Parte 5

El Mundo Según Henrry

// Parte 5 //

Capitulo 7 // Un Pacto Entre Caballeros

 Henry miro a Dumy  con  sus ojos entrecerrados,  éste sabia que el soldado echaba chispas, pero se encogió de hombros mientras decía:  Cets la vie amigo.  Somos unos buenos fantasmas, nuestra conciencia nos guiara.
Y qué es lo que se  supone que debemos hacer por ti?  Pregunto Henry.

Debo resarcir el mal que hice cuando traje esclavos a mi barco.  Nunca debí hacerlo.  Uno de  los marineros era un  brujo poderoso.  El   lanzó  esta maldición sobre el Atajo .  Para  ser libre debo  encontrar las familias de mis tripulantes esclavos y darles parte del tesoro.  Solo de esa manera podré descansar. 

Diablos dijo emocionado Dumy, seremos como la lotería estatal, debemos presentarnos ante esa gente y decir:   Usted es millonario…

No   será  tan fácil dijo Jacob.  Han pasado muchas generaciones,  guarde el nombre de cada uno de ellos, 15   esclavos, obligados a servir a amos desconocidos, arrancados de sus tierras y familias… quizás yo hubiese hecho lo mismo que el médico brujo. Aquí tengo  sus  nombres, los grabe  yo mismo, alrededor del baúl, puedes mirar si lo deseas. 
 
 Ningún ser  nació para ser esclavo. Te ayudaremos, pero antes debemos  tener un plan.  Copiar nombres, buscar registros, llegar hasta ellos y lo más importante, cómo dejar su parte sin  crear sospechas acerca de nosotros.

Pediremos ayuda dijo Dumy, tenemos amigos .

Tú te quedaras en este  sitio, la sirenas te cuidaran. Dijo Jacob

No es justo!  Grito Dumy, no quiero perderme la acción.

 Los dos fantasmas caminaron hacia la salida de la gruta mientras el chico pedía a gritos ser puesto en libertad…
Amigos!  Henry, al menos tú si eres mi amigo, recuerda, tú me trajiste del limbo, eres responsable de mi!  No se vayan, no me dejen aquí…

Sus  gritos se dejaban oír pese a la furia de la marea. 
 
En verdad lo dejaras allí, pregunto el capitán

Henry dio a éste una mirada cómplice mientras decía, al menos dormirá una noche más atado a los grilletes, será una buena lección.

Henry guio a Jacob hasta el auto de Cristin.  Allí vigilaron  que  el sueño de la chica no fuese  interrumpido por algún truhán.

Al amanecer ambos volvieron a la gruta. El chico  estaba reclinado sobre el cofre, tratando de leer los  nombres  grabados en él. En cuanto aparecieron frente a él, Dumy mostro su regocijo  

Lo sabía, deben haber consultado entre ustedes y después de analizar los hechos se dieron cuenta de que soy  indispensable, una buena ficha, un fantasma capaz de….

Frederick lo callo mientras decía:  es mejor que guardes silencio o pondré grilletes en tus labios.

Henry pregunto  a Jacob cómo  lograrían  encontrar los descendientes de los 15 nombres en el  cofre. 
 
Este dijo que  deberían llevarlo consigo, el cofre confirmaría con una señal si el descendiente era el indicado para recibir parte del tesoro. Era   importante no llamar la atención sobre aquel  valioso cargamento.  Lo difícil será sacarlo de la gruta. Dijo Jacob.

Yo tengo un plan, dijo Dumy entusiasmado, miren la idea de la tabla de surf no estuvo tan mal, pero ahora tenemos  motor para llevarla hasta la costa .  

De qué motor hablas, pregunto Henry.

Pues de las sirenas, ellas  empujaran la tabla hasta la playa. Una vez  allá  veremos como transportarla a la ciudad,  dijo el chico.

No será tan difícil, Cristin trajo su Camaro.  Explico Henry.

Vamos, debes estar loco dijo Dumy, si montamos esta carga  sobre el  camaro,  el pobre se hundirá como el Titanic, o el Atajo dijo entre risas.

Al capitán Jacob la broma no le hizo gracia:  luego dijo en tono pensativo,   creo que tengo la solución. Despierta a tu amiga,  la enviaremos a negociar. Cristin  despertó , al mirar al gato ronronear sobre su  pecho una sonrisa ilumino su rostro,  era muy hermoso.  Miro a Henry para agradecerle,   dio un grito de recocijo al mirar a Dumy, pero el tercer rostro fantasmal que se asomo al auto provoco en ella un verdadero ataque de pánico: 

Por Dios es el terrible capitán Jacob?  Qué hace aquí,  lo han traido ustedes, en qué diablos estaban pensando, saben que  hizo un pacto con el diablo?  Es tan cruel que algunos de sus marineros se lanzaban a los tiburones antes de seguir bajo sus órdenes…dicen que su crueldad era…

El capitán  Jacob la interrumpió :

Es un placer también conocerla hermosa señorita, no todo lo que se  dice  acerca de mi  es cierto. Dijo mientras se inclinaba gentilmente hacia ella.

Ella miro a sus amigos todavía con ojos desorbitados. Creen que es seguro que él  esté  aquí, junto a nosotros, no nos hará daño?  repetía en baja voz mientras que Frederick discretamente se retiraba fingiendo admirar el arrecife. 

Fluye chica!  Estás demasiado nerviosa, el tipo es  amable,  si hubiera querido habría desperdigado mi energía dentro de la cueva, pero solo me ato a grilletes mientras subía la marea… Dijo Dumy 
Oh claro dijo Cristin, una actitud ejemplar!  Grilletes! Y dices que   no tiene un ápice de crueldad..
Henry intervino:

Basta Dumy, creo que solo confundes a Cristin, él lo ato con grilletes al encontrarle tratando de llevarse su tesoro.

Dumy es cierto? Dijo conmovida Cristin, has intentado robar?

Y dale con eso!  No había nadie en el lugar, además pensaba compartirle…

Compartir algo que no es tuyo?  Me has desilusionado, si tu madre  supiese de ésto qué pensaría?

Bueno, lo siento, dijo un poco enojado, ya pedí disculpas al capitán, es cierto, ni siquiera debí pensarlo… pero soy un adolescente… aprenderé..  al menos lo intento. Dijo  mientras miraba  a ambos con ojos de cachorro, Henry lo miro  despectivo, pero con Cristin funciono, ella  se acerco mientras lo  abrazaba y revisaba sus tobillos. 
 
El capitán se acerco a Henry, testigo del juego del chico sonrió mientras decía: el chico es un  pequeño demonio!  Ya siento que  me agrada…

Una vez que Cristin se calmo  logro  acostumbrarse   al capitán y su indumentaria. Las  sirenas llegaron con el tesoro hasta la orilla de la playa.  Dumy trato de llamar a Cristin para que las conociera, pero Henry lo detuvo mientras le decía:  Quieres que empiece de nuevo con  una  crisis de nervios.  Nunca olvides, no des más de una sorpresa por día. 

El chico dio la razón a Henry, mientras trataba de acercarse a Cane.  

Hola chica pez,  no olvidaste mi nombre, o si?

Porqué contesto ella de mala manera, es un deber cívico  acaso?

Me encanta lo  gentil que eres, fuiste a una escuela privada? Quizás a  Chicas con Exquisitos Modales, no?

Oh, y tú a la de Bobos y Más?

 Henry y el capitán los miraban de manera pícara mientras comentaban:

Me parece  o hay química entre los chicos dijo burlonamente Frederick

A lo que Henry respondió:  no lo  has notado?   Cupido  acaba de  dispararles  dardos envenenados.

Ambos rieron con ganas. Eso hizo que la pareja de enamorados se sonrojara tratando de evitarse a partir de ese momento.

Frederick dijo a Henry  y Dumy que el cofre pesaba demasiado para que la espigada Cristin pudiera arrastrarle hasta un lugar seguro a la playa. Los amigos se miraron con sorpresa diciendo:  Tú no utilizas el poder  sobre la materia que tenemos ?  O no lo deseas?

Poder de qué?  Les dijo  Frederick  mientras les miraba con desconfianza .

Creo que no lo sabe dijo Dumy a Henry.  

Verás le dijo  Henry, nosotros descubrimos esta habilidad  cuando luchamos contra  los  entes oscuros.  Es un tipo de energía que puede mover cosas materiales, te enseñaremos.

Dumy se acerco al cofre colocándose en dirección al auto de Cristin.

Yo lo hago de esta manera, me imagino en mi patineta, y choco contra el objeto que deseo mover, mira dijo mientras lo hacía.  El capitán  pudo notar como el cofre avanzaba mientras el chico gritaba disfrutando de lo que hacia: toma, ahí va un 360, mira qué bien decía entre gritos y risa, eres magnífico amigo Dumy, se decía  a si  mismo, ahora prepárate para un 900, será espectacular; el cofre avanzo casi 200  metros.  

Frederick miraba entusiasmado mientras era el turno de Henry, el   pesado objeto lleno de metales preciosos  se dirigía al auto.  Henry decía en voz alta:  Imagino la cara de alegría que  tendrán los que disfruten de su parte del tesoro. Como verás recurro a pensamientos que me hacen sentir  bien conmigo mismo,  debes encontrar tu propio modo de encauzar ese poder.

El fantasma del capitán lo sabía, tomo el  relicario que pendía en su cuello,  su mano derecha lo apretó, el cofre llego junto al auto en   cuestión de segundos.  Sonrió satisfecho.

Eso estuvo genial amigo, dijo Dumy felicitándole. Creo que haremos un buen equipo.

Capitulo 8 // Se Inicia la Maldición del Atajo

 Cristin  ofreció dudas acerca de la idea de  negociar monedas  de plata y oro antiguas.

No tengo ni la más mínima idea de cómo hacer eso, además no conozco muchos lugares que se dediquen a eso en esta ciudad.  Dijo algo   preocupada .

A lo que el capitán respondió:  creo que es hora de que demos  un paseo turístico. Los tres fantasmas  junto a Mousse se apiñaron  en el asiento de atrás del vehículo. Ella condujo lentamente por las calles de  Cabo San Lucas, hasta llegar a un lugar con un rótulo  deslucido que anunciaba:  Compra Venta  Marnie.  
 
No sé, dijo Cristin, el lugar no se ve bien;  creo que esto es solo una fachada para otro tipo de negocios.  
No sabremos eso hasta  ingresar y preguntar dijo Dumy mientras bajaba del auto.

El resto hizo lo mismo.  Henry se acerco a Cristin mientras le susurraba al oído:  no te preocupes, sabes que te protegeré.  Ella se sonrojo.  

El lugar era una pequeña y desordenada tienda donde un hombrecillo de apariencia desaliñada revisaba con un monóculo  algunas de las joyas  en el   estante.

Al mirar a Cristin se volvió con una  mirada lasciva mientras decía:  vaya, vaya, miren la hermosura que trajo el mar.  Cristin se mostro hosca, en verdad no le gustaba el tipo.

Qué deseas  preciosura ,  preguntaba  con melosidad. 

Ella respondió   diciendo: quisiera que me ayudaras a evaluar algunas de estas monedas, un amigo me las obsequio diciendo que eran genuinas,  pero no lo creo, debe ser una broma.

Cristin saco de su bolso unas cuantas  monedas antiguas.  El hombre las miro con codicia, olvidando  del  todo a la  chica.  Mordió con fuerza una de las monedas, la  expresión de Cristin  fue  tan graciosa que Dumy  no pudo contener la risa.  El tipo coloco su lupa mientras miraba de cerca la moneda.  

Ummm decía, el que te dio estas monedas no jugaba niña, al menos esta es de plata,  valdría no más de tres mil dólares.

Tres mil dólares, repitió Dumy, este tipo es un verdadero estafador dijo enojado. 

Ella lo miro diciendo, bueno gracias,  creo que buscare alguien que me ofrezca un precio decente, dijo mientras tomaba la moneda con asco.

Esa es mi chica, dijo Dumy.  No se dejara engañar.

Espera dijo el hombrecillo;  haré unas llamadas, creo que podría ofrecerte unos seis por moneda, cuántas traes, pregunto con malos modales.

Cristin desconfiaba del comprador,  por lo que metió su mano en el bolso dejando el resto de las monedas para sacar tres del grupo.  Solo tengo éstas, cuánto podrás darme. Pregunto.

Te daré  unos dieciséis si me vendes las tres;  qué te parece. Ella miro hacia donde se hallaban los fantasmas, estos  asintieron con sus cabezas.  

Me parece bien dijo ella.  Quiero efectivo, en billetes de cien  pidió.

El hombrecillo acepto, ni siquiera  solicito  el documento de identificación de Cristin, eso le aseguro a la chica que  el tipo era todo un pillo.  La joven conto despacio los billetes mientras el tipo preguntaba acercándose a ella de mala manera:

A cambio de qué te dieron las moneditas nena?  Es algo que puedas hacer por mi también?  dijo lascivamente,   mientras trato de tocar   el  trasero de la chica , Henry intervino. La mano del comprador se devolvió hacia él   dándose dos fuertes  cachetadas.  Dumy colaboro tirando objetos de los anaqueles. El capitán no intervino,  miraba complacido el trabajo de los chicos. El  tahúr miro espantado como  sus manos repetían los  golpes contra su cara,  en tanto los objetos de los anaqueles flotaban  o caían.  Cristin salió  apresuradamente, sujetando fuertemente el bolso con las monedas restantes y el dinero. Los fantasmas se apretujaron de nuevo en la parte de atrás del coche.  Buscarían un lugar de renta de vehículos, pero Dumy insistió en que era mejor idea comprar un auto, la misión se iba a tardar, quince personas, en diferentes puntos del país… no iba a ser fácil.  El tenía razón,     irían a  comprar  un auto .

Dejen que yo lo escoja, dijo el chico entusiasmado, no quiero ofenderles pero ustedes son demasiado viejos para saber de los nuevos vehículos… y Cristin es una chica…

Qué dices, bufó ésta.  Por Dios estoy  frente a un machista de tercera categoría.  Yo he arreglado este auto, sabes lo compre en una subasta de autos, ni siquiera lograba arrancar…

Te creo, le dijo burlonamente el chico

Los ojos de Cristin destellaron de furia.  Henry y Jacob se miraron mientras decían a Dumy:

Debes aprender mucho todavía chico;  será mejor  que te calles o no podremos salvarte .

Cristin conducía  en forma  zigzagueante mientras miraba al chico por el espejo retrovisor:

No eres más que un mocoso malcriado!  Verás  ahora mismo lo que puede hacer una chica al volante!
Los trausentes vieron sorprendidos como un viejo camaro atravesaba la ciudad a toda velocidad,  uno de los cafés  sobre la acera no tuvo tanta suerte,  el auto se llevo varias sillas , el mesero estuvo a punto de  convertirse en una víctima de la ira de aquella piloto.  Henry trato de calmarla mientras le decía :
Recuerda, tu misma lo has dicho, es solo un chico… debes calmarte, no deseo que hayan cuatro fantasmas dentro del auto.

Cristin sonrió  ante este comentario,  bajo la velocidad, mientras Henry advertía que más tarde deberían ir al café a pagar los daños. Cuando Cristin pregunto a qué se referían, Jacob contesto  divertido :

Te llevaste tres sillas , aparte de que le metiste un buen susto al camarero!  Si hubieses visto la cara del pobre hombre.

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