Las  chicas   intentaron   ordenar sus ideas,  preocupadas por la fuerza  en aquellos oponentes  Annie  sugirió    dejarles ir.  Por lo que  mientras los hombres se encontraban en el jardín  el inmenso portón de metal se abrió de par en par.

Ellos  sonrieron, Theo    fue el primero en apuntar  sobre la  supuesta estrategia de las brujas

  —  Pienso  que nos temen…y  por lo visto   bastante.  Descubrimos  sus  puntos débiles, creen que de verdad nos iremos, así de simple?

Armand estuvo de  acuerdo, por lo que   dirigieron sus pasos de nuevo a la casona.  Daven les seguía a pocos pasos.

Annie fue la primera en dar la voz de alerta:

—¡ Vienen de nuevo¡  Qué  haremos?

— ¡Corran,   debemos llegar  al sótano¡  dijo  Arthie

— Pronto ,  o nos atraparán ,   grita Amelia mientras  hechiza  el  espacio   de figuras femeninas , copias  de    sí mismas repartidas por la casona.

 Corriendo  apresuradamente hasta la biblioteca donde una pared falsa  guardaba un ascensor que daba a un pasillo fuertemente protegido .  Las tres suspiran  aliviadas al ingresar , las lámparas  se   encendieron automáticamente   en tanto la música   que tanto  disfruta Arthie  se dejaba escuchar,  un sitio ideal para relajarse y proponer nuevas estrategias  de  defensa. 

 El   lugar era  bastante grande,   un sótano que   poseía el tamaño de la mansión, adecuado para   una  existencia  cómoda en caso de un  desastre.  

La  moderna cocina junto a una bodega   se mantiene    repleta de víveres en caso de una emergencia,aquel  estudio  definía perfectamente el gusto refinado  y  de  cierto modo minimalista  de aquellas jóvenes  brujas.   Un amplio  escritorio  con dos  monitores   gigantes  les  mostraba     lo que sucedía dentro de  la espaciosa casa,   ahora vendría una parte esencial,  saber quiénes eran aquellos   atractivos e inteligentes enemigos.  ¿Qué  querrían de ellas? ¿ Por qué ingresar  a la casa?  ¿Cuáles eran sus planes?  Aparte del esporádico  ataque de aquel espectro  ellas no tenían enemigos declarados,  meterse con ellas en el inframundo  equivalía a  meterse con la Diosa de la Muerte,     el  respeto de los demás  entes   se otorgaba por su estatus, ni siquiera por sus poderes o fuerza física,  ellas eran semidiosas.

 Se mantuvieron ocultas por años,  dentro del mundo humano nadie se interesaría en tres extrañas chicas   , tampoco  ostentan con  su nivel de vida, no utilizaban  redes,  la venta de  pociones se llevaba a cabo por medio de terceros…  

 Amelia  ingreso   en la computadora  un apellido  que  había obligado a musitar  a uno de ellos mientras eran sometidos a sus juegos de magia….Klein,  e inició su búsqueda,  no tardó mucho en encontrar una pagina de revistas del corazón donde se hablaba del  accidente que había puesto fin a vida de  la esposa  del joven doctor   Armand Klein    tres años atrás.  Poco a poco verificó  la existencia de estos  hermanos  que vivían en Aspen, en un  rancho enorme propiedad de la familia.  ¿Qué hacían  ahora en su casa, en  un lugar tan lejano?    
Annie  pudo descubrir   la nota de la muerte por una riña de   uno de los hermanos  Klein , éste   intervino   tratando de apaciguar  los ánimos en una   pelea de bar, y allí fue apuñalado   traicioneramente  por un joven de  nombre Arthur   Sadend…  su hermanastro.

Las jóvenes se miraron   con desánimo  , de nuevo  su familia, si es  que podían llamarla de ese modo, afectando  sus vidas.  Arthie recordó cómo   fueron rechazadas por su padre  casi de inmediato al nacer,  como aquel hombre  se apoderó  del fideicomiso dejado para su crianza  y  lo    utilizó  como suyo,   dejando  a dos niñas pequeñas a cargo de su familia materna.   Los negocios   del  empresario   fueron cayendo  uno a uno,  por lo que apoderarse de la herencia de las   chicas era cuestión de   supervivencia para  los malvados hombres.  Ellas pudieron hacer valer sus derechos, pero se negaron ,  si lo hiciesen tendrían que ver  las caras  de    esas personas    perversas que a base de dolor cortaron la vida de su madre. 

  De   nuevo la pregunta  surgió como    una luz  roja intermitente  lanzando señales  de advertencia  a las brujas. 

—¿ Qué buscaban esos hombres, porque las atacaban? 

 Era hora de acudir al oráculo,    un  poderoso  instrumento de conocimiento   antiguo  capaz de revelar  secretos    y cambiar   destinos.  Amelia era la  guía ,   esa noche     llevarían a cabo la peligrosa  tarea.  Apenas pudieron  pasar unos cuantos bocados  del emparedado de atún  que prepararon.    En los monitores observaban como las figuras femeninas que  invocaron  apenas lograron entretener  a sus enemigos,  les parecía imposible que  aquellos   guapos hombres pensaran siquiera en hacerles daño,  Annie  parecía absorta en el rostro de Theo,  una  mandíbula fuerte,   aquellos ojos almendrados, su ceño  fruncido  frente a una incipiente barba   debido al descuido  de esos días lo hacían  ver más atractivo.   Sus jeans desgastados ,  sus tenis de   marca costosa y una camiseta que decía    LIBRE  en su pecho hicieron que la chica   sintiera temor ante   la poderosa atracción que   su   enemigo  empezaba a ejercer sobre ella.  

En tanto  Theo   perseguía  el holograma de Annie  embobado en  la hermosa    amazona  que calzaba  unas sandalias estilo romano, junto  a un  corto vestido blanco atado con un cintillo de cuero  haciendo juego  con  sus pulseras   tribales, su cabello atado con una cinta  le daban un aspecto   que al chico Klein  volvía loco.  
En tanto su  hermano mayor descubre   que a pesar de ser idénticas Arthie y su hermana Amelia    poseían    características especiales  que las hacían   únicas.

 Arthie    cambiaba el color de su cabello ante emociones como miedo, preocupación  o   cuando su nivel de energía al usar la magia  bajaba  riesgosamente.  

 Amelia   era la que expelía la fragancia   con más fuerza,  sus ojos   lanzaban   destellos de luz junto a  la iridiscencia que emana de su piel,  y al parecer era la líder del grupo. 

 Mientras  persigue  su figura    no deja de pensar  cómo  las jóvenes brujas utilizan    sus deseos masculinos  para  poder someterles   sin ningún trabajo.. de paso  contempla  los detalles de  la hermosa, un vestido  formado  por varias capas de gasa blanca que a duras penas dejaban contener  los atributos   de la chica,  unas  sandalias  de correa  y  pulseras   que   dejaban  caer  sobre  sus dedos    varias   campanas de tamaño  diminuto pero que al mover ella su mano derecha producían un dulce sonido, aturdido  procura sacar  de su cabeza las sensaciones que la joven produjo en él , aquellas manos   que parecían volar sobre   su espalda y pecho  provocando  en él   deseos irrefrenables.  Su rostro   ovalado  y ojos grandes le daban apariencia de niña,  contrastando    sobremanera con aquellos labios carnosos  y rojos.  Debe admitir que se siente atraído  por la hermosa nena.

Daven   ensimismado seguía a  Arthie  por los salones,  las hermanas lucen semejanzas, pequeños detalles  las diferencian , Arthie parecía  ser un poco más alta y atlética que Amelia,  sin embargo sus rostros se distinguían por una pequeña  cicatriz en la mandíbula de  la chica,  como si   algo la hubiese  sucedido¿ Quizás un accidente?   Se preguntó  con curiosidad 

Ante esa idea   suspiró  con fuerza pensando    que si él   hubiese estado allí la  hubiera  protegido .  Un pensamiento le asaltó,    y si durante esa venganza    fuera herida,  sacudió su cabeza con fuerza intentando  borrar esa idea  que  le empezó a   avergonzar.

En  tanto las jóvenes se dirigen  hacia  el recinto donde  la magia que las protegía se  encuentra,  una    catarata   azulada   forma   un remanso de agua cristalina dentro de la oquedad  localizada  dentro del mismo sótano, protegida por una pared de ladrillos, al ingresar   las  paredes oscuras de la cueva  contrastan con el agua azulada de la catarata y  un pequeño puente japonés que  les   guía  hacia el  poderoso  origen   de la   dimensión oscura,   caracteres de  impresionantes formas  cubren    las rocas aledañas,  las   bellas se  encaminaron hacia  el portal,    sus voces apenas se perciben  musitando un  canto  ancestral  tratando de apaciguar a los dioses del inframundo.  Unos enormes ojos aparecieron frente   a la  puerta dimensional  preguntando   ¿Por qué osas  molestar  a la diosa de la Oscuridad?.

Amelia con voz   melodiosa   repitió  la canción ancestral:    abre el portal ama,  tus súbditas    desean tu protección,  ven   con tu conocimiento,  ayúdanos !

Las paredes  comenzaron  a   expeler  un líquido ambarino de olor dulzón,  el mismo    que durante su niñez les  era dado como alimento pues contenía  la esencia oscura,  ellas  rápidamente   toman  las vasijas que  llevan  consigo  y las  colmaron  de aquel  precioso  líquido.  Ese  alimento    incrementará  su magia.

Una voz  cálida  resonó dentro de las paredes:   vuestro  destino se ha cumplido,  el  amor   será la única puerta que  les conducirá a la salida, de lo contrario  permanecerán atadas a mí por siempre
Arhie   contempló  preocupada   a sus hermanas,  estas   retornaron sobre sus pasos  al estudio,  no  había más  palabras que decir. 

 Amelia    trató de analizar  cómo   saldrían de aquella  precaria situación con el amor… dónde hallarlo?  ¿Cómo encontrar algo que    desconocen ? ¿ Podría ser creado mediante la magia antigua?

   Jamás podrían hallarlo  en los  hombres que   invadieron su hogar,  que pretenden  vengarse  por  algo que ellas no    hicieron. 

 Esta vez siente   que  quizás  la diosa de la Oscuridad  erró  en sus pronósticos  y que  ellas serían las encargadas   de  velar por   su seguridad.  Las dudas se incrementan  frente a la   enigmática respuesta.
Durante esos días  aprovecharán  fortalecer sus poderes con  el   fluido mágico , eso  ayudaría… al menos  por un tiempo.

No tardarían en escuchar   ruidos  sobre su escondite,   sus enemigos  pretenden  hallar el sitio  por donde  escaparon,  tendrían a lo sumo días para prepararse.   Han  decidido    huir,  escogerían un sitio donde   a  esos hombres  les fuese difícil dar con su paradero.

 Esa noche de luna llena  dan inicio  al  ritual    de proyección, hacia las tres de la mañana el portal del inframundo  se abre  para dar paso a sucesos  inexplicables.

  Amelia se  prepara   minuciosamente ,  su belleza    resplandece   debe  ser directa  al  hacer las preguntas precisas, pues el   doctor era un hombre acostumbrado a manejar sus emociones y no sucumbiría tan fácil esta vez.  Su  cuerpo astral se dirigió  a la habitación escogida por  Armand,   allí el apuesto médico   comenzó a tener una pesadilla recurrente donde  una hermosa mujer  arrancaba su alma, cuando despertó  agitado   la  pudo   ver   frente a él  preguntando  sin rodeos ¿ A qué se debía la visita de  ellos a su hogar?  Nunca antes  les habían conocido,     no podrían   haberles  hecho daño pues ellas pocas veces   visitan  el mundo exterior. 
 Armand   se   enderezo    de la cama rápidamente  mientras sus ojos  contemplan  a detalle  la hermosa figura  frente a él,  sus pensamientos vacilaron por un segundo  imaginando atraerla hacia la cama   para  acariciar aquel   deseable cuerpo,  solo la dejaría cubierta por  el  largo y   precioso  cabello  y luego…  sonrió con  un  esbozo de deseo en sus ojos.   Ella  sintió    el rubor recorrer  su rostro.  

–¡ Contesta   a lo que he preguntado¡ ¿ Qué haces aquí, este es nuestro hogar? ¿Por qué intentan hacernos daño?    Preguntó   con impaciencia.

El  sin dejar de mirarla   explicó  con  voz firme:  es solo justicia… tu padre  debe entregar a tu hermano  ante la ley… de otro modo  ustedes sufrirán las consecuencias…

Amelia sintió como la mirada lasciva de  su enemigo le  empieza  a provocar ansiedad, por lo que  desaparece frente a su enemigo , tenía  la respuesta y no era buena.  ¿Cómo  explicar a un enemigo desconocido  que  ellas no tenían nada que ver con su padre y hermanastro?… ¿Por qué debían pagar por un pecado  que no cometieron?  
Arthie  y Annie la esperan  con impaciencia,  pero   en  cuanto  la miran  derrumbarse sobre el sofá están  seguras que las noticias no serán  nada  buenas.  Cuando  la joven explicó  la primera en  dar su opinión  fue Annie.

—No,   es   imposible,   solo explicaremos   que ustedes no tienen nada que  ver con su  hermanastro,  no parecen malos tipos, de  seguro entenderán, afirmó de manera positiva.

Arthie   encaró a Annie un tanto molesta:
—  Oye, no parecen malos tipos eh,¿ Qué te pasa?  ¿Te ha  comido el cerebro  el  tipo  con la camiseta   que dice  LIBRE?

—  Te he de replantear  los hechos;  han entrado furtivamente a la casa, se han apoderado de nuestro espacio, nos persiguen por algo que  no hicimos,   sin siquiera   alguna evidencia ,   por qué no salimos  de aquí y les damos  una cálida bienvenida,  una pequeña fiesta, algunas  cervezas y  prepararemos   bocadillos deliciosos,  quizás hasta puedas robarle un beso al tipo que te está enloqueciendo.

—  Basta Arthie,  tu  sarcasmo   apesta,   no es lo que quise decir,  solo pienso que  tal vez seamos demasiado  paranoicas con  este asunto y si lo sabemos explicar saldremos  bien  libradas…  Siento que  ese chico es el menos  peligroso… se ve  un tanto amable. Respondió Annie 

—-¡ Hecho¡  ¡Eramos  muchos y parió la abuela,   lo que nos faltaba!   Una elemental enamorada¡  dijo  Arthie con aire de  molestia.
Amelia las  contempla  preocupada y en  cuanto  el color de cabello de Arthie comenzó a cambiar,  se levantó del sofá  diciendo :

— Acaso pueden ver lo que hacen, no tenemos  siquiera  una semana de invasión y esos tíos  ya nos  pusieron a  luchar entre nosotras… han dividido nuestra fuerza,   sin haber empezado a luchar . 

— Annie  si tú crees  verdaderamente  lo que dices  respecto al  chico   te  doy la oportunidad de probarlo,   preséntate  ante él  y cuenta nuestra verdad,  siento  que  es un soberano error, todo mi ser grita  peligro,  no debemos   subestimar nuestro enemigo…  iré  a meditar, necesito   toda la fuerza  que pueda hallar.  Dijo mientras se retiraba  con paso firme.

Annie sonrió ,  obtuvo  el permiso de Amelia,  Arthie no podía  inmiscuirse. 
Durante la noche de vigilancia  observa cómo  Theo  toma su imagen de la mano y la guía  a la habitación ,  con suma delicadeza le  recostó sobre  el lecho,  y se recuesta a su  lado  admirando  la belleza  de la joven,  su dedo índice recorría   su  boca una y otra vez hasta que  la beso  tiernamente,   eso abrió el camino hacia su   corazón de niña.

Arthie   espero   tranquilamente  a que Amelia terminara  su  meditación , tomándola del brazo la lleva hasta el pasillo preguntando   si estaba loca

— Annie  puede ser   el eslabón de la cadena más débil hermana, le dijo con preocupación en su voz.  Creo que  está enamorada de ese tipo.

— Lo sé  Amelia, recalcó  con frialdad ,  la única forma de  hacerle ver la realidad es que lo descubra por  sí misma. 

— Tendremos  cuidado, prepararemos  el  traslador  en caso  de que ella se equivoque,   y si  no se equivoca  podremos deshacernos de los tipos.

Esa noche las hermanas   contemplan  en silencio  cómo   Annie  se prepara para su cita.  En realidad era muy hermosa…  tenía el presentimiento  de que la  más   pequeña de su camada  estaría en  graves problemas…
Arthie recordó   como  cerca de los dieciséis años  ambas   se enamoraron del mismo chico,  planearon durante  meses cómo conocerle, que dirían frente a él, cómo responderían  a múltiples preguntas… la cita nunca fue acorde a lo planeado… el chico  les suplicó que lo dejaran en paz y que solo era una apuesta hecha  frente a sus  amigos. Quería demostrar su valentía .

 Ambas  acordaron nunca hablar de lo sucedido,  se mantendrán vigilantes  ante cualquier  esbozo de  enamoramiento y acabarían con él  antes de que brotase.  Esa única vez fueron muy conscientes de que   el mundo reprobaba  las diferencias  de  forma     despiadada.

Annie dio inicio a su plan,   presentándose frente al chico de sus sueños que  parecía dormir plácidamente,  en cuanto  ella intenta acercarse una voz masculina   emite  una orden:  Aatrapen a la chica  ¡ una pesada tela  cayó sobre su cuerpo, mientras era tomada incluso por las manos de Theo, mientras   intentan    envolverla en la tela  para luego sujetar sus manos y pies   con unas amarras. Su corazón se quebró en mil pedazos,¡ Era una trampa! ¡Una  maldita trampa!
  
Arhie y  su hermana   sintieron el dolor  de su  hermana  menor  y   encendieron el  traslador  con aspecto  semejante a  una linterna , éste    se iluminó  con un color rojo fuego,  las  mellizas  dirigen  el haz de luz   a la habitación donde Annie terminaba de  ser envuelta  para que no pudiese escapar,  la luz rojiza cubre    su cuerpo    y la hace  desaparecer.   Los hombres  se muestran asombrados,¿ Pueden  esas chicas ser verdaderas brujas?