
Janus
// Parte 3 //
Los ancianos fueron los últimos en acercarse. Uno de ellos, quizás tan viejo como Gero, sin dejar de mirarle empezó a relatar una historia, Janus prestaba atención al igual que lo hacía cuando su padre Gero las contaba cerca de la fogata dentro de la enorme cueva:
En una galaxia lejos de aquí, vivían felices las estrellas gemelas , tan poderosas como bellas, su energía era extraordinaria por lo que empezaron ser codiciadas por los habitantes de un planeta llamado Tierra, ellos iniciaron la explotación de la estrella más cercana, la blanca, naves enormes robaron día a día el poder de la estrella , hasta casi extinguirla, su hermana negra pudo rescatarla para convertirse en una sola, reunidas su poder era ilimitado, oculta, protegida ante ojos que la deseaban se convirtió en Prima Bella, su refugio se hallaba dentro del seno de los planetas desconocidos para los humanos, decididas a que el mal no se apodere del Universo, crearon hijos de energía, conocidos por su corazón puro, capaces de enfrentarse a todo aquello que quiera dañar su mundo. La leyenda habla de cuatro hijos, el primero será el alado, otro de ellos será conocido como el genio, su única hija será la fuerza de la esperanza y el más pequeño conocido como el guerrero blanco. Tú eres el alado, dijo mirando a Janus. Ellos serán los encargados de hacer reinar el equilibrio, cuando el mal supera al bien, ellos se unirán, para restablecerlo.
— Es una hermosa historia abuelo, pero solo eso, dijo Ayyar, líder del grupo guerrero. Debemos prepararnos, en cuanto descubran lo que sucedió con una de sus naves atacarán.¿ Cómo nos puedes ayudar?
Janus no contestó . Sería mejor volver a la nave, vigilaría la llegada de las IA desde afuera, quería revisar el edificio. Necesitaba encontrar el porqué de muchas cosas que permanecen sin respuestas adecuadas. Aquí no lo haría. Agradeció a los nativos, el viejo que contó la historia se acercó a él y tímidamente le dijo:
— Tus ojos me recuerdan tanto a mi hija, fue reclutada por sus poderes, también somos llamados habitantes del planeta de Cristal. Mucho tiempo atrás este planeta fue el primer refugio de Prima Bella, cuando la localizaron aquí debió huir… Ten, esto pertenecía a tu madre. Janus contempló al anciano con ternura, pensando que había perdido la razón , pero en cuanto el hombre puso en la mano de Janus aquella pequeña joya, similar a un diamante tallado en un círculo perfecto, la luz azul destelló ante todos, un murmullo de sorpresa salió del grupo de aldeanos. El holograma de una mujer se formó, dando paso a un ser de luz que saludaba a Janus y al anciano .Una suave voz saludó, dirigiéndose a ambos
Este es mi último mensaje, he esperado por ti un largo tiempo, debo ser una con Prima Bella, fui escogida para guardar la llave de su esencia, ahora es el momento donde debo ceder todo el conocimiento a ti querido hijo, es hora de que las estrellas hermanas se unifiquen, su poder debe ser protegido de la codicia desmedida, impediremos que logren hacerla desaparecer al igual que lo hicieron con su hermana. Es hora de reparar el daño, tú Janus lo lograrás. Nos veremos algún día mi pequeño, ten fuerza. Afirmó con voz dulce y repleta de nostalgia. Que el poder de la Estrella Gemela te acompañe. Al decir esto su imagen se fragmentó en miles de partículas de luz azulada.
La tribu resurgió en sus esperanzas. Janus fue invadido de una profunda paz. Por eso se sentía tan bien en este lugar, el hogar de su madre. Sonrió, su fuerza interna se incrementó, una parte de la evasiva verdad había sido encontrada, pero y el resto? Suspiró, estaba seguro de encontrarla pronto.
Janus expresó su deseo de partir .Irina se ofreció a acompañarle, como nativa conocía bien el lugar y sus trampas. Janus aceptó. Ambos decidieron partir de inmediato. Irina le dijo que ella no podría volar, pero tenía un medio para no convertirse en un lastre para el ser alado. Al salir del escondite, Janus se prometió sacar a esa gente de esa cueva, no eran felices, eran un pueblo que disfrutaba de la luz, el calor, de su verde mundo, condenados a la oscuridad por temor, el odio hacia la IA aumentaba. En cuanto llegaron al claro, Irina tomó un pequeño elevador que la llevaba hasta la copa de un árbol, desde allí gritó a Janus que volara, ella le seguiría. Janus asintió, a pesar de su preocupación porque la joven lo retrasaría, debería volar lento y bajo, para que la joven pudiera seguirle . Su sorpresa fue mayúscula al mirar un sistema de poleas unido a cada árbol, lo que permitía a la chica alcanzar velocidades increíbles, atada a su cintura por un rudimentario arnés cruzaba como saeta llegando en segundos al árbol correspondiente. No tardaron mucho en llegar a la nave burbuja. Irina marchaba detrás de Janus, recelosa del grupo de extraños que había observado desde los árboles. El primero en recibirlo fue Esius, alterado , relataba a Janus el ingreso de tres naves en la órbita del planeta. Tardarían dos días para ingresar. El silencio reinó , sabían de antemano que la lucha sería encarnizada, los buscadores no dejarían nada al azar, su fin era encontrar el cristal Omli y a Janus, todo lo que se interpusiera en su camino sería destruido. Altea fue la primera en preguntar por la presencia de Irina. El joven los presentó. Irina observaba incrédula al grupo de compañeros, todos tan distintos, bizarros pero gentiles, su expresión fue leída al instante por Esius, quién levantando de su rostro la capa de piel fina que lo cubría, develó dos enormes ojos negros, de mirada limpia y noble, un pequeño orificio hacia las veces de boca. Ella escuchó su nombre, pero no vió su boca moverse.
— No te asustes niña, dijo Kran, el de cabeza enorme, el también habla con su mente.
Kito llegó husmeando el morral de Irina .
— ¿Traes algo de comer allí, niña? Las pocas acelgas que habían ya han sido consumidas, comentó un poco decepcionado.
Irina lo observó detenidamente, le recordaba a los nonti, los pequeños simios y únicos habitantes mamíferos del lugar.
Gore, el guerrero malhumorado, pregunta con insistencia qué clase de armas utilizan contra los buscadores, ella lo observa con curiosidad. En una esquina de la nave, un ser delgado tanteaba el aire tratando de acercarse al grupo. Era Rona.
Mientras otro ser de un tamaño físico descomunal, con un solo ojo, Cíclope, movía rocas de un lado a otro tratando de hacer un campamento cerca de la nave burbuja.
Traigo un poco dijo cortésmente ella, bajando el morral y sacando de su interior un pan. Unos trozos de pacalí asado, animales semejantes a iguanas, y algunos frutos morados fueron un festín para el grupo. Ella les indicó que podrían recolectar más cosas para la cena, les enseñaría los frutos y plantas que podrían ser consumidos en ese lugar.
Escamas rojas preguntó si no habría un lugar con agua para poder nadar un rato, la chica mostró un cristal rojo, explicándole que lo guiaría a todo manantial que hubiese en el planeta .El ser dio un respingo de alegría. Solo Altea se mostraba cautelosa, pero cuando la joven se acercó a ella entregando un trozo de jabón perfumado y un peine formado con cristales bellamente entrelazados. Altea no soportó y entre sollozos abrazó a la chica diciéndole:
— Si tu supieras lo difícil que ha sido convivir sin otra mujer de compañera . Me llevarás a un lugar para poder utilizar esto. Irina sonrió.
— Aquí existe un manantial cercano , mientras tú te acicalas yo recogeré la cena dijo riendo. Ambas se perdieron entre la arboleda. El grupo de compañeros esperó a que partieran, Kran fue el primero en hablar.
— Debemos prepararnos.
Esta vez no creeremos que vayan a rescatarnos, expresó furioso Kito.
Escamas rojas advirtió que deberían camuflar la nave, la sorpresa y el área tan boscosa podrían ser algo a nuestro favor dijo
Cíclope ofreció lanzar proyectiles a las naves con rudimentarios artefactos que Gore diseñaría.
Janus permanecía en silencio, mirándolos detenidamente. Uper llegó rodando, tratando de recibir un mimo de Janus, éste lo levantó en el aire , acicalando su cuerpo mientras era una simple bolita de metal. Caminó a la nave, allí el holograma de su padre Gero describe a petición de Janus las armas con que podía contar para la defensa. Gero advirtió que la nave era un sistema de transporte capaz de soportar los viajes atemporales, no había sido diseñada para el combate, pero tenía un excelente camuflaje con el fin de pasar inadvertida.
Las cosas no iban bien, por ahora contaba con un grupo de seres a cuáles proteger, su fuerza no sería suficiente contra tres naves artilladas. El dije de diamante dado por su madre colgaba en su tahalí, lo tomó, sintiendo como su cuerpo perdía coordinación, cayendo de rodillas se sintió transportado a otro lugar, a una dimensión diferente, y pudo contemplar por primera vez la estrella gemela en toda su magnitud: trece pisos sobre el suelo, la colosal esfera negra relucía; incrustada en su centro una esfera blanca de menor magnitud, vórtices de luz tan fuertes que parecían atraerlo a su centro, Janus luchaba para no ser absorbido por aquel núcleo gravitacional de fuerza descomunal, de pronto una voz dentro de su cabeza musitó:
— Debes utilizar tu energía esencial, eres uno conmigo, toma mi supremacía, sólo de esa manera podrás defenderme.
Janus relajó su cuerpo, recogió sus alas y se dejó llevar hacia el eje de la estrella. Dentro de aquel lugar sintió como perdía todo peso y voluntad, infinidad de pequeños destellos salían de su cuerpo atrapado allí, inerte, flotando, sentía como cada molécula de su masa recibía por completo toda aquella energía hasta ahora desconocida. Sus alas tomaron una textura diferente, una mezcla entre cristal y metal de una poderosa consistencia, un cristal semejante a un dodecaedro salía de su antebrazo, formando una sola entidad, unida a él, formando parte de su cuerpo, el arma más poderosa, creada ante la necesidad de defender a todo un pueblo, junto a sus compañeros de viaje. Janus visualizó un hermano del futuro creando esta arma; ahora contaba con la facultad de acceder al futuro, un privilegio otorgado por la estrella, atravesar el tiempo y espacio fue tan fácil como surcar el cielo de Aurus.
Mientras Janus se preparaba para la batalla, Irina y Altea llegaban al pequeño manantial, Altea se aseaba disfrutando los regalos , la joven recolectaba pequeñas calabazas de color púrpura, y algunos frutos de nanty, unas frutas de color azul completaban la futura cena.
—Si tenemos suerte podremos encontrar raíces de tumli, asadas, tienen un sabor delicioso. Advirtió la joven.
Mientras Altea peinaba sus cabellos, la joven la miraba con detenimiento, era una mujer casi anciana, de rasgos muy hermosos, una cicatriz en su espalda en forma de medialuna le recordó a Irina las armas de luz usadas por los IA. De forma casual le preguntó a la científica qué había pasado en el asteroide Aurus.
Altea la contempló con sus ojos grises, una sombra de tristeza los embargo.
—Sabes niña, dijo a Altea, por muchas órbitas he tratado de no pensar en eso, pero creo que es el momento de empezar a desenredar esta enorme telaraña de acontecimientos. Cincuenta y dos científicos, recolectados por la Corporación de Ingeniería Espacial, de diferentes razas , unidos en una nave en búsqueda de cualquier mineral o metal que pudiera ser usado para el «bienestar de todos los planetas pertenecientes a dicha Federación» debimos ser un poco menos ingenuos, la confederación de planetas y la IA, una especie de máquinas destinadas a la limpieza de los destrozos ordenados por la Corporación de Ingeniería Espacial, capaces de realizar hechos crueles e inhumanos sin sentir un ápice de remordimiento, comandada por los buscadores o como les llamo yo ahora depredadores. Técnicos, científicos, guardianes, todos fuimos abandonados aquí sin previo aviso, resistimos lo que pudimos, racionando los alimentos y el agua, con la esperanza de que regresarán por nosotros. Cuando Gero, Len y Omni, descubrieron la cueva con aquella estrella negra, todo acabó para muchos de nosotros, literalmente fuimos absorbidos y enviados a lugares desconocidos, pudimos sobrevivir en viejas edificaciones, Kito estuvo solo por mucho tiempo, no está muy cuerdo, pero es muy leal, dos de los nuestros con más poderes de energía fueron atrapados y exterminados por los IA , Gore está obsesionado por conseguir armas capaces de defendernos, y Rona, perdió su vista al estar confinado a la oscuridad por muchas órbitas, hasta que pudimos encontrarle. Algunos conservan los talentos por los que fueron reclutados, como los que conociste en el campamento y que lograron sobrevivir junto con nosotros, los demás que quedaron en el campamento de Aurus fueron aniquilados, según nos relató Janus. Ahora sabemos al menos que el objetivo es la estrella descubierta por nuestro equipo. Lo que no entiendo es porqué tanto afán en dar con ella.
Irina depositó los alimentos encontrados en el césped mientras sacudía sus ropas; el abuelo contador de historias, nos decía que la estrella gemela que nos protege posee un poder inmenso, puede cruzar el tiempo y el espacio como yo recorro estos bosques. Su poder radica en la inteligencia y bondad que conforma su esencia.
Si pudieran apoderarse de ella, serían los amos de una energía infinita, tendrían poder sobre el espacio tiempo, piénsalo Altea, cuántos universos caerían en manos de estos depredadores.
