Parte 6

El Trial

// Parte 6 //

 Tras aquellas colinas se encuentra el pueblo de Salgar, allí habita  nuestro  objetivo. Dijo  Lobo con seriedad.

—¿Lo conoces? Preguntó  la reina vampiro.

—Solo   la fama que le precede como un engendro  bestial.  Según me dijo Lar, se camufla como un humano normal entre los pobladores,  excepto por un sombrero con una pluma de cuervo  en él. Descansaremos aquí, mañana bajaremos al poblado.

—¿Crees que estaremos a salvo aquí? Preguntó ella.

— Lo ignoro  Mi Lady,  su cuerpo resiste el sol pues no consume sangre,  por lo que  su rango de acción  suele ser más amplio. No estaría demás vigilar, yo lo haré, descansa My Lady. Esa noche Ilse tuvo un  extraño sueño, su niña bajaba hasta el pueblo y  marcaba la posada donde aquel monstruo  habitaba. Ten cuidado mami, le decía con su voz infantil, él te espera. Debes  bajar al atardecer a la ciudad,  Argo no usará su característico sombrero, se  transformara en una anciana que lleva un costal sobre sus espaldas. Caerá frente a ti, tú intentarás ayudarle y en ese momento usará  la Daga Negra para acabar con tu vida. Sus secuaces se harían cargo de Driago. Debes enviar a mi padre, el homúnculo espera una bella mujer…

—¿Cómo sabe acerca  de mí? ¿Quién lo ha puesto al tanto?  Pregunto a su hijita.Los Señores Negros han seguido tus huellas, tú debes perecer, has violado el precepto de respetar la vida de tus iguales… ellos desean  que te conviertas en un ejemplo para los que traicionan a sus  congéneres , tu castigo servirá  para  intimidar   al resto  que deseen  seguir  tus pasos.

—Gracias  amor, dijo ella. Tendré muy en cuenta tu información Cuando los primeros rayos del sol bañaron la  verde colina donde habían  hecho su campamento, la reina  tomo la moneda obsequiada  y la frota repitiendo el nombre de su amado Heirr.  Lobo observa cómo  aquel cuerpo femenino de formas perfectas se transfiguraba ante él en un alto y fornido guerrero.

—Hola Driago, dijo Heirr mirando al enorme  hombretón que protegía a su esposa. Es un placer poder darte la mano y agradecer por haber salvado la vida de mi reina.

—Lobo extendió su manaza y  dio un fuerte apretón al rey Heirr, éste respondió de igual manera. 

—¿Puedo saber  por qué  los planes han sido cambiados? Preguntó Driago con curiosidad.Heirr  respondió mientras revisaba las armas que portaba Ilse en su montura. 

—Nuestra niña es muy especial lobo, ella puede ver más allá del presente. Ha entrado en la mente de  nuestro enemigo, conoce sus planes, es hora de darle una sorpresa al infame Argo. Ambos tomaron sus cabalgaduras  para dirigirse  al pueblo.Argo  repasa su siniestro plan,  sabía de antemano que un alma noble no dudaría en ayudar a una vieja decrépita,  había atacado a la anciana en un atiborrado callejón, su carne no había sido un manjar suculento  por lo que dejó el resto a los buitres.  Tomó la piel y la colocó sobre su cuerpo, la magia negra hizo el resto, escondió la afilada daga  negra entre las raídas ropas y partió rumbo al mercadillo. Nunca había visto a la tal reina vampiro,  sin embargo conocía de su hermosura, sería una lástima acabar con ella sin antes  poder disfrutar  de un cuerpo escultural. Suspiro con cansancio, las órdenes de los Señores Negros eran inflexibles, la reina Lezzar debía morir cuanto antes. Arrastró consigo   el andrajoso  fardo donde la vieja recogía cacharros,  y lo coloca  sobre la encorvada espalda   partiendo  a concretar la misión encomendada.  Le habían ofrecido oro y joyas en cantidades exorbitantes, unido a media docena de  preciosas doncellas vírgenes,  hacía de aquella recompensa algo difícil de rechazar.  Esperaría pacientemente  en la plaza del mercado,  allí llevaría a cabo sus planes, sabía que nadie interferirá,  el pueblo le pertenece.


Capitulo 10 // Prueba su Poder

 Heirr deja  su cabalgadura en las afueras del pueblo, Lobo hizo lo mismo,  se separarán,  su plan es ingresar   a la ciudad como dos extraños.  La ciudad  era un  desordenado sitio con casas y cabañas desperdigadas  de aspecto descuidado. El  rey guerrero comenzó a distinguir un patrón en medio de la multitud de los locales, la mayoría eran gente  con edades superiores a los treinta años,  unos cuantos niños de brazos en manos de viejas mujeres…  Fue un escalofriante descubrimiento para el  Trial, aquel engendro se alimentaba de  adolescentes y adultos jóvenes, dejando unos cuantos niños como reserva para su voraz  apetito.

Heirr acarició su espada, debía acabar con aquel malvado ser.  Camina hacia el centro del poblado, de alguna manera sabía que el monstruo  lo busca,  sin prisas, reconociendo  cada callejuela como posible vía de escape, el guerrero continua su camino. Lobo en tanto  recorre  enfundado en una capa los alrededores de la posada.  El pueblo  era una comunidad de casuchas alrededor de un  derruido templo y una taberna. La plaza del mercado  lucía  sucia y  desolada. Unos cuantos vendedores  mostraban tasajos de carne colgante  cubiertos de moscas azuladas… su olfato  descubrió olor humano en aquellos trozos renegridos. Ese sitio era la antesala del infierno, la maldad  tenía su propio olor… los ojos de los vendedores eran tan oscuros como sus almas. Era una trampa, el pueblo era un hervidero de espectros a las órdenes de aquel  zombie. Un hombre  le sujetó  del brazo ofreciéndole carne por unas cuantas monedas.

—He,  extraño, no quieres comprar un buen trozo de carne, su sabor será inigualable, te lo prometo.

La boca pestilente del ser  esboza una maquiavélica sonrisa.  Varios  pobladores se acercaron de manera amenazante.  Estaba en peligro,  levanta  su brazo, sacudiendo la capa para esgrimir su larga espada, algunos   dieron unos pasos hacia atrás.  En el centro de la plazoleta, una anciana de  horrible aspecto se acerca a Lobo, en cuanto lo hacía trozos de piel apergaminada caían a su paso, descubriendo  al demonio.  Driago  se defendía de los espectros, su espada caía con fuerza sobre las cabezas de aquellos seres que se convertían en un polvo oscuro al caer al suelo.  Sin embargo la lucha era desigual,  Heiir  escucha  a su amada Ilse  alertar sobre  lo que sucedía:

—¡De prisa amor, Driago está siendo atacado por  el demonio y sus  subordinados!

Heirr corre hasta  el  centro de la plazoleta,  su espada  empezó a abrir espacio en el atiborrado círculo formado por aquellos espectros,  en medio de aquel circo de terror,  Argo   ataca  sin piedad a Driago.

—Dónde está  tu dueña, perro maldito?  Es una reina o una doncella que  teme por su vida¿ Sabes que haré con ella en cuanto la encuentre?  La tomaré, disfrutaré su cuerpo y luego se la daré a mis espectros para que disfruten su blanca carne…  te juro que antes de morir me dirás dónde se oculta  la reina Lezzar.

 La espada del monstruo  cae  una y otra vez intentando  acabar con la vida de Lobo. Un rumor  tras la multitud hizo a Argo detenerse, los gritos de sus sirvientes  al morir interrumpieron el ataque  contra  Driago.  

Heiir se abría paso, su  arma cae como un rayo sobre los espectros,  Lobo lo  observa  agradecido, la voz del Trial resonó en la plaza:

—¿Me buscas engendro?  ¡Aquí estoy!  Te arrepentirás de tu maldad.

Argos dudo por un momento, conocía acerca del mito del Trial, pero dudaba de su existencia, los Señores Oscuros sabían que su poder comparado a aquella magia ancestral  no era tan extraordinario para enfrentarse a  él.  Luego  volcó su mirada iracunda hacia  el nuevo guerrero,  con furia inusitada se lanzó hacia él.  Sería una pelea  limpia, puesto que Lobo se encargaba en tanto del resto de los pobladores.

La espada del zombie  intenta  llegar de una sola vez a la cabeza de Heiir, este  hizo gala de sus habilidades  escabullendo el golpe y devolviendo con fuerza el ataque, cortando el hombro del engendro, una sangre espesa y  maloliente  empezó a manar de aquel demonio. Un tenebroso aullido recorre el aire,  de los alrededores  empezaron a emerger más espectros atacando sin piedad a los guerreros. Las fuerzas del mal eran superiores.  Driago y Heir  chocaron  sus espaldas para protegerse   ante el feroz ataque. No durarán  mucho tiempo antes de que aquella horda los hiriese,  la voz de Ilse resonó. 

—¡Líberanos Heirr, te ayudaremos¡  ¡Escuchó  decir  desde su interior a su hija  y a su esposa!

—¡No, dijo él, pueden herirlas! exclamó   con  voz  repleta de preocupación.

—Si no lo haces moriremos  aquí, junto a ti.  Es hora de que confíes en nuestro poder.  Recalcó la reina vampiro.
 
—Heirr  lo comprende, con  fuerza  descomunal  sujeta su espada y  levanta sus brazos invocando el poder del Trial. Una luz blanca hizo retirar a los atacantes unos cuantos pasos,  justo lo necesario para que Ilse y la pequeña  Inés tomen su forma corpórea.  La reina  contempla  a Argos  en los oscuros ojos del demonio pudo percibir un leve temor,  se enfrentaba a la magia más poderosa,  el Trial, la leyenda era   cierta. 

 La ballesta obsequiada por  Melzer  en manos de  la vampiresa  fue  implacable, los engendros caían alrededor, La pequeña Inés golpeaba  las  palmas de sus manos , para luego dirigirlas a sus enemigos  enviando  ondas de luz que los destruía. Ahora Heirr podría enfocarse en su enemigo, quien pretendía darse a la huida.

 —Es hora de entregar cuentas  demonio,  debes  ir al lugar donde perteneces.  Dijo con voz firme el rey guerrero.

El combate fue mortal,  el vampiro  esquivó  los golpes certeros de Heiir cuanto pudo,  pero éste fue  imparable,  en un movimiento magistral la cabeza del  monstruo rueda  por el suelo. El rey guerrero  miro el tatuaje sobre el pecho  del demonio y lo arranca con su espada,  un aullido espantoso lleno el aire.  El Trial había acabado con el ciclo inmortal de Argos. Sus  lacayos se convirtieron en un polvo oscuro que  cayó sobre el suelo como un manto de gris  ceniza. La batalla había llegado a su fin. Sacudieron sus ropas, Lobo  había sido herido levemente en su espalda,  constituyó  un precio  mínimo ante  aquella batalla descomunal.  Antes de salir del pueblo pudieron notar como unas cuantas  mujeres  tomaban a los pequeños sobrevivientes y salían del lugar.  Lobo  las detuvo no permitiría  que los homúnculos los devoren. 

— Detengánse ordenó,  no permitiremos que se alimenten con esos niños.

Una  de ellas  se acercó diciendo: 

— Somos  las nanas  de los pequeños,  ellos no  podían  ser criados por engendros, no  podrían llegar  a la edad que Argos  deseaba,  por ello dejaron a unos cuantos de nosotros sin la  infección,  nos iremos de aquí, queremos alejarnos y  olvidar esta  horrible pesadilla.

Inés se acercó,  coloca  sus manos  sobre la mujer y el  chico que lleva en sus brazos.  Una luz rojiza emana de sus manos, mirando a Driago dijo:

—Ella dice la verdad,  deben irse cuanto antes, los  Señores Oscuros  indagarán qué sucedió en la aldea…  el ciclo   se iniciará de nuevo,  Antes debemos quemar la aldea, las cenizas de los  engendros puede ser utilizada  por la magia oscura.

Driago y Heirr  cumplieron el deseo de la pequeña Inés.  Juntos,  en una colina cercana observaron como el infame pueblo era devorado por las llamas.

Luego Inés pidió a su madre descansar,  Heirr  apoyo la idea de   su pequeña hija.  El Trial  fue reunido, la vampiresa  durmió  profundamente esa noche.  

Muy lejos de allí, en el Gran Salón de la Oscuridad, los Señores se reunían de emergencia.  El Trial había acabado con Argos…  debían impedir el avance de aquella fuerza.  Encomendarán  la misión a un terrible vampiro,  Cegarr.  Los emisarios serían enviados al Palacio Rojo de aquel demonio  de inteligencia maquiavélica.

Capitulo 11 // Divide y Venceras

 Cegarr era uno de los demonios vampiros  de origen antiquísimo,  su larga vida  dependía de la regeneración que llevaba a cabo cada  300 años,   durante dicho proceso su fuerza  decaía , su cuerpo era vulnerable a todos los males  humanos, hasta que  su organismo sufría  una especie de catarsis  volviéndose  una masa que se devora a sí mismo para renacer de nuevo durante la luna nueva. Recién había salido de su último ciclo, por lo que su fuerza era extraordinaria. Empero su sed de sangre  era aún más terrible,  jóvenes doncellas desaparecen  en la comarca donde el conde residía, sin más explicación que cadáveres  blanquecinos cual  cueros secos al sol. El gobernador a cargo  envía soldados a investigar los casos a petición de los devastados parientes de las  víctimas, la respuesta a sus muertes nunca llegaba.  Muchos sospechan del extraño personaje que  habita  en la enorme casona de ladrillos rojos que reinaba sobre una colina cerca del pueblo. El alcalde  echaba al suelo todas las suspicacias sobre el conde Ceggar:

Deberían avergonzarse, solía decir el robusto hombretón de mejillas rojas,  es uno de los  caballeros más nobles que conozco y un gran  mecenas para este  poblado.

Ceggar se encuentra  agradecido  la fidelidad de su amigo enviando un cofre con monedas de oro y plata al corrupto  personaje. 

Su historia  distaba de ser la típica  leyenda acerca de vampiros, su madre fue una mujer muy hermosa que fue raptada por un  espectro  de  gran poder llamado Luminus.  Su origen causa la muerte de su progenitora,  Luminus  no perdonó al pequeño homúnculo la partida de la humana de la cual se había enamorado.  Fue entregado a los Señores Oscuros para su crianza, allí en el tétrico palacio sufrió todo tipo de   suplicios por parte de los  lacayos de aquellos monstruos. Hasta que en una ocasión, furioso y dolorido  pidió  al  Ente Oscuro el poder suficiente para acabar con todos aquellos que le infringen sufrimiento. Este accedió, esa noche los Señores Oscuros notaron por primera vez al desgarbado joven quien luciendo unos afilados colmillos de plata y una afilada daga en sus manos  acabó con la mayoría de los  sirvientes del lugar.

 Ocius, uno de los maestros le toma a cargo enseñándole las artes oscuras,  no tarda mucho tiempo en   decidir  buscar al poderoso Luminus, su padre, para acabar con su vida.  En una  diabólica batalla padre e hijo confrontan  sus oscuras almas,  Cegarr fue más rápido, el odio era su acicate.  Cuando miro  el cuerpo de  su hacedor sobre el suelo, sangrando copiosamente, agonizando ,  le dio un puntapié diciendo:

— Nunca debiste lanzarme como un  fardo de basura a aquellos viles perros,  ni siquiera en estos momentos siento conmiseración por ti, que el infierno te reciba!

Su  estirpe  le dio ciertas recompensas,  la fortuna de  su  padre  era inmensa,  sustentada en el pillaje  no fue eso un obstáculo para que Cegarr la disfrutara.  Cuando los hermanos de Luminus llegaron a reclamar una parte de ella, la muerte  fue su recompensa.  No dejaría que nadie le arrebatará   absolutamente nada. Se autoproclama con   el título de conde e inicia  la construcción de su  hogar sobre aquella colina que  se  yergue  sobre  los prósperos poblados que forman   la comarca, algunos de ellos fueran puertos marítimos de regular importancia, la carne fresca no faltaba, y en cuanto el número de sus víctimas cuando  excede  su  caza  en el poblado,  rebusca en  los muelles y sus atestadas tabernas. Su apetito   por las doncellas jóvenes y hermosas era reprimido para beber la sangre  insípida de marineros, esto lo ponía de al humor, la sangre tibia, roja y dulce de una chica  hermosa no se  podía comparar  con el sabor acre de los hombre de mar.

No llevaría a cabo la misión de los Maestros Oscuros para recibir unas cuantas dádivas y agradecimientos, él esperaría el Trial con la intención de conocer sus antiquísimos  secretos y poseer  sus infinitos poderes.  Sabía  sobre la existencia de  la Puerta de la Verdad, él mismo estuvo a punto de abrirla, pero  su alma era tan maligna que conocía perfectamente lo que sucedería en el momento en que lo hiciese, no deseaba ser tragado por el oscuro y abismal infierno.  Durante los días que precedieron a la llegada de la vampiresa,  Cegarr estudia  con ahínco los viejos libros del  famoso mago y alquimista Heseo. Deseaba  entender  y aplicar cada uno de los conocimientos recabados para  enfrentarse  a sus futuros enemigos,  un grafema al pie de uno de los libros  aumenta su curiosidad:

Fortis, sapientiae, intelegere….  Todos elementos necesarios e intrínsecos en los poderes del trial.   Sin uno de esos componentes no existirá  el proceso que  dé inicio a la trasmutación de las esencias presentes en el receptor principal…

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