Parte 9

El Mundo Según Henrry

// Parte 9 //

 —Los demás se miraron, una sonora carcajada partió de  Henry.  Vaya, dijo a Cane, en verdad esta es tu primera vez fuera del mar…  te diré que  lo que has visto pequeña se llama burocracia, alias tengo hartera hacia el trabajo cotidiano… pero nosotros seremos la solución.  Iremos mañana  por los datos.  Recabaremos toda la información,  conoceremos de Patty Obo  todo lo referente a su vida.

—Hasta cuál es su comida favorita, intervino Dumy, ya verán chicas, esa atenta empleada aprenderá a tomarle afecto a  los contribuyentes que soliciten datos… su mirada se  cubrió de suspicacia.

Al siguiente día, los tres fantasmas esperaron pacientemente en la acera del juzgado a que el conserje abriera las puertas. A ninguno le agradaba la sensación de traspasar puertas o paredes,  Jacob solía quejarse de que el cosquilleo solía durar hasta un día,  por lo que suele evitarlo a toda costa. Al entrar lo hicieron  confiadamente.  El conserje volvió rápidamente su cabeza, un viento frío le recorrió su nuca.  Dumy  activó la computadora para localizar los datos;  Henry  pasó al departamento de  archivos donde  inicia su búsqueda  con el apellido Obo.  Jacob miraba el lugar mientras colocaba su mano en cada uno de los cajones  pertenecientes  a la sección de uniones maritales.  Los tres se hallaban embebidos en su búsqueda, cerca de  las 9.30 am, una mujer  regordeta y rubia entra al lugar,  el conserje la saludo amablemente, ella   ni siquiera volteo a mirar  al  anciano que limpiaba el piso de la oficina.  

—Primer punto,  dijo Dumy para sí. El chico apago el ordenador, la mujer  se aproximó  al escritorio  con sus  audífonos puestos tarareando  con voz desagradable una canción de moda.  

—Punto dos, dijo Dumy, acribillar  con esa voz una hermosa canción.

Apenas se acomoda en la silla, el timbre de su celular sonó, la mujer contesta con celeridad, la conversación parecía ser llevada por otra chica también:

—No, hoy no iré a Berrys,  me aburre, creo que  tendremos que salir de esta  ciudad para encontrar un lugar acorde a nosotros… si, claro… no… no me gusto,  no tendré  una segunda cita con ese simplón… Mientras decía esto, saca su cajetilla de chiclets, desenvolvió uno y  lanzó  el empaque al suelo, su voz desagradable llena el espacio mientras gritaba:  Eh, tú conserje… no has limpiado bien aquí,  recoge esto o  la próxima vez lo reportare.

 El anciano cruza todo el salón y recogió el papel a los pies de la chica mientras la miraba con reprobación.

—Punto tres dijo Dumy, faltar el respeto a un anciano trabajador.  La mujer siguió conversando  de manera desinhibida:  no, un día  común, pero fíjate que ayer llegaron un par de pesadas a buscar unos datos de una mujer de apellido l Obo, y un viejo también… oh si, claro,  es aquella mujer negra que trabaja en el asilo de ancianos… las tipas deben venir hoy a  dejar las boletas… sabes que pasará?  Pues que no tendré ningún dato fiable hasta dentro de un mes… dijo riendo.

—Punto cuatro,  meterse con » madre» y mi chica.  Mientras decía esto, Dumy retiro  el audífono derecho de la mujer con fuerza. Esta  mira a su  alrededor con asombro.  La silla en la que estaba sentada comenzó a girar rápidamente, ella  gritaba presa del pánico,  el conserje la miro de lejos, mientras pensaba que esa  tipa tenía graves problemas.  Cuando la silla se detuvo de repente  una voz de ultratumba  susurro cerca de su cuello:   no te has portado bien,  eres una mala empleada y peor persona, tus modales apestan y tu actitud merece un castigo, sabes qué pasará si continúas haciéndolo?  Pues  estarás en el infierno de las secretarias… donde cientos, no, digo miles de demonios querrán saber a qué sector del infierno les tocará ir;  mientras algunos llegaran a quejarse con la consabida historia de » yo no merezco estar en este lugar, quiero hablar con su jefe»  Y sabes nena quién será tu jefe?  Nada menos que yo… el  mismísimo  demonio y suelo ser muy exigente con mis  empleados… la mujer dio un alarido aterrador mientras  salía corriendo fuera del edificio esquivando a algunas personas que hacían fila.

Henry apenas tenía suerte con la búsqueda, al oír el barullo pensó de inmediato en Dumy.  Algo sucedía.  Jacob encontró   una partida de casamiento, y una dirección.  Salió  de la oficina  encontrándose con Henry que se dirigía a la recepción del edificio.  Allí encontraron a Dumy recostado en una pared,  mirando sus viejas tenis.  Un empleado  trataba de calmar a la fila de ciudadanos, mientras el conserje repetía a éste la secuencia de hechos extraños esa mañana.  

Jacob y Henry miraron  de manera interrogante a Dumy,  el chico se dirigió a ellos diciendo

—Tengo  el nombre del lugar donde trabaja,  es cuidadora personal en el asilo de Hopesville.

—Yo tengo su dirección, dijo Jacob.

—Bien es hora de  buscar nuestra primera afortunada, dijo Dumy.  Henry le miro mientras preguntaba con recelo:

—¿Qué sucedió con la secretaria? 
 
Creo que por lo que oí solo tuvo una pequeña crisis de nervios… dijo con rostro satisfecho.

—Espero que tú no hayas tenido nada que ver con eso?  Dijo Henry.

—Oh caramba!  Protesto, Dumy, siempre es lo mismo, cuando algún acontecimiento extraño sucede, Dumy es el culpable.  Creo que solo «madre» confía en mí.

—¿Madre, quien es «madre» ?  pregunta  Henry 

—Pues quien más que Cristin, ella es mi  «madre» es esta dimensión, me protege, me cuida, soy su hijo preferido… dijo Dumy  con convicción.

Jacob rió con ganas mientras decía

—¿Y quién es tu «padre»?

—Todavía no logró elegir entre alguno de ustedes y Lorn…

Válgame dijo Henry, mientras trataba de jalarle  de una oreja, cada día eres más descarado;  el chico  corrió lejos de él,   mientras  subía con agilidad en las alamedas y  bancos del pequeño parque frente al  edificio público.

—No lo trates de negar, Henry Calster, soy como de tu familia dijo Dumy, no te olvides que me adoptaste del limbo…

—Si hubiera sabido lo fastidioso que eras nunca hubiese pedido ayuda… dijo Henry

—Ah, vamos, tú lo has dicho anteriormente…  causa  y efecto… dijo  el joven scape  mientras jugueteaba  lanzando  pasto contra el viento.  Tu causa fue pedir ayuda, y yo el efecto…  ves, fácil aplicación de una ley.

Jacob  parecía feliz;  su primer descendiente… su primer paso  hacia la libertad.

En cuanto llegaron al  hotel, el rostro satisfecho de los tres indicó a las chicas que eran portadores de buenas noticias.

—¿Pudieron lograr alguna información? Pregunto Cristin

—¡Claro que si!  Somos un equipo excelente, no te lo había dicho ya Jacob, eso solo corrobora que siempre he tenido una especie de…

—Oh por favor ya cállate Dumy, dijo un tanto hastiado Henry. Diles lo que sabemos.

—Bien, considerando la procaz interrupción del fantasma frente a mi, debo decir que…

—La encontramos dijo  emocionado Jacob, tengo su dirección, además el señor  boca floja se enteró de que trabaja como asistente en el asilo de ancianos de Río Bajo.

Dumy lanza una mirada reprobatoria  hacia sus dos amigos.  Tendría que trabajar duro en  esa área que  determinó como  el respeto hacia el sr. Dumy.  Sin más  en lo que poder alardear se sentó  con actitud de molestia  en el sofá de la pequeña sala de estar en el dormitorio de las chicas, olvidando el traspiés anterior  contempla  con atención la hermosa habitación de las jóvenes.  Era una suite hermosa, incluso las camas gemelas tenían en sus almohadas un chocolate sobre ellas.  Se levantó inspeccionando el lugar mientras sus compañeros planeaban cómo  dejar en manos de su primer objetivo aquella inmensa cantidad de dinero… abrió la puerta del baño… un jacuzzi,  vaya!   Flores frescas … toallas dobladas en forma de elefantito… Esa  fue la gota que colmó su vaso, saliendo del sitio con el ceño fruncido.

—Bien, creo que podemos solo dejar la cantidad de dinero frente a su puerta, tocar el  timbre y huir… dijo Cane.

—La idea suena  excelente, pero temo que con nuestra suerte la  elegida no lo recogerá  y quizás el chico de la basura aparezca en las noticias como el suertudo que  encontró un saco con suficiente dinero para retirarse de por vida.

—¿Porqué no tomamos la idea del chico scape y decimos que somos de la Lotería Estatal. Dijo Jacob

—Suena posible, pero  debemos movernos rápido por Emily,  la idea de la lotería necesitará de credenciales, documentos… replicó Jacob.

Dumy se paró  en medio de la sala con rostro compungido, mientras musitaba… mi habitación es minúscula, el baño no tiene tina, no tengo chocolates… y mis toallas no tienen  forma de  elefantito.  

Cane lo miro molesta mientras decía:

—¡Por Dios Dumy   reclamó   con molestia Cane!  Estamos en medio de algo importante… Este no es el momento para tus tonterías.

El la miro triste, bajando su cabeza mientras salía de la habitación dijo:

—Solo díganle que un descendiente de Jacob Frederick, Lorn, es un filántropo que se enteró de cómo su tatarabuelo amasó su fortuna y  se siente avergonzado  por  ello  por lo que piensa resarcir su error ayudando a los miembros de la tripulación esclava del Atajao, diciendo esto cerró la puerta tras de sí.  Todos se miraron algo consternados.

Cristin  fue  la primera en hablar:

—Creo que nos hemos pasado de la raya, es Dumy,  no le tendríamos tanto afecto  si no fuese de esa manera, debemos pedirle disculpas…

—Tengo una mejor idea. dijo Henry.

Jacob llega poco después a la habitación de Dumy, éste  respondió pase con voz melancólica.

—Eh chico, debemos ir a buscar a Lorn, tienes razón tu plan es el mejor.

Por fin hago algo bien, dijo en medio de un desgarrador suspiro. Jacob  sonrió .  

—Ven, te mostraré algo.  Acompáñame.

—Si tú  lo dices  respondió  Dumy mientras caminaba cual condenado a la horca tras Jacob.

Entraron a una lujosa habitación, un Xbox lucía impresionante frente a un gigantesco televisor de pantalla plana, junto al sofá, una enorme caja rectangular  estaba a la vista.

—No me digas,  esta debe ser tu habitación, dijo con voz de menosprecio…

—Te equivocas dijo Cane mientras  entraba junto a Cristin y Henry;  es la tuya, te pertenece por los días que estemos en el lugar, el Xbox es tuyo, lamentablemente el televisor es alquilado, no cabría en ninguno de los dos autos.

—Oh, algo más dijo Cristin mientras llegaba hasta la caja que se hallaba cerca del sofá, vamos ábrela, es algo especial de parte de Henry y mía…

Dumy miro a todos con ojos agradecidos,  no era la habitación, ni siquiera el equipo de videojuego, ni siquiera aquella misteriosa caja, pese a que estaba deseoso de abrirla;  la sensación de tener amigos  que le mostraban  afecto era  grandiosa.  Corrió hacia la caja que sostenía Cristin en ese momento… en cuanto la abrió sus ojos  se   abrieron sorprendidos y emocionados.  Una  flotadora, la más hermosa que hubiese visto.  Sus colores  favoritos  junto a unas llamas donde un nombre se destacaba… DUMY… su corazón  se llenaba con un cálido sentimiento,  uno por uno los abrazó, pero al llegar a Cane se ruborizo,  extendió su mano mientras  le daba las gracias.  La bella sirena le  observa con  extrañeza, avanza hacia él,  y lo abraza  con fuerza,  el cuerpo de Dumy sintió una  especie de ola   que  revolcaba todo en  su interior, ella  acercó sus labios a los de él mientras le besaba.  Los demás  miraron como el cuerpo de aquel fantasmita se llenaba de un aura blanca  que  cubría incluso a Cane. 
Jacob tosió con disimulo.  Cane reaccionó apartándose gentilmente de Dumy, éste embobado aún,  se hallaba en el centro de la habitación, sin atreverse siquiera a moverse por el temor de perder aquella magniíica sensación.  Henry miró  a Cristin , ésta le  devolvió  aquella mirada apasionada  con la misma intensidad… 

  Jacob les mira con gesto  de ¿Qué diablos sucede aquí?

Lorn rompió el encanto mientras entraba ruidosamente a la habitación :

—Eh chico, qué te ha parecido la sorpresita, y aún no terminas tú día, he logrado alquilar un sitio dedicado a tu deporte, solo para ti!  Tendrás el parque a tu disposición por unas horas.  Vamos yo te llevaré, de paso iremos a la dirección que Jacob ha localizado.  Paty Obo pronto será una mujer muy rica.

Todos salieron  del hotel, Lorn cargaba la patineta nueva del chico.  Cuando todos subieron al Humer, el tabernero le pregunta en voz baja a Jacob:  Oye,  es  mi idea o algo extraño  sucede entre estos chicos, mientras señalaba  a las parejas  que  esperaban en el auto.

—Solo diré a tu favor que una interrupción nunca me había hecho tan feliz, por un momento me sentí como el anfitrión  en una fiesta organizada por Cupido… temí  que la mieles del enamoramiento llegarán a mojar mis zapatos dijo entre risas…

Vaya, vaya… la primavera se ha anticipado dijo mirando en forma socarrona hacia el auto.
  
Cristin preguntó  por Mousse a su amigo. 

—No te preocupes por él, desde que Emily  está con nosotros  se pasa el tiempo  dentro de su bolsa de tejer.  Mi hermosa mujer se queja de que sus ovillos se enredan, a  esa bola de  pelos  le encanta   jugar  con sus estambres de lana.

— Bien, dejaré al chico   primero, luego iremos  en busca de la afortunada mujer.  Dijo Lorn 
 El vecindario  al que llegaron luce  hermoso, un lugar agradable,  al llegar a la dirección de la Sra. Obo, se encontraron con una desagradable sorpresa, un enorme cartel de un banco Estatal indicaba el remate de la propiedad.  Todos miraron el rótulo, la casa sin cortinas mostraba que el lugar estaba deshabitado. 

—Y ahora qué, preguntó Cristin.

Creo que  iré  a indagar con sus vecinos.  Lorn  volvió después de algunos minutos. Bien dijo creo que ahora más que nunca debemos dar con ella, he hablado con la vecina que le ayudaba  a cuidar   a   sus pequeños;  me dijo que Paty Obo aún trabajaba en el mismo  lugar, pero que ignoraba su nueva dirección, ella  se negó a dársela.   Al parecer su  esposo la  abandonó,  tiene tres chicos y uno de ellos está muy enfermo…   iremos al asilo, tengo la dirección del sitio.

  El auto arranca velozmente hacia el hogar de ancianos.  En este, Paty Obo terminaba con su día laboral    Con su uniforme aún puesto se dirigió al estacionamiento.  El viejo auto la esperaba, rogó porque no diera problemas al arrancar.  Esa madrugada había tenido que empujarlo,  apenas   alcanzó a  llevar a sus hijos a la escuela y el pequeño Gerald  a la guardería. Se colocó tras el volant  el parque de casas rodantes se hallaba un poco lejos del pueblo, no le agradaban muchos de sus vecinos… pero no tenía más opción.  Salió del estacionamiento,  al llegar a la intersección miro un hermoso auto negro.  Cavila por un momento acerca de la idea de que ella  obtuviera una fortuna caída del cielo .  Ahorraría   lo suficiente  para que sus hijos tuvieran una buena educación,  se aprestaría a recuperar   su hogar de nuevo, un lugar al que   sus hijos al crecer   pudieran regresar durante la navidad o quizás las fiestas…suspiro.  ¡Qué tontería!  Por ahora solo debía pensar en que  el invierno se aproximaba,  debía tener dinero suficiente para pagar la calefacción que necesitaría su hijo Gerald para no enfermar durante esa época.  Dentro del auto negro Jacob dio  la alarma con voz entrecortada.

—¡El arcón ha iluminado  el nombre Obo, al pasar ese viejo auto junto a nosotros!

—¿Qué debo hacer? grito Lorn.

— Síguelo ordenó Henry.  Vamos tras él.

El auto dio media vuelta, mientras seguía  el  viejo chevrolet a distancia.  La mujer miró por el retrovisor viendo el auto que se alejaba del pueblo.

 Lo que pensé, se dijo, el tipo se equivocó de salida en la interestatal, ahora trata de salir de este   pueblo, los citadinos no aprecian lo  bello de este sitio, aún tenemos un lago sin contaminar… 

  Cuando ella ingresa al sitio destinado a las casas rodantes, el corazón de Cristin  se  contrajo de tristeza. 

— Mira este sitio Lorn, no es el sitio ideal para criar niños dijo mientras  miraba  una pareja discutir  con palabras soeces  frente a las diminutas casas.

Siguieron de cerca el viejo auto de Obo, ésta empezó a preocuparse.  Qué sucede pensó, quizás quieran robar.  La sola idea la hizo reír… oh si, miraron tu mansión de cerca y han decidido  asaltarla… pero su  mente  rehízo una  idea mucho peor… y si fueran traficantes… algunos tipos de ese lugar  lucían como consumidores…  Coloca su mano en una pequeña medalla  , la apretó con fuerza mientras  pedía:

—Por favor… no puedo pagar nada mejor por  ahora ,  solo pido una tregua… 

Entra rápidamente a su casa;   observa  alrededor, dos pequeñas literas conformaban la habitación principal.  Una  cocina en la que cabía a  duras penas la estufa y algunos cacharros.  La mesa  empotrada en forma de L para desayunar;   pese a su tamaño, el sitio refulgía de limpieza.



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