
Una Historia Navideña
// Parte 2 //
Al avanzar el paisaje era desolador, algunos de los arboles yacían en el suelo, como si una extraña enfermedad los afectara, no existían señales que indicara violencia en ellos, manchas oscuras en su tronco eran la marca de la energía del olvido que tomaba el hermoso paisaje.
Aran presintió que la búsqueda del Báculo conllevaba un misterio sin resolver. Su mente deductiva inició el proceso: una joya mágica monumental robada de un lugar inexpugnable, con ayuda interna… actividades poco frecuentes antes del periodo navideño, pues este lapso de tiempo era bien acogido por las criaturas del Polo Norte para hibernar, ahora al parecer el pico de actividad había sido más intenso que en los meses de verano o primavera boreal, algo no calzaba en todo el engranaje de aquella sustracción, y ahora, cuando los árboles de caramelos y melcochas debían estar en plena producción una desconocida plaga atacaba. El llamado al centro de planificación fue inmediato, necesitaba ideas acerca de lo que sucedía, sus subalternos podrían ser de gran ayuda.
Harper de inmediato se despidió de su amiga Jolie , diminutivo cariñoso con el que solía llamarle.
Bunnie dejó de jugar en línea, con rostro hastiado se dirigió a la reunión, Carpenter apartó a un lado el nuevo diseño del dispositivo para detectar Espectros, pues estos tenían la habilidad de ser invisibles durante periodos a lo largo del día, lo que impediría estar atentos ante su ataque, Waiti metió al horno su famoso pastel de manzana y canela, sería un buen postre para acompañar la sopa de patata que había preparado, olisqueó el pastel antes de meterlo al horno, la canela era su especia favorita, y si no fuese porque los chicos eran algo quisquillosos todas sus comidas llevarían una pizca de canela.
Las dudas de su comandante fueron expuestas de inmediato.
— Qué tal si capturamos a uno de los espectros y le torturamos hasta sacar la información que posean, eh? Dijo Bunnie
— Oye, somos un equipo especial de protección, captura y tortura no están incluidos en nuestros procedimientos… arguyó Harper algo molesto
— Bah, cómo piensas que obtendremos información de esos espectros, invitándoles a una cena , obsequiándoles una canasta gourmet, ah, tengo unas mejor idea, mandemos a nuestro chef para que les prepare postres que puedan endulzar sus amargos corazones, Eh, eh, detén tu tren allí, ¿Qué mosco te ha picado ? Reclamó Waiti con fastidio. Deja de escupir sarcasmo, que yo no me meto contigo.
Carpenter les observó un tanto divertido, aún se pregunta cómo Bunnie era parte de un equipo exhaustivamente preparado por la Ciudad del Polo Norte, bien no debía dudar de los comandantes a cargo de la elección.
Aran les mira con enfado. Mientras golpeaba con fuerza la mesa para llamar su atención .
— No sé qué más podría preocuparme, una misión cuyo objetivo no tiene pies ni cabeza o ustedes . Existen demasiados agujeros en esta historia, los puntos no pueden ser conectados, las preguntas exceden por mucho a las respuestas, no estoy de acuerdo con Bunnie respecto a sus métodos, sin embargo creo que será necesario llevar a cabo una incursión a territorio enemigo, esta noche debemos prepararnos. Waiti irás con nosotros, serás nuestro vigía.
— Oye comandante, iremos a una excursión a la zona de los Espectros durante las horas nocturnas, y pondremos a este oso a cargo del punto de alerta. ¿Deseas nuestra muerte acaso? Reclamó Bunnie
— No te preocupes, dijo Waiti confiado, llevaré a Bee, es nuestra oveja de la suerte, nos protegerá. Dijo con una sonrisa.
— Eh, oso de la realeza, tengo una pregunta para ti, ¿Esa cosa nos va a dar buena suerte? ¡Estamos a kilómetros de nuestros hogares, a dos semanas de la navidad, enfrentaremos las tormentas de nieve y el frío polar pronto, el bosque de los caramelos y bastones tiene una horrible plaga, esta noche llegaremos a la zona de los espectros a buscar respuestas, y te jactas de tu oveja de la suerte, qué clase de suerte es esa! Deberías de deshacerte de esa brujería le dijo, mientras intenta arrancarle a Be del cuello a su compañero.
Aran detuvo de inmediato la pelea.
— Tienes demasiada energía para repartir Bunnie, liderarás al equipo esta noche. Espero que tengas la misma energía cuando un Espectro intente atacarte.
He terminado la reunión, dijo Aran con seriedad, Carpenter te necesito, quiero probar el dispositivo del que me hablaste.
En tanto Bunnie y Waiti se miraban con recelo. No perdonará que su compañero amenace a su amiguito. Se mantendrá lejos del fastidioso soldado.
La oscura noche dió lugar a un ambiente propicio para el grupo, sus trajes de camuflaje nocturno fueron los adecuados para avanzar sin ser notados , uno de los espectros rondaba por el sitio, su aspecto fantasmal era impresionante, su figura de gran altura emitía un resplandor blanquecino, por lo que se llega a detectar un aura malévola en ellos.
Las trampas de energía fueron colocadas, tendrían segundos antes de que el ente pudiera escapar, una de ellas a pocos metros de Harper fue activada, el ser desapareció, el dispositivo de energía marcaba que un elemento había sido contenido en su interior, Carpenter se acercó con el detector de espectros, y disparando una luz hacia él pudo configurar su forma de nuevo.
Aran se acercó y preguntó con firmeza:
— ¿Qué sabe tu tribu acerca de lo que sucede con el robo del Báculo Mágico? Fue alguno de ustedes, si es así deben entregarle de inmediato, no tomaremos represalias, solo deseamos que la navidad se lleve a cabo sin retrasos.
Una risa malévola salió del espectro.
— ¿Creen que nosotros hemos tenido algo que ver con ello? Siento desilusionarles, tenemos nuestros propios problemas, nuestra energía primordial se ha visto disgregada, la aurora boreal que nos permite acceder a su poder ha disminuido, he escuchado que el territorio de los tigres de la nieve sufre los estragos del hambre, las cosechas de algodón de azúcar, los arbustos de caramelo y miel han sido dañados por una terrible plaga negra que ya ha llegado hasta aquí. ¿Para qué diablos robaríamos su fuente del Espíritu de la Navidad? Desde la batalla primigenia decidimos no intervenir con la Ciudad del Polo Norte.
— ¿ Debemos creerles? Dijo Bunnie mientras apunta su arma hacia el ente.
— Solo pregunten a las Brujas Blancas por el Libro de los Secretos, nadie intenta engañarles, pero por lo visto no han sido informados de la verdad. Es hora de que lo hagan… será divertido descubrir quién está tras todo este complot para acabar con la época navideña. Advirtió el espectro.
—¿Qué hacemos con él, jefe, lo torturamos para sacarle la verdad? Preguntó Bunnie malencarado.
— Acaso tu infancia no fue buena, por qué intentas resolver todo con violencia… espetó Harper.
— Hablo el hada encantadora ¿ crees que nos ha dicho la verdad? Niña ingenua. Respondió Bunnie de forma burlona.
— A quién llamas nena, eh, quieres que de tu boca no vuelva a salir una palabra, le amenazó Harper en tanto caminaba hacia él.
El espectro rió con fuerza de nuevo, dirigiéndose a Aran.
— ¿Este es el comando especial que logrará poner la nochebuena a salvo? Parece que el viejo Santa envejece demasiado rápido.
Aran ordenó que fuese liberado, mientras contemplaba molesto al resto del equipo. La disciplina había volado en trozos en su grupo de alfas, suspira con desánimo, quizás solo estaba cansado de liderar tantas batallas en pos de que los niños humanos disfrutasen de la inocencia y el encanto del espíritu navideño. Quizás era hora de retirarse, le dolía admitir que cada época era más difícil convencer a los humanos de someterse ante una fuerza tan poderosa como lo era el amor universal.
Volvieron algo desalentados al campamento, al día siguiente tomarían el camino hacia la aldea de las Brujas Blancas, su última esperanza para acabar con aquel acertijo en el que se había convertido su búsqueda del Santo Grial navideño.
La tarde fue bañada de un tenue color naranja, la advertencia de que ingresaban a territorio vedado, Harper estaba algo nervioso, de pronto un mensaje fue enviado a sus comunicadores, la Reina Fad reclamaba la incursión a su territorio y amenaza en convertirles en estatuas en hielo para su jardín de nieve, el mensaje era claro, Aran respondió que respetarán el llamado, no sin antes unas preguntas a su majestad.
Ella apareció ante el vehículo del grupo en medio de una tormenta de pequeños y hermosos cristales de hielo, la apariencia de la bruja de nieve era imponente, su belleza clásica los hizo suspirar, el azul intenso en sus ojos, la piel cobriza, sus largos cabellos blancos, Harper observó con detenimiento, era la vivida imagen de su amiga, cuando ella alcanzara su madurez sería similar a la bella reina, el anhelo en su corazón se disparó.
La Reina habló en tanto miraba a Aran:
—Tienes demasiadas preguntas, tu corazón ha cambiado amigo, tu confianza ha sido menguada, tus respuestas están dentro del Corazón de Diamante, es el lugar donde yacen los Espíritus Primordiales que dieron inicio a nuestros mundos, el mapa para guiarte estará en tu equipo de exploración, te deseo suerte, tú y tus amigos enfrentarán la máxima de las pruebas, encontrarás lo que buscas allí, lo garantizo. Luego miró a Harper y con determinación emitió la siguiente orden:
— Aléjate de mi hija, de lo contrario te convertiré en un recuerdo, desapareciendo entre la tormenta de nieve que la había traído.
Los demás miraron a Harper con curiosidad ¿ Qué significaba dicha amenaza? El escabulló su mirada, ningún riesgo haría que sus sentimientos hacia su amiga sufriesen algún cambio. Dirigiéndose hacia el vehículo encontraron la dirección exacta del Corazón de Diamante, una antigua mina, cercana al territorio de los Tigres de la Nieve. Hacia allá se dirigían, al menos tardarían tres días de camino, dunas de nieve reinaban el paisaje, las montañas alrededor lucían oquedades, que eran muchas veces tomadas por los tigres como sus hogares.
Estos fueron confinados a ese sitio, por los ataques a las manadas de renos, no se alimentan de ellos, pero combatían por su voraz apetito por los brotes de los árboles de dulces y su adicción hacia las plantas de algodón de azúcar por lo que sus enfrentamientos territoriales eran reconocidos por la seguridad de la Ciudad Norte, y es que a su pesar los renos migran a través de todo el territorio del polo, no podrían de ninguna manera controlar su población ya que cada tres mil renos era dado a luz un reno mágico, saber de antemano cual hembra daría a luz uno de ellos no era fácil, por lo que Madre Naturaleza era la encargada del delicado ciclo, después de su nacimiento eran trasladados a los establos reales donde iniciarán su entrenamiento para conducir el trineo de su Señor de Barba Blanca.
La solución fue simple, un río de aguas termales que impedía que se congelase, fue la frontera natural para aquellos enemigos, cruzar sería fácil para el vehículo que disponía de equipo anfibio. Pequeños peces de colores poblaban sus aguas, en cuanto cruzaron los rugidos de los enormes tigres surcaron el aire, no deseaban enfrentamientos, la velocidad de su transporte aumentó, ni siquiera se detuvieron a descansar, sus horarios apenas les permitían comer y descansar algunas horas, la entrada a las míticas minas fue avistada al amanecer. La orden fue dada por Aran, dejarían el vehículo fuera del lugar, ingresarían con el equipo adecuado, antes de hacerlo un grupo de tigres blancos les impidió el paso.
— Nadie puede entrar, las minas se encuentran dentro de nuestro territorio, el tratado con Ciudad Norte lo estipula de esa manera, si el pacto es roto podemos tomar sus vidas. Dijo el tigre blanco más grande y fiero del grupo, Bunnie dedujo por su apariencia y autoridad que era el famoso rey Jura, reconocido por su fuerza y fiereza.
— Aran le relató la necesidad de su ingreso: Debemos encontrar el Báculo Mágico, fue sustraído de nuestras bóveda de seguridad.
— ¿Me engañas acaso? Te refieres a la bóveda donde yacen las esferas mágicas, eso no es posible, dijo mientras se separaba de sus subalternos y caminaba imponente dando vueltas alrededor del equipo de los guardianes. Intentas decirme que el viejo barbón les envió a esta misión suicida, ahh, nunca creí que su majestad tuviese esa predisposición al engaño y los trucos sucios… interesante, replicó mientras ronroneaba de manera amenazante. Bien, si su Señor les envía a su propia muerte no hay nada que pueda hacer, buena suerte, dijo riendo con sarcasmo, la necesitarán.
El equipo se mira en silencio, las dudas empiezan a aflorar, qué diablos era todo aquello, parecía que la gente alrededor sabía más de los que ellos suponían, fueron enviados a una misión que era de todo menos secreta por lo visto.
— Oigan amigos, tengo una extraña sensación en mi estómago, temo que esta misión secreta solo guarda el secreto para nosotros, creo que es demasiada casualidad que el espectro y este Rey de los tigres blancos se rieran de nosotros de esa manera. Es como si todos supieran de qué se trata esto a excepción de nosotros. Eso me da mala vibra. Dijo Bunnie.
— Por primera vez en mi vida estoy de acuerdo contigo, dijo Carpenter.
— Lo mismo digo, apuntó Harper, esto se está convirtiendo en un juego del gato y el ratón, todo esto me da mala espina.
Aran solo observa hacia la entrada de las minas con curiosidad. Un reto singular es lanzado ante ellos, al parecer sus vidas se encontrarán en riesgo, dió al pequeño oso la orden de que los esperase dentro del vehículo, este lo contempla de forma retadora.
— Deja de menospreciarme, puedo ser de utilidad afirmó mientras cargaba en sus espaldas las raciones de alimentos militares y algunos bastones de caramelos de menta, quizás ocuparan de energía extra.
— Disculpa, tienes razón, durante todas nuestras misiones has sido eficiente, somos un equipo, formemos el círculo de victoria.
Todos se reunieron alrededor, colocaron su mano derecha una sobre otra hacia el centro del grupo y ante el grito de LA VICTORIA ES NUESTRA, levantaron sus brazos al cielo pidiendo protección.
Dentro de su oficina Santa les contempla, se muestra preocupado, su Primer Asistente le pregunta si desea una jarra de chocolate caliente.
— Si, necesito calmar mis ánimos, la verdadera prueba para el equipo ha comenzado. Dijo con voz misteriosa.
La entrada poseía dos enormes columnas que sostienen un dintel donde en letras griegas se lee La Esperanza es la Fuerza Eterna , las pulidas paredes de hielo semejaban un espejo donde el equipo fue reflejado, Harper nota como las imágenes reflejadas se movían a su antojo para desaparecer después, incluso sus sombras fueron sustraídas respondiendo a un extraño sortilegio. Aran observa con detenimiento, se enfrentaban a una ancestral magia proveniente de la genealogía de los Maestros Blancos, hacía mucho tiempo había dejado de creer en los encantamientos provenientes de la Ciudad del Norte.
El explorador les guiaba hacia el salón de los Viejos Maestros, con resquemor en cada paso dado su instinto estaba en máxima alerta, era preferible enfrentarse a 100 espectros o igual cantidad de tigres blancos, incluso las brujas serían menos peligrosas que la magia que residía en cada uno de estos Maestros. Un enorme salón les recibió, las sillas con sus altos respaldos lucían pequeñas en comparación a quienes estaban sentados frente a ellos. Con ropas blancas, y una túnica que cruzaba su pecho de color bermellón su aspecto adusto era intimidante.
— Bienvenidos, escucharon una voz amable. Es hora de permitirles el ingreso al portal de las Esencias, espero que puedan encontrar sus respuestas. Y diciendo estas palabras señalaron hacia una de las paredes cuyo relieve era el de miles de copos de nieve que presentaban un diseño gráfico espectacular. Una espesa niebla emana del frío suelo, una puerta se abría ante ellos, era hora de ingresar.
Un viento helado caló en sus huesos, caminaron en silencio, guiados por un sendero de piedra gris, no lejos el instinto guerrero de Aran recibía una alerta, el espectro frente a ellos les observa en silencio, Carpenter contempla su detector de seres espectrales, era extraño , no detectó aquella fantasmal presencia. Bunnie sacó su arma de polvos picantes y disparó sin dudar sobre el ser. Este desapareció emitiendo una queja de dolor. Harper se detuvo, un precipicio colosal les impedía continuar, escucharon un ruido tras ellos, cientos de agujas de hielo se dirigen a ellos, el lugar era una completa trampa, Aran activo el escudo de defensa para el grupo, Carpenter logró encender el nuevo aditamento en sus botas militares, podrían sostenerse en el aire por algunos minutos, se lanzaron al precipicio, hallarían la respuestas costare lo que costare, apenas lograron llegar a la orilla contraria. Las agujas de hielo continuaban siendo disparadas desde las brillantes y frías paredes. Corrieron hasta sentirse a salvo, una gigantesca gruta les recibía repleta de antiguos tesoros, admirando en silencio la belleza de las piezas enmarcadas en oro y diamantes, huesos blanquecinos parecen desperdigados por el sitio. Harper dio un aullido de dolor, una flecha fue clavada en su espalda, mientras cae al suelo grita alertando a sus compañeros. Aran intenta llegar a él, no lejos lo que parecía una esclusa dentro del recinto les resulta esperanzadora, podrían escapar de las flechas enemigas por aquel pequeño agujero.
Arrastrando a su compañero logran huir de la lluvia de flechas, el chico sangra profusamente, Bunnie busca en su equipo personal el pequeño atado con una cruz roja que proveía unos cuantos medicamentos de emergencia, coloca el polvo antiséptico en la herida de su compañero, La punta de la flecha había perforado los músculos, sería difícil de extraer, sobre todo porque el plumón de ave que la adornaba respondía a la característica distintiva de los Osos de Nieve, especie que según datos antigüos había desaparecido del Polo Norte, reconocidos como guerreros cuyas flechas contenían un poderoso veneno, su forma diamantina en la punta de estas hacían imposible su extracción. Aran se sintió culpable, era el líder y no pudo prever esta ominosa trampa. Bunnie contempla ansioso como Harper comienza a mostrar sendos moretones por todo su cuerpo. La magia contenida en las armas disparadas era el reflejo de que incluso en aquel paraíso el mal lograba lucir su desagradable rostro. Waiti observaba en silencio, de pronto sacó a Be de su resguardo, todos le miraron sorprendidos, el oso hizo su invocación: Alebriges mágicos, espero su ayuda.
Al momento la pequeña mascota de Waiti explota en miles de colores que se reflejaron en las pulidas paredes de hielo, un enorme ser mágico en forma de tigre apareció ante ellos, sin decir nada se introdujo en el cuerpo del herido, el impresionante encantamiento aparecía frente a ellos, seres protectores tomaban el cuerpo de su amigo, la punta de la flecha apareció en el hocico del ser mágico, que la dejó caer al suelo, se inclinó haciendo una reverencia ante los guerreros y desapareció dentro de Be. El grupo no podía creer lo sucedido, al mirar a Harper levantarse e indicar que se sentía muy bien le abrazaron con fuerza, nunca antes en ninguna de las misiones uno de ellos había puesto su vida en peligro. Por primera vez en sus largas existencias agradecieron el seguir siendo aquel bizarro grupo de guardianes. Su camino continuaba, hasta llegar a un salón de apariencia desolada, Aran fue el primero en ingresar al lugar, dentro de éste un atrio de hielo lucía impresionante, donde un enorme libro con sus hojas abiertas parece esperarle. Un ligero viento voltea las páginas en cuanto la totalidad del grupo ingresa.Una voz cristalina salió del libro:
Bienvenidos, es hora de que conozcan su propia verdad, uno a uno deben colocar sus manos sobre las páginas que les indicare, es hora de hallar su fuerza primigenia.
Aran fue el primero en dirigirse al atrio y colocar sus manos sobre las páginas indicadas, como líder era su deber. Los símbolos y letras en latín tomaron su mano como si quisiesen formar parte de su cuerpo, dentro de su piel, de su mente, los segundos se convirtieron en minutos, los minutos en horas, se vio arrastrado a su niñez, disfrutando las navidades con todo su ser, compartiendo con su familia y amigos, su corazón explotaba a cada segundo inmerso dentro de la magia de la navidad. Por años esa cálida sensación crecía sin límites, sin embargo los últimos años ya no se sentía de la misma manera, cada vez era más difícil encontrar el verdadero sentido de las fiestas, los árboles, las cenas, los juguetes, la nieve, el frío que acuña esa época se perdía en un mundo frío y desconcertante, incluso los niños desarrollaban un tipo de actitud distante de la magia que debía envolver sus corazones, cada vez era más difícil mantener la edad para que los pequeños pudieran disfrutar de las navidades. Sin saberlo todo aquello minaba su fe. Se había convertido en un guerrero que defendía algo en lo que ya no creía. Sus cavilaciones dieron paso a su desánimo, se preguntaba si sería necesario intentar con el Báculo llevar la esencia de la navidad fuera de su reino. Si no sería mejor olvidar el mundo mortal y enfocarse en vivir una vida plácida y tranquila. La magia navideña solo existiría dentro de la Ciudad Polar del Norte, el resto olvidaría esa época sin siquiera dudarlo. Su corazón exhalaba una oscura niebla que se fue apoderando de sus sentidos.
Harper observó a su alrededor, era un soldado ingenuo, obediente, sin cuestionar sus enseñanzas, pese a ello ese día en particular la tristeza inundaba su corazón. Su ser no encontraba un sano equilibrio en ser tan cándido o convertirse en alguien tan aprehensivo que no disfrutara de las cosas pequeñas de la vida. Se sentó sobre el suelo y tomando la posición clásica de yoga intenta encontrar al menos una respuesta para sus dudas. ¿Cómo encontraría el adecuado equilibrio entre ambos mundos?
Bunnie observó con detenimiento su infancia en casa de sus amorosos padres y a pesar que su padre fuese considerado un odioso ogro nunca sufrió de carencias en su hogar, reconocía que su progenitor era de esa manera y lo aceptó con gentileza, hasta que éste murió. Lamentó haber lastimado a sus amigos con odiosas palabras, jurándose a sí mismo que nunca más lo haría.
Carpenter había relegado los instintos por sobre la tecnología que contenía la promesa de solucionar todo problema, pero ante la herida de Harper solo pudo orar y observar como el mítico ser con forma de tigre salvaba a su compañero. La magia en nuestras vidas era algo imprescindible.
En este recuento el único al parecer que no fue afectado fue Waiti, su esencia era demasiado simple para ocultar dobleces en ella, amaba realmente la navidad, amaba Ciudad Norte, tenía profundos afectos y lealtad hacia sus amigos y compañeros de equipo, jamás tendría la menor duda de que este mundo era mejor con la navidad en él…
El libro hacía honor a su nombre como el Libro de la Verdad, en ese momento los guerreros sucumbieron ante sus profundos temores, a sus dudas, no quedaba nada en su esencia primordial que no fuese contemplado por ellos mismos. Ahora deberían encontrar la solución al problema. Retomaron el camino de salida, el Báculo no estaba en el sitio. Aran sonrió, se hallaba en un sitio más profundo de lo esperado. Esta vez se encuentra seguro de hallarle para que la navidad resplandezca con fuerza.
Al salir de las Minas de Diamante, retomaron de nuevo la investigación, analizaron los hechos uno a uno, encontraron pronto la respuesta, se dirigieron a Ciudad Norte, las tormentas de nieve caerían pronto y les haría difícil el camino de regreso, agradecieron el tener aliados que les guiaron hacia la respuesta.
Varios días después el grupo tenía una reunión con Santa para informar sus descubrimientos y donde sería hallado el Báculo. Aran miro retadoramente al Jefe Santa:
— Estás repleto de trucos, viejo, contempla por ti mismo el resultado de nuestra investigación, el sujeto que robó el Báculo de la Esperanza se halla frente a mi, tomando una enorme jarra de chocolate endulzada con caramelo, acaso me equivoco, preguntó señalando a Santa.
— Ningún plan es infalible, es cierto, les engañé, necesitaba tener a mi equipo listo para las navidades, pero al enviarles a revisión médica descubrí a mi pesar que mis guardias de confianza no tenían ningún interés por la época mágica que se avecinaba, planee poner las cosas interesantes. Bunnie intervino molesto:
— Tanto esfuerzo para nada, jamás creí que un santo pudiese estar tan lleno de malicia, qué caray, de todas maneras tengo una pregunta para ustedes. ¿ Dónde diablos se halla el Báculo de la Esperanza?
— Se lo dices tú o se lo digo yo, preguntó Santa a Aran.
— El orden de los factores no incidirá en el resultado, el Báculo es un contenedor de energía, un recipiente para la magia de la navidad. Sin embargo dicha energía desaparecía en el mundo real a pasos agigantados, por lo que en cuanto mis mejores hombres presentaron los síntomas que noté antes, fue necesario tomar cartas en el asunto. Necesitaba que recuperasen el aliento primordial de la Magia Navideña, y al parecer lo lograron. Respondió Santa .
— De nuevo retomo la pregunta, dijo Harper¿ Donde está el Báculo?
— No comas ansias chico, te lo diré pronto, dijo Santa con una sonrisa.
— Creo que sé la respuesta, observó Carpenter. El Báculo nunca abandonó Ciudad Norte.
Santa reapareció con el brillante Báculo de Cristal, luego observó el grupo con mirada pícara.
— Es hora de que devuelvan lo hallado dijo de forma enigmática, dirigiendo el artefacto mágico a cada uno de ellos. En un segundo la energía de los chicos era guiada hasta él. Lentamente fue recuperado el místico encanto que rodeaba esta época, repleto el aparato emitía incesantes destellos de luz.
— La magia reside en cada uno de nosotros, inmutable, ajena a lo que ocurre alrededor, su única debilidad reside en que no puede combatir lo que se genera desde dentro. Hoy, damos la bienvenida a una nueva era, en la cual recordar la dulce sonrisa de un familiar o un leal amigo nos llena de buenos momentos, ah, por cierto, Waiti recibirá la Cruz de Honor, fue el único que permaneció incólume ante la desesperanza. No podemos darnos por vencidos de ninguna manera, el mal no descansa. Cada uno de nosotros debe combatirle, me siento orgulloso de ustedes. Recuerden nunca debemos darnos por vencidos, no importan los retos, la tristeza, el dolor, son parte del entorno en nuestras vidas, pero debes recordar con toda la fuerza del corazón las Sagradas Palabras de Ciudad Norte:
— TODO PASARA, MANTENTE FUERTE, TODO SERÁ UN LEVE RECUERDO, PORQUE ES LA MANERA EN QUE LOS HUMANOS PODEMOS SUPERAR NUESTRO DESTINO.
FELIZ NAVIDAD, NUNCA OLVIDEN SOÑAR. HO HO HO.
FIN
