
Cazadores de Monstruos
// FINAL//
Sam grita emocionada llamando al cazador:
— Hunt, Hunt, mira esto, es increíble! Una y otra vez dispara emocionada a su alrededor, incluso al auto, donde el metal apenas fue un obstáculo para aquellos dardos. Por Dios gritaba la chiquilla, son increíbles, regresan a mi, como si fueran pequeños boomerangs. Tenías toda la razón Maestro, le dijo con cierta sorna, es increíble. Soy una cazadora.
Hunt sonríe amablemente mientras le ordena subir al auto. Deben llegar a Montaña Serpiente antes de que más inocentes se conviertan en el festín de aquellas fieras. La tarde tiñe de colores dorados aquel paisaje. Las montañas tras ellos ocultaban un enorme sol rojo; Hunt miró una vez más hacia el hogar de la banshee , quizás algún día se dijo….
Capitulo 7 // La Prueba de Fuego
En tanto, Joseph Montier, nueva identidad del minotauro, se despedía de su familia diciendo:
—Intentaré regresar lo más pronto posible. Mirando a su esposa le advirtió, cuídale, mira es el tiempo más peligroso para él, no le dejes hacer tonterías,¡ promételo! Ordenó a la mujer vampiro con voz preocupada.
Ella lo contempla con desidia mientras asegura a Montero que todo estaría bien. El hacendado se alejaba levantando una polvareda con su vehículo.
En cuanto vio partir a su padre, Fernando baja corriendo la pequeña escalinata que se dirige al enorme salón de estar solicitando permiso a su madre para conocer los alrededores, ésta se niega recordando la promesa a su esposo, el chico súplica hasta convencerle; ella accede. Estaban muy lejos de cualquier sitio, ese lugar fue escogido por los antepasados de su esposo como escuela para jóvenes minotauros; bajo uno de los postigos que adornaban la entrada existía una antigua catacumba conteniendo los restos de víctimas de aquellos seres…no habría peligro.
El híbrido lanzó un chillido de placer, era libre! Desde niño deseaba sentir aquella sensación que sus protectores padres le habían negado. Toma uno de los cuatriciclos que estaban dentro del garaje y parte. Su madre lo mira alejarse, sintiendo un leve temor, no debió haber accedido a sus ruegos.
Hunt y su joven acompañante empezaron a levantar el campamento; esta vez ella fue quien tomó la iniciativa de hacer un círculo de protección alrededor del lugar escogido para acampar con las cenizas de abedul obsequiadas por la banshee. Esto impediría el paso de cualquier ente del inframundo que los pudiera atacar mientras intentan descansar. Un fuego termina por dar al sitio un aspecto cómodo. A lo lejos, en aquella llanura donde solo la luz del firmamento preside, Fernando contempla un pequeño punto de luz titilante en la lejanía. Sonríe con malicia, quizás algún campamento de humanos… su instinto se acrecentó, su estómago gruñó con fuerza. Cerca de la medianoche llega al lugar, apaga el motor de su vehículo, no desea dar la alerta, los atraparía durmiendo. Sus ojos destellan con fiereza, la espeluznante transformación da inicio. Comi , abrazado a Sam fue el primero en sentir al intruso; escurriéndose hasta llegar al suelo donde descansaba Hunt, lame con fuerza la cara del rastreador, este se despertó preguntando qué sucedía a su mascota, la comadreja gruño hacia la oscuridad. Hunt alcanza su ballesta y se dirige a la parte trasera del jeep donde Sam duerme. La despertó y luego coloca la mano sobre su boca :
— Shhh, tenemos visita.
El círculo de cenizas da resultado, un bufido se escucha, los rastreadores saben de antemano de quién se trata… el híbrido estaba allí. Sam toma su cerbatana; el ser apareció frente a la hoguera; monstruoso, enorme; intenta lanzarse sobre Hunt con su enorme bocaza, pero éste le dispara cerca del hombro, su quejido espantoso se oyó a kilómetros; Inia le escucha, su corazón da un vuelco, su amado hijo se encuentra en peligro, con velocidad increíble, dando saltos enormes, trataba de cerrar la distancia entre el campamento de Hunt y la casa cueva .
El híbrido da un empellón a Hunt, lanzándole hacia las rocas, Comi trata de atacar, el ser lo lanza con furia lejos de él, el animal cae herido a los pies de Sam quien ha salido de su refugio. El minotauro observa con ojos desencajados aquel espléndido bocadillo, tierno, en plena adolescencia. Sam no lo piensa, coloca la cerbatana dorada en su boca; el arma ordena sus relieves hasta dar con un códice en forma de runa que optimiza la mágica cerbatana.
El soplo de la chica fue certero, su aliento estaba repleto de furia al mirar a Comi tirado sobre el suelo. Fernando trata de esquivar el dardo que iba directo a su bocaza; sin poder evitar que llegue a su ojo izquierdo; el espantoso bramido lanzado por el ser sólo aumenta la desesperación de aquella vampiro de llegar hasta él, mira la luz titilar, era su guía, en el campamento el cuerpo de su hijo cae pesadamente sobre la hoguera apagándola al instante. Inia lanza un tenebroso aullido, el híbrido apenas puede levantar la cabeza y lanzar uno igual. Hunt lo supo en ese momento, rápidamente coloca su ballesta en modo continuo, igual que una metralleta, las flechas salen una tras otra sobre la espalda del minotauro, éste se volvió sobre sus patas arrastrándose hacia Sam, ella ni siquiera tembló al tomar de nuevo un respiro y disparar el dardo a la frente del monstruo, con tanta fuerza que penetró su cráneo. Un líquido negruzco y espeso salía del cráneo del ser. Ni un quejido más, su cuerpo empezó a sufrir espantosos espasmos, hasta recobrar su forma humana. Miro hacia Sam diciendo :
—Eres la pequeña hermana de Braulio… perdona… dando apenas un leve suspiro. Hunt se acerca, y tomando la daga de plata, la coloca en el cuello del monstruo, degollándolo al instante. Sam observa como si no estuviera en el sitio; su rostro sin expresión ni emoción alguna; Hunt la sacude de los hombros advirtiendo sobre el creciente peligro que se avecina. Apenas tuvo tiempo, una figura siniestra cae sobre la espalda de Hunt mientras clava sus colmillos en la garganta del rastreador; éste contempla suplicante a Sam. La joven prepara de nuevo la cerbatana , un dardo que parece brillar con intensidad bajo la luna es insertado dentro del arma, y dispara hacia la cabeza de la mujer, ésta dio un aullido tenebroso; estaba herida de muerte , recordando la mirada del cazador, Sam apenas se detuvo, retuvo su aliento mientras disparaba uno tras otro los dardos que regresaban a ella y daban a su boca un sabor metálico.
Ni siquiera cuando la mujer dejó de retorcerse en el suelo pudo dejar de disparar. Hunt hizo un esfuerzo supremo, pese a estar en el suelo toma el pie de Sam mientras repite :
— Basta ya pequeña, es suficiente… cumpliste tu cometido.
La mujer se transformó en aquella beldad que cubría su esencia diabólica. La novel cazadora empezó a temblar, mirando con horror la herida en la garganta de Hunt, lo ayuda a llegar a la parte trasera del jeep, luego recupera el cuerpo maltrecho de Comi. Recoge la ballesta del rastreador y la coloca junto a éste que se halla inconsciente. ¿Dónde iría? La ciudad se encuentra demasiado lejos, duda que Hunt llegue hasta allá con vida. Luego pensó en Iriga, solo ella podría ayudarle. Busca las llaves del auto y en una loca carrera se dirige hacia la cueva de la banshee.
El sol empezó a caer sobre los cuerpos de Fernando e Irina. Lentamente ambos iniciaron un extraño proceso de momificación. Sus pieles se oscurecen hasta llegar a convertirse en una capa de un color gris oscuro. En la casa cueva, Joseph Montier, como se hace llamar ahora, descubre con inquietud que su esposa e hijo no se encuentran en el lugar. Decide recorrer los alrededores, su instinto le guía al vacío campamento. Un grito espeluznante cubre las distancias , llegando hasta la caverna de la banshee, donde Hunt se debate entre la vida y la muerte. Iriga contempla con preocupación a Sam, era demasiado inexperta para enfrentarse a aquel mítico minotauro… si Hunt no logra salvar su vida, la única opción para la joven se perderá.
Capitulo 8 // Hunt, con más Vidas que un Gato
Iriga logra con destreza detener la hemorragia que desangra al cazador, luego coloca compresas de hierbas y vendajes sobre la herida en su cuello; una pócima que destilaba un humillo rojo llegaba a los labios del herido constantemente. La solicitud con la que aquella banshee curaba a Hunt no dejaba dudas que había algo entre ellos. Comi se recupera no lejos de la entrada, sobre una red que sostenía su maltrecho cuerpo; una de sus patas estaba rota, por lo que Sam amorosamente le cuidaba. La joven está preocupada, el bramido que logran escuchar no se encuentra muy lejos de allí, solo los separaba un día de distancia de aquel engendro. Su mente divaga por un momento; qué sucedería si ella se enfrentara sola al minotauro ¿Acaso tendría alguna oportunidad? Sabía que era buena, pero no lo suficiente, eran un equipo de cazadores excelente, juntos serían invencibles, pero Hunt apenas respiraba. Alejo aquel pensamiento de su mente. Miro hacia la Banshee, esta se percató de la inquietud en la mirada de la joven. Lentamente buscó dentro de una canasta que pendía cerca del hogar; con un objeto en su mano se acercó a Sam diciendo:
— Escucho tu corazón, pequeña, late demasiado aprisa. Toma, es un estilete con un gran poder, fue forjado por los antiguos rastreadores, su empuñadura está hecha con uno de los cuernos del primer minotauro derrotado por Teseo, su hoja pertenece a la espada de este mítico guerrero, escucha bien, los minotauros poseen entre su espalda y cuello un morro, si logras penetrar con la daga ese lugar, él morirá en el acto.
Sam la miró directamente a los ojos: ¿Pretendes decirme que Hunt morirá y yo debo combatir sola?
La hermosa Iriga esbozó una leve sonrisa : su vida no está en mis manos… esperaremos hasta el amanecer.
Sam se acurrucó cerca de donde Comi dormía; suspiro con fuerza, mañana quizás sería su último día en este mundo, de una cosa estaba segura, moriría con dignidad. No pedirá clemencia por su vida. Apenas pudo conciliar el sueño, imágenes en desorden desfilaban frente a ella, sus padres, la muerte del híbrido y la vampiro; Iriga solicitando su alma. Los primeros rayos alumbraron la caverna, el monstruo se acerca, la banshee revisa la herida del cazador, notablemente mejor; pero Hunt no responde. De pronto una voz retumba ante la caverna:
— Hunt, maldito rastreador, mataste a mi familia! Te devorare poco a poco, hasta que desees morir…. Gritaba con furia aquel malévolo minotauro.
Sam se prepara, toma el estilete y lo ata con una cuerda a su cintura; la cerbatana en su mano, los dardos en el pequeño morral en su cadera. Salió sin pensarlo, el minotauro bramó con furia.
—Es tu juego maldito rastreador. ¿Envías a una niña a hacer tu trabajo? ¿Dónde está Hunt mocosa? Mi pelea es con él, luego terminaré contigo, quien seas…
Sam respondió con voz lenta y modulada :
— Quien sea te responde, criatura del inframundo soy hija del administrador del Olvido; vi como tu hijo devoró a mi hermano, vi como tú y esa maldita vampiro mataron a mis padres. Soy una rastreadora, estuve junto a Hunt mientras acababa con tu familia; fui yo quien con su cerbatana acabó con la vida de tu maldito hijo… vi cómo sus cadáveres eran iluminados por los primeros rayos del amanecer y me sentí satisfecha al ver sus cuerpos .
El minotauro la observó con furia, su cuerpo completo la transformación, la chica pudo evadir los primeros ataques, los dardos de la cerbatana apenas lograban dar en el lomo del toro; éste era rápido, tanto que logra cornear a Sam en el brazo donde sostenía su cerbatana, ésta cayó al suelo, no lejos de donde la joven rastreadora esperaba de nuevo el inminente ataque…
En la caverna Hunt permanece inconsciente sin vida, Iriga mira como el alma del rastreador se separa del cuerpo que yace tendido en el lecho para acercarse a ella. Mirándola con una pasión cegadora, se aproxima hasta la bella banshee diciendo:
— Es el momento de estar juntos, no quiero perder la oportunidad de que tomes mi alma y atravesar el portal para estar junto a ti.
Iriga lo contempla con devoción mientras toma con sus frías manos el rostro del hombre y le señala la entrada de la caverna; Hunt pudo observar como Sam rodaba por el suelo después de un certero ataque de José Montero; este la había golpeado tan fuerte que la chica apenas si pudo reaccionar tratando de sacar el estilete, pero ya era tarde, el minotauro la sostenía sobre su cabeza mientras gritaba:
—Hunt, malditoooo! Sal, o partiré a la novata como si fuera un mondadientes…!
—El momento no ha llegado aún mi fiel amado, responde Iriga. Nuestro destino aún no está escrito mi fiel rastreador; tu misión debe continuar. Hunt la mira con profundo amor y ternura, respira hondo, sus pasos retornan a su cuerpo, entra de nuevo en aquel frío espacio mientras su alma sentía el dolor de una nueva despedida. Abrió los ojos, tomando su ballesta sale para encontrarse con el minotauro sosteniendo el cuerpo de su pequeña amiga.
Lanza esa ballesta, advierte el engendro mientras dobla el cuerpo de Sam sobre su cabeza, ésta lanza un gemido de dolor; el rastreador no duda, tira su ballesta a un lado; Montier lanza a Sam al suelo como si fuese un muñeco, agacha su cabeza enfilando hacia Hunt; este apenas pudo evitar la mortal estocada de uno de los cuernos del toro que se dirige a su corazón; el ser tenía a su favor aquella velocidad endemoniada; en la pared rocosa logra prensar el cuerpo de Hunt; éste apenas puede respirar, Montero lo arrastra al suelo colocando su cornamenta sobre el pecho del cazador. Luego acerca su bocaza dispuesto a arrancar el rostro de Hunt de un solo mordisco; pero un dolor agudo lo hizo lanzar un aullido; Sam se encuentra sobre su espalda, había colocado el estilete sobre el morro de aquel animal monstruoso enterrando con todas sus fuerzas la filosa arma en el cuello del infernal ser; cada vez que recordaba a su familia y a todos los inocentes que aquellas criaturas infernales asesinaron, su mano penetraba con más fuerza. Hunt logra liberarse, alcanzando su ballesta apunta hacia la frente del minotauro. Las flechas terminaron de cegar la vida de José Montero. Su cuerpo poco a poco recobra su estado humano. Sangre negruzca sale de sus heridas. Unos ojos brillaron en la entrada de la cueva, Iriga daba gracias por la vida de ambos rastreadores. Hunt sujeta a Sam de la mano, recogen a Comi; ni siquiera pensó en entrar para despedirse de la banshee, sería demasiado doloroso. Sam mira a la entrada musitando con sus labios:
—Cuidaré de él amiga, gracias por todo.
El jeep arranca, ninguno emite una sola palabra. Las Montañas Serpiente quedaban tras ellos; una nueva aventura se inicia; atrás tres cadáveres comenzaban a convertirse en un polvo azulado. Hunt contempla el calendario pegado sobre el tablero del auto, a un lado de los instrumentos, se acerca la Convención de Cazadores, sonríe mirando desde el espejo retrovisor la parte de atrás del auto donde Sam duerme plácidamente junto a Comi. Se dirigen a California, donde se llevaría a cabo el gran evento; la chica lo disfrutará…
FIN
