El auto    recorre  la carretera  a baja velocidad   debido a lo sinuoso  y escarpado  del camino, el aire frío llena los pulmones de los pasajeros de  manera refrescante.  A ambos  lados del camino los árboles y el césped    formaban un paisaje idílico,  pequeños  pájaros similares a  pinzones  volando en grupos hacia   los cables del tendido eléctrico,    a lo lejos, sobre la hierba  verde ,el  ganado    pastaba tranquilamente,  un  ambiente   pastoril con una  tenue niebla    dando el toque  final.  Los  pasajeros  disfrutan  en silencio   de aquel  camino  sólo roto por  un suspiro de admiración al notar  del lado derecho  un inmenso campo de hierba repleta de flores multicolor   repartidas  por doquier. El viaje    les llevaría a una cabaña  donde  piensan descansar   del largo  camino.  Armand     lleva con pericia el automóvil  hasta  la   deteriorada entrada,  repleta de huecos y  lodo. 
 Los     demás  intentan  que al bajar hacia la casona de apariencia descuidada sus zapatos no se enloden  demasiado, aquella reunión   de   hombres  jóvenes    decidiría el futuro de    la familia   Sadend el  clan   culpable del asesinato de   su  hermano .  Los hechos acaecieron  durante  las fiestas de navidad, una discoteca, licor de más y un arma    blanca   dieron  fin a la vida del chico    Klein.  Cuando  los hermanos se enteraron   decidieron llevar su venganza a otro  nivel    El   culpable  había huido  sin recibir justicia  , ellos tomarían en sus manos  la venganza,    decididos a atrapar  a miembros de la familia Sadend  e intercambiarlos  por  el asesino. Las    herederas    de los Salend  eran un  par de chicas,  mellizas   que  residían  en la   histórica ciudad de Salem.  No   existían fotos de las chicas,   ni en su anuario, ni en  redes,  nada que las  pueda relacionar  a esta familia.  Esto sorprende  a  los hermanos,  unas jóvenes herederas que nunca participaron en el negocio familiar, sin  apenas rastros de  ellas.

 Armand   sospecha  que  pretenden ocultar  sus  identidades y    con la intención  de no ser    rastreadas…  acaso   tenían algún  tipo de padecimiento   que la familia   desea guardar en secreto. La cabaña quizás  les pueda dar alguna  información sobre  su paradero  pues  perteneció al abuelo de los Salend,  al menos  algún indicio debía existir por allí.   
La  cabaña presentaba un  deterioro  evidente, hongos, polvo y agua se encargaron   de destruir  lo poco que  logró  sobrevivir en esos años.  Una fotografía  vieja y muy dañada  por el agua  llama   su  atención,  en  ella un hombre viejo sostenía   la mano de una niña delgada,  y   pálida, en tanto  cerca de él  la figura de una mujer  parece colocar  una diadema   sobre una cabeza infantil  completamente blanca.   ¿ De qué se trataba todo aquello?   La apariencia  se asemeja  a los chicos  con características  de albinismo. Pensaron a la vez los  jóvenes.  
Al registrar  dentro  de un viejo armario. largos  vestidos,  grandes sombreros,  y una especie  de   velos  cayeron pesadamente al suelo.

Theo el más joven advirtió :  

—  No se que sucede, pero esto raya en   lo extraño,  tenemos  datos simplemente fantasiosos  y absurdos sobre esas chicas,  sin incluir las historias del servicio doméstico que recolectamos meses atrás, que hablaban de dos pequeñas brujas capaces de enloquecer a cualquier  hombre que se   intente  a acercarse a ellas.

— Oh quizás solamente sean sus disfraces de halloween, apuntó   Theo   en tono burlesco.

—Ah  dijo Armand   con cierto desdén,   la  leyenda  sobre  sus poderes ,  la fragancia de sus cuerpos y  la mirada   de sus ojos    capaces  de  dominar  a cualquier  hombre…  una historia de fantasmas en pleno  apogeo  de un mundo  tecnológico.   Creo que la familia  ocultó su existencia debido a su apariencia.

 Los viejos empleados de la casa   de los Salend  les     relataron una  historia, donde las niñas   murieron  al  nacer y su madre   en su desesperación las ofreció a la Diosa  de la Oscuridad,  a cambio ellas tendrían poderes ilimitados  para  cazar   espíritus depredadores  de  almas   y  llevarlos  ante la diosa para su  inminente  castigo. 
La imaginación humana  parece no tener  límites,  pensó, Armand,  suelen ser   historias  sin ninguna base científica.
Mientras  las  manos   de  Armand  recorren    los anaqueles  repletos de libros viejos  y desgastados…  él era un hombre de ciencia,   cirujano especialista en   ortopedia   se resistía a creer en aquellas bizarras historias sobre las gemelas Sadend ;  un  cuerpo atlético  contrastaba  con unas manos suaves y tersas.  Su rostro   era  similar al de sus hermanos,  facciones  hermosas, enmarcadas por una mandíbula     fuerte   y  masculina, junto a unos ojos grandes y melancólicos   le daban una apariencia  atractiva. Realmente los hermanos se parecían  mucho entre sí,  incluso en su ciudad   se sabía que su atractivo era  leyenda y  la cantidad de corazones  destrozados por estos apuestos  y poderosos   chicos  era incontable.
Pero  esta vez su búsqueda    se basaba en su deseo de venganza,  la familia Salend  envió al asesino de su hermano  lejos de la justicia,   es posible que si hallaban    a las mellizas   pudieran intercambiar rehenes… intentan  que su hermano pueda encontrar  justicia.  El plan parecía arriesgado y peligroso,  pero estaban poseídos por la ira y frustración de saber  que ese mal tipo gozaría de libertad mientras su hermano  no estaría más con ellos.
En tanto, en una   casona tipo victoriano ,  tres chicas cuidaban los hermosos jardines de  la   lujosa mansión.    El cultivo  y cuidado de sus plantas medicinales ocupaban la mayor parte de la mañana,  luego se dirigirían a la cocina a preparar unos   emparedados, pues cuando  la gentil y dulce ama de llaves  tomaba sus vacaciones, las chicas apenas  sobrevivian    pues  cocinar no era uno de sus atributos y cómo serlo ,  su oscuro  y brillante cabello negro  casi llegaba a sus talones  y molestaba a la hora de cocinar, incluso atado era difícil de manejar,  sus  altas y delgadas figuras   debían reclinarse un poco sobre aquellas antiguas estufas, en  su piel,  un poco de calor excesivo  y las quemaduras   permanecerían  durante días.
En verdad no era fácil ser una chica  Sadend,  sin embargo    lograron  organizar sus vidas    frente a sus   dificultades,  su largo cabello era recortado por  Annie,   semana a semana, pues crecía    de forma constante;    Annie  era la tercer  chica  que habita dentro de la mansión , cuando    se terminaba con esa tarea  el cabello era  tratado  en una de los espacios   que  poseía el sótano,    para extraer de él   un  elixir  que las jóvenes  guardan  en frascos   dentro de un enorme armario. 
Dichas pócimas  eran usadas   como calmante ante rupturas románticas,   desenamoramientos  traumáticos,  abandonos y    rompimientos  dolorosos.  Estos cabellos mágicos se  transformaban en elixir de olvido  ante  el dolor   de los amantes,  su    efectividad   fue comprobada por muchos hombres y mujeres, y era una de sus entradas económicas más fuertes  para mantener aquel estilo de vida ermitaño  de las chicas,  un sistema de seguridad de nueva generación, sensores de movimiento,  cámaras alrededor de  los cuidados jardines y  tapias  altas  lo que impedía      entrar  a cualquiera  a curiosear  en  su  extraño mundo.   
Las esencias y pócimas creadas por las chicas    se vendían en sitios de internet  valorados por los usuarios, sin publicidad, sin marcas… en la penumbra  de sitios conocidos como  Mercado Oscuro , dichas    habilidades   les permitían   mantener un buen estilo de vida, pues     su padre las   apartó de su vida  casi desde su nacimiento.  Hablar de las  chicas Sadend    era remontarse  veintitres años antes, cuando  su madre descubrió que las niñas habían  perdido  sus vidas. 
Ella era una hermosa   mujer   descendiente de un clan   de hechiceras   que dejó de ejercer su   práctica  cuando   se unió en matrimonio  con aquel hábil empresario  de apellido Sadend ; pese a que los sueños de una familia feliz se desbarataron cuando   se dio cuenta de que   aquel  hombre se había unido a ella  por la inmensa  fortuna de sus padres,    no solo  descubrió  aquel doloroso hecho,  sino que   también   se dio cuenta de las amantes  que aquel hombre mantenía a su alrededor.    Esto último  fue el detonante que   ocasionó la muerte de sus pequeñas   al nacer  , el dolor de la traición, el estrés  generado por aquel  amor no correspondido   desmejoró  su salud hasta  el punto de   afectar  a sus hijas,  por lo que ella no dudó en   presentarse  ante su  bisabuela  conocida como la Bruja  Antigua para   salvar  a sus niñas.  
La gran bruja  le advirtió las consecuencias nefastas de aquel plan,  la muerte de  la madre como el gran sacrificio ante la Diosa  Oscura ,  los  efectos  secundarios sobre las pequeñas, convertidas  en sacerdotisas  que   llevarían a cabo  los planes de la  deidad … la hermosa mujer   no dudó ni por un minuto.
 El ritual se llevó  a cabo   dentro de la gruta que  permitía el ingreso al inframundo  los   abuelos de las niñas  fueron  los encargados de cuidar   de aquellas   poderosas brujas  hasta  que ellas pudieran fortalecer sus poderes y vivir    en el mundo humano  sin peligro. 
 El nacimiento de  las pequeñas fue  equilibrado  con el fallecimiento de su madre,  al nacer las   niñas semejaban pequeños renacuajos blancos, con una enorme cabellera negra.   Desde el nacimiento sus cuerpos mostraban diferencias    abismales, frente a un ser humano  común y corriente.  
 El abuelo Nat y su esposa Gertru   decidieron el primer paso, las niñas    se criarían   en la  cabaña de caza   que Nat   mantenía cerca de las montañas.  Antes que el portal del rito se cerrase, la Diosa  Oscura  les entregó   a ambos un pequeño  bulto envuelto en  una tela rosa diciendo:  ella es  Annie, es mi ahijada, también tiene poderes…   ayudará a cuidar  de las niñas.
La odisea para criar  a las  niñas dio inicio.  Un líquido ámbar  es proporcionado  en  preciosas vasijas antiguas ,era  el alimento que las  gemelas y la  pequeña Anie  tomaban tres veces al día,   crecieron  de forma  rápida, como si el reloj del tiempo en ellas no se detuviese.  Los abuelos   se habían  llevado con ellos a dos de sus más fieles  sirvientes, éstos apenas podían creer  lo que sucedía con aquellos extraños pero hermosos engendros  femeninos.   Su nacimiento  marcado bajo   la tutela  de la Diosa de la Muerte    convirtió a las  niñas en una rara avis dentro del clan de brujas,  una excepcional regla que no  les   permitía pasar desapercibidas en el mundo humano  al igual  que el resto del  clan de  hechiceras.
 Descubrieron que semana a semana,   debían cortar sus frondosas y negras cabelleras…  que su piel era hipersensible al   calor… que las noches  eran consideradas  por las niñas la mejor hora para sus juegos,  que sus ojos cambiaban de acuerdo a la estación del año en que  se  encontraban,  por lo que  el color verde intenso dominaba los  meses de la primavera,   el color miel dorado  era el   del  otoño, y el azul intenso dominaba el invierno,su piel  emitía un resplandor durante la luna llena  y  la fragancia   mágica de su  cuerpo   era más fuerte al incrementarse la adolescencia de las chicas.   Cada   año  los dulces abuelos debían solventar un escollo más,  hasta que decidieron   comprar  la vieja casona victoriana y   efectuar una remodelación  para convertirla en  el hogar de   las tres jóvenes.  Las  altas tapias y los portones  metálicos impedían     a los extraños  el mirar los hábitos  de  vida de las  chicas,   Annie  también poseía habilidades extraordinarias,  poco más atlética que las Sadem,  una  luchadora nata,   que aprendió  las artes marciales en pocas semanas  y  cuya  fuerza aumentaba al estar cerca de las  jóvenes.  Un equipo  que fue puesto a prueba durante la salida   del festival de   las brujas   en su ciudad natal,  ignorantes  del peligro    decidieron   irse de farra a sus diecisiete años…    aprovechando los disfraces del día de   halloween …  serían solo tres chicas comunes  en medio de la multitud.   Esa noche    Arthie    y   Amelia   junto a Annie recibieron heridas   graves a manos de  un  espectro  enemigo  de la Diosa de la Oscuridad,  ellas eran sus súbditas  por lo que serían castigadas,   apenas lograron salvar sus vidas ,   a partir de ese  momento se dieron cuenta de lo frágil que  podía ser  su vida  si no   lograban  dominar   sus habilidades.  Antes de la partida de sus abuelos  el tenaz entrenamiento  se reflejó en  los cuerpos  de las jóvenes.  Sus habilidades en el arte  de la defensa  junto  a las mágicas   les pudieron crear un entorno  seguro.
Una  hermosa noche de primavera  el portal de la diosa de la oscuridad  fue abierto para recibir a la  anciana pareja,   no hubo llanto,  todos sabían  que  era un viaje  necesario y que en algún momento sus almas se cruzarán  y volverían a estar juntas.
 Los días transcurrieron con calma,  sus viejos sirvientes también partieron , por lo que las jóvenes fueron las únicas personas a cargo de la mansión,  una vez por temporada, toman  unas merecidas  vacaciones dejando instrucciones  a sus  abogados para el contrato  de  las compañías a cargo de las reparaciones  y limpieza  de la casona  para mantener el lugar en óptimas condiciones.  
Sus vacaciones    las  llevaban  hasta    el sitio más austral del continente,  donde  se celebraba  el aquelarre  más grande del mundo,  allí en la punta lejana y olvidada de una isla   fría y oscura   las brujas viejas y jóvenes    refrescaban    sus  conocimientos   y   nuevas técnicas    para sobrevivir .  El clan las recibía  con cierto recelo,  su belleza  era poco común y sus  hechizos  de  seducción  rompían toda normativa,  el poder  de la diosa  oscura era  visible en ellas.
Al volver ese año se dieron cuenta por las noticias del crimen de su hermanastro contra un miembro  de la familia Klein…  eso no les hubiese importado   si los sueños no se hubieran manifestado. 
Sueños  de las tres jóvenes siendo cazadas por hombres   con aspecto de  lobo… incluso el olor de su  sangre   al ser   asesinadas  se impregnaba en sus fosas nasales,  era un aviso,  debían estar preparadas.