
La Rueda de Ixnor
// Parte 2 //
Los pensamientos de Anxir fueron interrumpidos por la luz cegadora del cuerpo al desintegrarse, incluyendo su sensorio. En aquel momento Anxir reparó en el rostro desencajado de Astrigod, se acercó donde ella yacía aún de rodillas, la tomó gentilmente de las manos, para levantar su cuerpo y abrazándola cual si fuera su padre. Ella recostó su cabeza en el hombro de Anxir, dejando que toda la tristeza que dejó el extraño en su sensorio estallará.
Astrigod se dejó llevar hasta la nave, allí buscó el transportador de materia, colocándose bajo el domo de vidrio pidió a Inix enviarla a su habitación, la sensación de hormigueo en su cuerpo mitigó sus pensamientos, una vez allí , sus ojos, hermosamente negros, recorrieron las cúpulas de colores, los soles naranja a lo lejos, contrastando con aquel satélite desértico…. solo eran sombras…. sacudió con fuerza su sensorio, luego trató de arrancárselo hasta casi lastimar su muñeca, era tan parte de ella, por primera vez en su corta y monótona vida logró sentir el peso de ser una con el mayor sistema computacional del universo , un cuerpo axnar, una mente, un alma cien por ciento máquina… quién utiliza a quién?
— Astrigod, oyó decir.
La dulce voz de Inix le molestó.
— Pequeña , sé lo que ha pasado, Primus Alfa es ahora parte de ti , no debes alarmarte. Simus y Arrias conocieron del suceso por medio de sus sensorios, debes tener cuidado, vienen hacia acá. Será nuestro secreto.
La advertencia llegó segundos antes de que los científicos entraran a su habitación.
Ni siquiera se tomaron la molestia de anunciar su presencia, pensó la joven, al mirarlos notó que Simus cargaba una pequeña unidad de extracción de datos.
— Sabemos que te has visto envuelta en una muerte. Eso no es lo que esperamos de ti, jovencita, decía Arrias, mientras Simus preparaba la pequeña unidad de extracción.
— Como es de esperar que Inix proteja a su mascota, dijo sarcásticamente Simus, me veo en la necesidad de extraer información de tu sensorio, para luego procesarla en el mio.
Astrigod sonrió. Sabía de antemano que eso molestaba terriblemente a este científico, debido a su sensorio obsoleto, como solía referirse al mismo. Sin ninguna gentileza tomó la muñeca de Astrigod, colocando el sensorio de la joven dentro de la unidad de extracción, presionando un código la máquina se iluminó, los dos científicos le dieron la espalda, hablando entre ellos, ignorando su existencia.
—Hermosa vista, dijo Arrias, mientras inspeccionaba la habitación de Astrigod con la mirada, Inix la debe haber escogida para su mascota, replicó Simus.
— Por supuesto, asintió Arrias, quizás solo falte la correa, ambos rieron divertidos .
Esa fue la gota que colmó el vaso. Astrigod cerró sus ojos, disponiéndose a bloquear la extracción de datos, un poder que solo Inix conocía, era hora de utilizar el conocimiento como un arma que le permitiera defenderse.
Cuando el altanero Simus colocó su sensor en la unidad de extracción después de apartar a Astrigod, su semblante mostró desilusión. Mirando a Arrias, dirigió su muñeca hacia una pared de la habitación de Astrigod, mostró un holograma donde se veía a la chica recorrer el mercadillo de artesanos, observar cómo un axnar anciano sufría lo que parecía ser un ataque cardiaco y como la joven llamaba a la unidad médica, el anciano no era Primus Alfa, era solo un viejo artesano.
— Arrias debió equivocarse, porque ni siquiera Inix puede intervenir en una extracción de datos, el sensorio no lo permitiría, ni siquiera el de la mascota. Dijo algo frustrado Simus
— ¿Estás seguro ? protestó Arrias.
—¡ Claro! Contestó Simus, el sensorio tiene sus beneficios Arrias, pero también sus objeciones, toda la información que necesites está a tu alcance, pero si la computadora necesita algo de ti, lo obtendrá… una gran madre que todo lo ve, ¿ genial no ?
Los científicos no dijeron nada al salir de la habitación, quizás un tanto desilusionados al no encontrar un motivo para atacarme, pensó la joven.
Astrigod suspiró, al recostarse en su cama dirigió su dispositivo de conexión hacia el techo, donde millares de estrellas dejaban ver sus luces, cerró sus ojos, dispuesta a analizar de modo subconsciente la avalancha de información dejada por el anciano axnar.
A modo de sueño, como una testigo, un mundo desconocido se abrió ante ella. Un mar oscuro, sin vestigios de vida en él, la espuma que golpea a sus pies es oscura, espesa, sucia; edificios repletos de gente oculta ante una niebla que quema los pulmones, no era su mar primigenio, ni el de Moby Dick, era un depósito gigante de residuos, donde el aire quemaba, donde los axnar pelean por alimentos. Reconocía al axnar muerto ante ella, dándole vida a Inix, el primer sensorio colocado fue en él, luego la horrible mutación en su cuerpo, Arrias y Simus apartando del camino al genio científico al internarlo en una clínica médica, con la clara intención de olvidarse de Primus para atribuirse sus avances… Un lado oscuro marca desde ya el futuro de los axnar lo que dará inicio a su perdición… Observa asombrada como los alfa axnar sin ética alguna dan origen a la creación genética de los anterius como arma defensiva. La estratificación de los ciudadanos axnar, la conexión con Inix, y el grado de información que recibes de ella se adecua a tu estatus en dicha sociedad. Los alfa tenían acceso ilimitado a la IA, los demás la recibían según las funciones de su entorno. En los anterius el sensorio fue eliminado, puesto que ellos solo deberían obedecer, sin necesidad de entender el por qué. La creación de seres vivos como simples piezas de utilería, la debilidad de los tres científicos restantes ante la ambición desmedida de Arrias y Simus, la rebelión de los Anterius… un recuento siniestro de la verdadera sociedad axnar. Ahora Astrigod era consciente de que solo un cambio drástico salvaría a su raza. La lucha da inicio…
Capitulo 1 // La Rebelion de los Anterius
Inix, exclamó Astrigod, necesito datos, envíalos como programa de órdenes. Utiliza el código Moby.
Inix obedeció. Astrigod recibió la andanada de información, por medio de claves, números, gráficos…
En el Cuatro mil treinta, Tierra había llegado al punto de contaminación máxima, la capa de ozono cubría apenas las dos terceras partes del planeta, la radiación mutó plantas, enfermó a los axnar, rompió la cadena sutil que unía el planeta a los seres vivos… Un gobierno, fungía como ente único, escogiendo a los científicos más brillantes de su raza para crear la tecnología que los salvaría de aquella debacle, producida por ellos mismos. Inix fue el resultado, la computadora con IA más avanzada del universo conocido. Primus alfa colocó en ella, un tipo de moral llevado al paroxismo, una ética tan intrínseca que generó en ella una ambivalencia donde su sentido de culpabilidad dañaba sus decisiones. Ello fue aprovechado por los axnar más ambiciosos. Luego de que Primus diseño el sensorio, al presentarse como el primer conejillo de indias con el resultado aterrador , Inix pareció perder su lógica, por lo que debió someterse a la casi eliminación de su sistema llamado Grillo, para ese momento Primus alfa había desaparecido, bajo un complot de olvido. El planeta colapsaba , la decisión de usurpar otro fue tomada rápidamente, Inix fue la encargada de escoger la nueva Tierra, los Anterius serían el grupo de avanzada, bajo las órdenes de Simus y Arrias, limpiaron dicho planeta de cualquier especie que pudiera convertirse en un peligro para los axnar, dos años luz después, la raza axnar pobló el planeta Tierra I, llamado así en honor a su predecesor. Sin embargo, el gobierno de Tierra I Uno ha decidido por consejo de los científicos, erradicar los Anterius, pues durante esos pocos años, fueron capaces de crear una organización, se reprodujeron e incluso exigieron derechos… tornándose en un peligro para la nueva sociedad. En un silente despliegue, los Anterius empezaron a ser eliminados. El nuevo gobierno no tomó en cuenta que los Anterius fueron creados para el combate, genéticamente dotados de características como fuerza, adaptación al entorno y un máximo sentido para la sobrevivencia, la lucha se tornó feroz, los Anterius rápidamente equiparon su ejército con naves, armas. Mercenarios galácticos irrumpieron en sus filas, tornándose en poderosos enemigos, tanto , que los axnar debieron tomar la decisión de seguir en Tierra I o huir para proteger sus vidas, una triste coincidencia el que los Anterius creados para ejercer la defensa, el trabajo pesado, permitieron al resto de la sociedad axnar aumentar sus capacidad intelectual a un nivel nunca antes conocido, pero físicamente débiles , sin capacidad combativa, un blanco fácil para la extinción.
El terror de los axnar alcanzó su clímax, cuando los anterius conocieron el valor del conocimiento, ayudados por científicos en otras galaxias lograr crear los «extractores», máquinas capaces de absorber toda la inteligencia que reside en los axnar . Los alfa fueron la presa más codiciada. Por el bien de la sociedad axnar, el gobierno y el grupo de científicos decidieron huir… el resto de la historia ya la conoces Astrigod oyó decir a Inix
Astrigod permaneció en silencio, en cierta ocasión, Arixo preparó para ella un combate llamado Sombra, basado en una antigua cultura oriental, cuando quiso conocer más acerca de esa cultura recordó signos, hermosos dibujos en los cuales se relataban historias tan semejantes a la anterior, donde el orgullo, y la ambición desmedida producían iguales secuelas. Levantándose de un salto toma su ordenador, allí describió, calculó y organizo datos de lo que parecía ser una nave diferente a las que se hallaban en sus hangares Pidió a Inix los elementos y el espacio para crearla, Arixo le ayudaría junto a los nano robot de ingeniería, un proyecto secreto… Dos semanas más tarde una pequeña nave surcaba los alrededores de la base alfa, sin tripulación alguna era capaz de producir hologramas tan reales como los proyectados por el sensorio , su rastreador y red de análisis era capaz de cubrir distancias enormes. La nave llamada el husmeador discreta, eficiente, fue lanzada al espacio esa tarde, recorrería miles de años luz ubicaría los anterius, los mercenarios, su nivel de desarrollo armamentista, el plan de Astrigod se basaba en la defensa, conoce la fuerza de tu enemigo decía , descubre sus debilidades. Sería guiada por su instinto, un carraspeo inundó su garganta, sin saberlo repetía el tic de Primus Alfa cuando este se ponía algo nervioso, el proyecto debería salvaguardarse de los científicos hasta el momento en que hubiese sido terminado. Algo cambiaba dentro de ella, no luchó. Sintió de antemano que debía ser de ese modo.
Al amanecer recorrió la base, descubriendo un lugar por donde salir fuera del domo protector, regresaría antes de que la segunda luna se ocultará. Sus pasos eran firmes y seguros .Fuera del domo, la superficie levantaba un fino polvo a cada paso de Astrigod, una túnica protegía su cara, respirar era difícil, miró el paisaje desolador, algunas mandras crecían en tal lugar, estos semejaban cactus cubiertos de pequeños tentáculos que absorben el polvo cósmico como fuente de alimento. Su cubierta era gruesa, conformada por los mismos materiales absorbidos por sus tentáculos, cuando la lluvia empezaba, los tentáculos vivos se ocultaban bajo ese grueso caparazón. La joven llegó hasta el primer grupo de mandras, tomando las pinzas de titanio, raspó hasta obtener un polvo fino, lo colocó en el sensorio, ordenó a Inix su evaluación molecular, eliminar los elementos dañinos, resguardar los que protegían a las mandras de la radioactividad, copiar su composición, diseñando un traje para Astrigod. Cuando la joven axnar colocó el sensorio sobre su piel ordenando el traje mandra, su piel se cubrió de una fina malla metálica, cada célula de su dermis cubierta con este material. Lo necesitaría en su búsqueda, las lluvias radioactivas eran imprevisibles.
Capitulo 2 // La Rueda de Ixnor
Hacia el oeste la segunda luna se ocultaba, Astrigod aceleró sus pasos, buscaba la vieja estación de avanzada, su respiración era difícil a causa del polvo, de pronto su rostro esbozó una sonrisa. Allí estaba. Un edificio cónico, con un hangar al lado, el primer edificio construido para poder establecer un centro de comando, donde materiales y naves llegaban para construir la base alfa. El edificio estaba en ruinas, sin domo protector el metal se deshacía lentamente. Astrigod penetró en la base, paredes derrumbadas, máquinas deterioradas, sus ojos buscaban en el suelo, al llegar al centro del edificio, ella golpeó con sus botas lo que parecía ser un panel con el logo de los alfa. Un sonido seco recorrió el lugar, el panel cedió, un elevador surgió de las entrañas del edificio.
Astrigod subió a él. Una voz profunda le saludaba.
—Bienvenido doctor Primus, coloque su sensorio para identificación. Astrigod obedeció, colocándose dentro del ascensor dando inicio al descenso.
La iluminación era débil pero suficiente, a través de las paredes transparentes del ascensor , una tierra rojiza rodeaba a la axnar. El ascensor se detuvo, la mente de Astrigod calculó la distancia basándose en el tiempo de llegada. Casi 780 mts, pensó. Apenas protegería lo que se ocultaba allí por unos dos años luz, hasta que la lluvia radioactiva llegara a esa profundidad, deteriorando el equipo. Una habitación enorme, llena de lo que parecían ser armas y suministros recibió a la joven. Al abrir el ascensor, una potente luz iluminó el lugar, los ojos de Astrigod tardaron segundos para adaptarse, sus pies avanzaron lentamente, asombrada miraba en el centro de la habitación, un triángulo sostenido a escasos metros del piso una esfera generaba una luz oscura, rodeada por anillos de luz , al acercarse un poco más, recordó las historias que escuchaba de los artesanos, la fuente de poder más poderosa e inextinguible del universo, una estrella oscura.
Pero ¿ por qué se hallaba en ese sitio? Pensaba la joven.
Rodeo el triángulo, extasiando su mirada en la luz que irradiaba, una fuerza extraña recorría su ser. Un reflejo en la esfera la hizo volver su cabeza, allí, en un contenedor criogénico, una figura humanoide se distinguía, se dirigió hacia donde se encontraba, su respiración exaltada se convirtió en un respingo de sorpresa ante lo que veía. Era un ser rechoncho y pequeño, su rostro era similar al de los axnar, sus ojos eran almendrados, su nariz pequeña contrastaba con una boca grande y carnosa. Un panel de vida en la parte alta del contenedor registraba el año de criógenesis, excepto por los símbolos que se encontraban en él, lo demás era escritura axnar.
Astrigod colocó su sensorio sobre el panel, pequeñas luces de comando se activaron. Ella dio un paso atrás, solicitó a Inix el haz de vitrión un pequeño sable , con empuñadura de metal, que se adapta perfectamente a su puño, una extensión de su mano, que terminaba en un delgado hilo de un material conformado por partículas minerales y vítreas, con una dureza extrema, capaz de cortar desde una hoja, hasta el metal más grueso. En el cuerpo de Astrigod, sus músculos se tensaron, al notar que el ser registraba pequeños movimientos, su rostro se contrajo en un rictus, preparándose ante un posible ataque, los segundos parecían desplazarse como si fueran horas, el sonido de la lluvia radioactiva contra el viejo edificio la distrajo, ante ella, la compuerta del contenedor se abrió, una tos seca se oía, una voz chillona salía del vapor, Astrigod se preparó, dio un paso atrás, su cuerpo tomó la posición básica del esgrima, su mano con el arma era sujetada con fuerza.
El ser salió del contenedor, era aún más pequeño de lo que parecía. Hablaba y hablaba…
—¡Maldita sea el momento en que me dejé convencer por Primus! bastardo desgraciado, todavía puedo oírle…¡solo serán unos cuántos años luz!… sí, fíjate nada más mocosa y dime que dice el contador… decía el desconocido mientras la veía con desdén.
