que para ellos    soy un crío ¿ A qué diablos te refieres con crío?

—  Intentaré  explicarlo   de otra manera, cada  cierto ciclo de años,  nace un cazador entre los humanos, como yo, como tú ahora, dijo  mientras le señalaba. Nuestro olfato es  el arma más poderosa que poseemos;  estas criaturas o cosas  tienen un olor inherente a ellas…  su marca de nacimiento.  Su sello imborrable, lo saben, incluso eso sirve como un dispositivo de advertencia entre  los miembros de  las  diferentes  especies.  Tú detectaste el olor en la hacienda.. tu olfato reveló  la presencia de un minotauro, el Sr. Montero  y una vampiro su esposa;  pero hay algo más, el olor del chico, me dijiste que era el más fuerte de los tres, el chico es muy peligroso Sam;  es un  híbrido, las criaturas más mortales  entre  todos ellos.

—  Dices tantas cosas que no logró entender¿ Quieres volverme loca?  Esas cosas no existen, son  simplemente  leyendas urbanas,  testigos que dicen verlas son tan confiables como los que reportan secuestros alienígenas… ahora lo entiendo, estoy con un psicópata y me matarás en este lugar, pero tu inconsciente dirá que  lo hizo  un ser monstruoso que en verdad no existe, que solo yace en tu mente enferma ….

Hunt   se dirigió a un pequeño montículo formado por guijarros y cenizas de la hoguera,  poco a poco separa las piedras hasta encontrar el obelisco.  Ordena  a Sam caminar hacia él, el olor invadía el lugar, Sam siente  repugnancia, el olor casi logra que devolviera parte de su desayuno, al acercarse miro de nuevo la figura  horripilante de aquel extraño ser…  Hunt volvió a tapar la criatura    dando unos cuantos puntapiés a   la tierra alrededor.

— Te creo, ahora por favor tapa ese olor, no quiero dejar mis salchichas en la arena del  desierto. Decía Sam  intentando detener las arcadas. Luego   buscó un lugar  cerca del jeep;  tomando  su cabeza entre  las manos.


Logo escrito
Copyright © WhisperWriters

Parte 1
Parte 3

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!