
La Madre de los Dragones
Parte 2
En tanto el General había decidido convertir a Luz de Estrellas en su segunda esposa , la primer experiencia de la chica fue negativa, lo sabía, su antiguo dueño no tuvo la mínima cortesía al tomar el tesoro de aquella magnífica diosa, al contrario, él soñaba con mostrarle que el amor físico era una extensión del sentimiento que se alojaba de a poco en su corazón, el pequeño Ethan se acercaba al año, era el momento ideal para atacar el deseado bastión, esa noche se presentó ante los aposentos de la chica sin dudarlo, esta le otorgó un vistazo sin recelos, al guerrero le gustaba venir y charlar cual viejos amigos, muchas veces se acostaba junto a ella y mientras le relataba los acontecimientos del día pasaba sus enormes manos acariciando todo su cuerpo. Luego se marchaba sin decir nada, pero esa noche, mientras le relataba sus viejas aventuras en la frontera , comenzó a quitar las ropas de la diosa de a poco, lentamente, sus movimientos fueron apenas sentidos por la joven hasta que él la desenvolvió en su totalidad como si fuese un preciado regalo.
— Qué haces, le dijo ella intentando cubrirse.
El no contestó, su boca empezó a recorrer aquel deseado cuerpo, poco a poco hacía que la respiración de ella se sintiese agitada, los besos tibios y húmedos llegaron a la boca de Luz de Estrellas sin invadir de manera brusca, era un ataque tierno, lleno de trucos que solo un hombre con amplia experiencia en estas lides podía ejercer, lentamente se colocó en posición donde ella pudiese sentir cada músculo de su poderoso cuerpo, en ese momento el instinto de la joven le apremiaba, la gentileza, el aroma amaderado proveniente del guerrero, lo deseaba, necesitaba sentirse realmente amada, Adley no daría el paso de culminar con su posesión hasta que ella fuese la que lo solicitara, Luz de Estrellas resopló con fuerza, y sin esperar más levantó tímidamente su pelvis, el guerrero sonrió, era el momento de tomar la fortaleza de aquel preciado cuerpo. Los movimientos de aquel hombretón de apariencia tosca y sin encanto reflejaron su obstinación por complacer a la bellísima mujer. El tiempo parece no transcurrir, ella perdió toda mesura y en un segundo sin darse cuenta emitió un fuerte suspiro de placer, el General la acalla dándole un apasionado beso mientras mordía el labio de la chica con delicadeza.
Al despertar esa mañana, Tronco le dio una sonora nalgada, mientras replicaba divertido:
— Vaya que eres bulliciosa, incluso los sirvientes del establo deben haberte escuchado.
Ella se sonrojo mientras él se vestía. Por un momento dudó de ella misma,¿ cómo había caído en la trampa de la pasión que daba inicio a partir de esa noche?, descubriendo a su pesar que cada gota de su sangre se convertía en fuego bajo el mando de aquel general de tosca apariencia…
Las semanas pasaron rápidamente, la pareja recorría las tierras de cultivo y los hatos de ganado, incluso la crianza de sus mejores potros estaba en apogeo, bajo la estricta mirada de aquella nueva supervisora que acompaña al General, las riquezas del Clan de Lobos aumentaba considerablemente, antes del primer año de ser amantes Luz de Estrellas mostraba su reciente embarazo, el Tronco como cariñosamente le llamaban sus subalternos se mostraba feliz y pleno, sus hombres admiran la renovada fortaleza que surgía en su amo , su esposa legítima empieza a demostrar la frustración que se acrecienta al ver a la pareja formar una sola unidad, eran cómplices y amantes, él parecía adorarla, sobre todo cuando tiempo después daba vida a una pareja de bebés fuerte y preciosa, el Clan de Lobos crecía en miembros y riquezas.
La esposa del General dio la noticia a Murat, este se mostró descontentó, habían pasado cerca de tres años, su hijo aún crecía al lado de su enemigo, su ex mujer le entregaba dos niños más, resopló con molestia, estos bebés podrían haber sido suyos, es posible que perdiese toda oportunidad por sus celos y egoísmo, se había comportado como un adolescente, tirando a la basura un tesoro que otro hallaba y colocaba en su respectivo pedestal. Se sentía molesto, su nueva concubina dió a luz a un pequeño que murió al nacer, acaso su actitud poco filial ante su padre se prestó para obtener dicho karma.
El odio renacía con fuerza ante la dichosa pareja, Murat no permitiría que su felicidad continuase, con la ayuda de la esposa del General tenía un plan, arrebatará a sus niños y mujer, le dejaría vacío, al igual que se sentía él.
El plan a realizar era sencillo, la esposa de Tronco se encargaría de invitar a Luz de Estrellas al Templo de los Dragones para la bendición de longevidad de sus pequeños. La joven madre dudó en ir, el General calmó sus dudas, algo en el instinto de la joven madre le advertía sobre el peligro.
Pese a sus dudas, un contingente de soldados, las nanas y el hecho de que la esposa principal de su Señor les acompañaría de ida y vuelta terminó por acallar sus dudas y temores. Empero los planes que tenían en mente Murat y la esposa del General distan de ser compatibles, Murat se llevaría a su ex mujer y sus hijos al palacio, allí intentaría ganarse el corazón de Luz de Estrellas, pondría todo su empeño en lograrlo.
En tanto la esposa había pagado a un grupo de asesinos para que acabaran con la vida de aquella mujer y sus hijos echando la culpa al Principe Murat, al llegar al Templo la joven madre se dio cuenta de que algo no andaba bien, sin la presencia de monjes guardianes, ni visitantes, alertó a las nanas, deberían de estar atentas, algo siniestro se avecinaba. El ruido de flechas comenzó a diezmar a la tropa enviada por su esposo, el sonido de cascos le alertó de la trampa, ordenó a las nanas que buscaran refugio dentro del templo, una de ellas herida por una flecha en su espalda, apenas logró sostener a la pequeña bebé en sus brazos, Luz de Estrellas tomó a los mellizos mientras su vieja nana arrastraba de la mano a Ethan, apenas tuvieron tiempo de cerrar la puerta de uno de los salones, observó a sus niños y a la vieja nana, no resistirían el ataque , su instinto primigenio surge sin reparos, respiró con fuerza, alcanzó una de las dagas que guardaba en su cintura, sabía que era la única forma de proteger a sus hijos , se colocó de espaldas e insertó la filosa arma directo a su corazón, el dolor la hizo gemir, la puerta caía ante los golpes de los asesinos, escuchó ruidos de pelea fuera del templo, Murat intentaba acabar con los atacantes , era demasiado tarde, cuando las puertas cedieron los asesinos éstos se disponían a acabar con los pequeños, su instinto materno surgió con fuerza en ella, no permitiría que lastimasen a sus crías, su cuerpo sufría una terrorífica transformación, la sangre de su pecho brillo sobre las escamas de plata que cubrían al dragón en el que se convertía y atacaba con furia a los hombres que intentaban dañar a sus pequeños, una vez que pudo protegerles, le ordenó a Etan subir sobre su lomo, el pequeño apenas lo pudo lograr ; colocó dentro de su enorme hocico a los mellizos y salió rompiendo el enorme ventanal que cubría la pared interna del salón de oración.
Los asesinos que luchaban contra el Principe Murat, los guardias bajo las órdenes del Príncipe y la esposa del general observaron con terror como un enorme dragón blanco se eleva portando a los gemelos en su hocico y a Ethan aferrado a su lomo , el dragón parecía herido. La alarma se extendió por el territorio. Un enorme dragón había devorado a la mujer y los niños pertenecientes al Clan de Lobos, cuando la noticia llegó al General este tomó sus mejores guerreros y partió en busca del monstruo que destruyó a su familia.
Luz de Estrellas utilizaba todas sus fuerzas para elevarse al cielo, intentando que las nubes cubran su escape, duda hacia donde dirigirse, qué lugar sería seguro para curar su herida y proteger a sus pequeños, de pronto, cerca de la puesta de sol pudo observar como el enorme dragón que veía en sus sueños se acercaba a ella diciendo:
— Sígueme, estarás a salvo en el lugar al cual nos dirigiremos.
Luz de Estrellas obedeció sin replicar, poco antes del anochecer descendieron en una alta montaña que contenía una meseta enorme en su interior, allí un grupo de dragones la esperaba.
— Bienvenida a nuestro Clan de Dragones, mi nombre es Luminosa, quién te guió a nosotros es Nube Blanca, antes de saber si puedes vivir junto a nosotros tus hijos deben rendir la prueba de Herencia y Fuego que los declarará como nuevos miembros de nuestro clan, para ello, los espíritus de dragones antiguos les visitarán.
Terminadas de decir estas palabras el cielo oscuro pareció abrirse dando paso a tres enormes dragones que sobrevolaron las cabezas de los presentes para dirigirse a los pequeños, sus cuerpos temblaron ante un evento singular, su transformación en jóvenes dragones, Ethan era un descomunal dragón blanco, la pequeña Astrid era un hermosa dragón rosa y su hermano Peter un gigantesco dragón negro, los presentes se mostraron sorprendidos , pues sus transformaciones señalaban la reencarnación de tres majestuosos dragones imperiales. Concluida la prueba los niños volvieron a sus formas originales y fueron guiados hacia unas oquedades que rodeaban la gigantesca meseta, el hogar de aquellos gigantescos seres.
Luz de Estrellas suspiró confiada, tendría un lugar protegido para que sus hijos estuvieran a salvo. Los meses pasaron rápidamente, dos años después de su desaparición el General busca aún con ahínco a su amada familia, su segundo de confianza hablo con él esa noche:
— Señor, nuestros hombres son valientes y fieles, pero hace cerca de dos años no ven a sus familias, extrañan verdaderamente sus hogares, creo que debemos volver, recibo noticias de que los bandidos se han apoderado de nuestras costas, roban nuestro ganado, y están esclavizando a nuestras mujeres y niños.
El General miró hacia la insondable oscuridad mientras decía:
— Tienes razón, debemos volver.
En cuanto quedó solo, apoyado por la oscuridad su rostro se cubrió de lágrimas. Temía lo peor para su amada familia, sabía que si aún estuviesen vivos volverían a él.
A su regreso el trabajo duro le espera, limpio de bandidos los alrededores, su Casa de Lobos era segura de nuevo, y volvía al esplendor de su pasado, a la vez inició con su investigación, atando cabos poco a poco dio con los culpables, visitó a su rival
— Sé que de alguna manera estuviste implicado en la desaparición de mi familia, pero me niego a creer que fueses tan torpe como para acabar con tu propio hijo, si es así creo que deberías morir.
— Mis planes eran robar a toda tu familia, la haría mía, tus hijos serían míos , ella me pertenecería de nuevo, mi hijo sería mi legítimo heredero… pero alguien no quería que eso sucediese, simplemente deseaba sus muertes, fui demasiado ingenuo… le afirmó Murat con tristeza en su voz. El resto de mi vida cargaré con la culpa de acabar con la vida de mi propio hijo y la mujer que no supe amar.
— Quiero saber quién fue tu aliado, tengo mis sospechas, pero temo corroborarlas… Sé que alguien cercano está implicado, quiero escuchar quien ha sido el cruel asesino que permanece en mi casa…
— Tu esposa, fue la de la idea, y el plan conjunto, creo que me traicionó, su plan fue asesinar a tu familia y luego echar sobre mí la culpa.
Tronco se retiró sin más, su corazón se sentía quebrantado, perdía a su familia y a la esposa en la que confió por años y le dedicó sus afectos, supo consolarla ante la pérdida de sus hijos, nunca la culpó debido a ello, con el fin de no acrecentar el dolor de la mujer que le acompañó en su lecho por años, jamás le hizo sentir que su nueva y bella mujer ocupaba su alma, jamás intentó degradar su estatus para que Luz de Estrellas tomara su lugar , y esa mujer conspiró para matar a sus niños. Cuando arribó a su mansión se dirigió a las habitaciones de su esposa, allí le observó llegar repleta de mimos y palabras dulces.
La observó con frialdad en su mirada.
— ¿ Por qué lo hiciste? ¿En qué momento te falle como esposo? ¿ Por qué elegiste matar a mis niños? No necesitas negar los hechos. Hablé con Murat…
— ¿Le creerás a tu enemigo? Dijo defendiéndose a viva voz. Confiarás en él, antes que en mí. Solo fui un testigo casual.
— ¡Traélo, ordenó a su mano derecha¡ Este arrastró hacia los aposentos a un hombre con una cicatriz en su mejilla, uno de los asesinos contratados por la mujer.
— ¡Dí lo que me relataste, dilo ahora¡ Ordenó Tronco con un grito repleto de furia.
— Ella nos contrató , dijo que aumentaría la recompensa si ninguno de la comitiva incluyendo a las nanas sobreviviera y para asegurar nuestra recompensa nos exigió traer al menos un dedo de las víctimas para verificar su muerte.
— ¡No le creas amado esposo¡ No es verdad… todo es falso, solo quieren separarnos… Grita la mujer en estado de pánico.
— Puedo admitir tus celos hacia Luz de Estrellas, puedo admitir tu odio hacia ella, pero hacia mis hijos no, ellos eran inocentes… jamás creí que tu corazón tuviese tal grado de oscuridad. Mírame, mírame bien, será la última vez que lo podrás hacer, te irás lejos de aquí, reniego ante los dioses de ti, te repudio como mi esposa, no deseo verte nunca más, guardias, pueden llevarla, vivirás en el Templo de las Montañas Rojas hasta tu muerte, ahora apártate de mi vista , antes que tome mi espada y acabe con tu vida.
— Luego se dirigió a la habitación de sus niños y llorando les suplicó perdón: tenía vuestro peor enemigo en casa y no lo noté, no logré protegerlos, perdonen pequeños, no saben cuanto extraño a su madre y a ustedes , quisiera morir para estar a su lado.
Sus quejas y llantos conmovieron a los sirvientes y guerreros a su servicio, era un hombre valiente que lloraba ante la pérdida de su amada familia en manos de una serpiente que él mismo protegió.
