Parte 2

Una Historia Navideña

// Parte 2 //

Al  avanzar el paisaje era desolador,  algunos de los arboles  yacían en el suelo,  como si una extraña  enfermedad  los  afectara,  no existían señales  que indicara  violencia en ellos,  manchas oscuras en su tronco  eran la marca de la energía del olvido que tomaba el hermoso  paisaje.

Aran presintió  que la búsqueda  del   Báculo  conllevaba  un misterio sin resolver. Su mente deductiva  inició  el proceso:  una joya mágica monumental robada  de  un lugar inexpugnable,  con ayuda interna… actividades poco frecuentes antes del periodo navideño, pues este  lapso de tiempo era  bien acogido por las criaturas del Polo Norte para hibernar,  ahora  al parecer  el pico de actividad había sido  más intenso  que en los meses  de verano o  primavera boreal,  algo no calzaba en todo  el engranaje de aquella sustracción, y ahora,  cuando los árboles de caramelos y melcochas debían estar en plena  producción  una  desconocida plaga  atacaba.  El llamado al centro de  planificación  fue inmediato,  necesitaba ideas  acerca  de lo que sucedía,  sus  subalternos podrían ser de gran ayuda.

Harper de inmediato  se despidió de su amiga Jolie , diminutivo   cariñoso con el que solía llamarle.

Bunnie  dejó de jugar en línea, con rostro hastiado  se dirigió  a la reunión,  Carpenter  apartó  a un lado el nuevo diseño del dispositivo para detectar  Espectros, pues estos tenían la habilidad de ser invisibles  durante periodos   a lo largo  del día, lo que impediría estar atentos ante su ataque,  Waiti metió al horno su famoso pastel de manzana y canela,  sería un buen postre para   acompañar la sopa de patata  que había preparado, olisqueó  el pastel antes de meterlo al horno, la canela era su especia favorita,  y si no fuese porque los chicos eran algo quisquillosos todas sus comidas llevarían  una pizca de canela.

Las dudas de su comandante fueron expuestas de inmediato.

— Qué tal si capturamos  a uno de los espectros y  le  torturamos hasta sacar la información que posean, eh?  Dijo Bunnie

— Oye,  somos un  equipo  especial de  protección,  captura y  tortura no están incluidos en nuestros procedimientos…  arguyó  Harper algo molesto

— Bah,    cómo piensas que obtendremos información  de esos  espectros, invitándoles  a una cena , obsequiándoles  una canasta  gourmet,  ah,  tengo unas mejor idea,  mandemos  a nuestro chef  para que les prepare  postres que puedan endulzar sus   amargos corazones, Eh, eh, detén tu tren allí,  ¿Qué mosco te ha picado ?  Reclamó  Waiti con  fastidio.   Deja de escupir sarcasmo,  que yo no me meto contigo.

Carpenter les  observó un tanto  divertido,  aún se pregunta cómo Bunnie era parte  de  un equipo    exhaustivamente preparado por   la Ciudad  del Polo Norte,  bien no  debía dudar de los comandantes a cargo de la elección.

Aran les mira con  enfado.  Mientras golpeaba con fuerza la mesa para llamar su atención .

— No sé qué más  podría preocuparme,  una misión cuyo  objetivo  no tiene pies ni cabeza o ustedes . Existen demasiados agujeros en esta historia,  los puntos  no pueden ser conectados,  las preguntas  exceden  por  mucho a las respuestas,  no estoy de acuerdo con   Bunnie  respecto a sus métodos,  sin embargo creo que será necesario llevar a cabo una incursión a territorio enemigo,  esta noche  debemos prepararnos. Waiti  irás con nosotros,  serás nuestro vigía.

— Oye comandante,  iremos a una excursión  a la zona de los Espectros   durante las horas nocturnas, y pondremos a este oso   a cargo del   punto de alerta. ¿Deseas nuestra muerte acaso? Reclamó Bunnie

— No te preocupes, dijo Waiti  confiado,  llevaré a Bee,  es nuestra  oveja de la suerte,  nos  protegerá. Dijo con una sonrisa.

— Eh, oso  de la realeza, tengo una pregunta para ti,  ¿Esa cosa  nos va a dar buena suerte?  ¡Estamos a kilómetros  de nuestros hogares,  a  dos semanas de la navidad,  enfrentaremos  las tormentas de nieve y el frío polar  pronto,   el bosque de   los caramelos y bastones   tiene una horrible plaga,  esta noche llegaremos  a la zona de los espectros   a buscar respuestas,  y  te jactas de tu  oveja de la suerte,  qué clase de suerte es esa!  Deberías de deshacerte de esa brujería le dijo, mientras intenta  arrancarle  a Be del cuello a  su  compañero.

Aran  detuvo   de inmediato  la pelea.

— Tienes demasiada energía para repartir Bunnie, liderarás   al  equipo  esta noche.  Espero  que tengas la misma energía   cuando  un  Espectro   intente  atacarte.

He terminado la reunión,  dijo Aran  con seriedad,  Carpenter te necesito,  quiero probar el dispositivo del que me hablaste.

En tanto  Bunnie  y  Waiti se miraban  con recelo. No perdonará  que su compañero amenace  a su  amiguito.  Se   mantendrá lejos  del  fastidioso  soldado.

La  oscura noche  dió lugar a  un  ambiente propicio para el grupo,  sus trajes de camuflaje nocturno fueron  los adecuados  para  avanzar sin ser notados ,  uno de los espectros  rondaba por el sitio,  su aspecto fantasmal   era impresionante,  su  figura de gran altura emitía  un  resplandor blanquecino, por lo que se llega a  detectar   un aura  malévola en ellos.

Las trampas de energía fueron colocadas,  tendrían segundos antes de que el ente pudiera escapar,  una de ellas a pocos metros de Harper  fue activada, el ser  desapareció,   el dispositivo de  energía marcaba que un elemento había sido  contenido en su interior,  Carpenter se acercó con el   detector de espectros,  y  disparando  una luz hacia él pudo  configurar su forma de nuevo.

Aran se acercó y preguntó  con firmeza:

— ¿Qué sabe tu tribu acerca de lo que sucede con el  robo del Báculo Mágico?  Fue  alguno de ustedes, si es  así deben entregarle de inmediato, no tomaremos represalias,  solo deseamos que la navidad   se lleve a cabo sin  retrasos.

Una risa  malévola salió del  espectro.

  — ¿Creen que nosotros hemos tenido algo que ver con ello?  Siento desilusionarles,  tenemos nuestros propios problemas,  nuestra  energía primordial   se ha visto disgregada, la aurora boreal que nos permite acceder a su  poder   ha disminuido,  he  escuchado   que el territorio de los tigres de la nieve   sufre  los estragos  del  hambre,   las cosechas de algodón de azúcar, los arbustos  de caramelo y miel  han sido dañados por una  terrible plaga   negra  que ya ha llegado  hasta  aquí. ¿Para qué diablos  robaríamos  su   fuente del Espíritu de la Navidad? Desde la  batalla primigenia  decidimos no intervenir con la  Ciudad del Polo Norte.

—  ¿ Debemos creerles?  Dijo Bunnie mientras apunta  su arma hacia el ente.

— Solo pregunten a las Brujas Blancas por el Libro de los Secretos,  nadie intenta engañarles,  pero por lo visto no han sido informados de la verdad.  Es hora de que lo hagan…  será divertido  descubrir quién está  tras  todo este complot  para   acabar con la época navideña. Advirtió el espectro.

—¿Qué hacemos con él,  jefe,  lo torturamos para sacarle la verdad?  Preguntó  Bunnie  malencarado.

— Acaso tu infancia no fue buena,  por qué intentas resolver todo con  violencia…  espetó Harper.

— Hablo el hada  encantadora ¿ crees que nos ha dicho la verdad?  Niña ingenua.  Respondió Bunnie de forma  burlona.

— A quién llamas nena,  eh,  quieres que  de tu boca no vuelva a salir una palabra, le amenazó Harper   en tanto caminaba  hacia él.

El  espectro rió con fuerza de nuevo,  dirigiéndose a Aran.

— ¿Este es el   comando especial que  logrará poner la nochebuena a salvo? Parece que el viejo Santa envejece demasiado rápido.

Aran ordenó  que fuese liberado, mientras   contemplaba  molesto al resto del equipo.  La  disciplina  había volado en trozos en su grupo de   alfas,  suspira con desánimo,  quizás solo estaba cansado de liderar  tantas batallas en pos de que los niños humanos  disfrutasen de la inocencia y el encanto del espíritu navideño. Quizás era hora de  retirarse,   le  dolía  admitir que cada época  era más difícil  convencer a los humanos  de  someterse  ante una fuerza  tan poderosa como lo era el amor universal.

Volvieron algo  desalentados  al  campamento,  al  día siguiente tomarían   el camino  hacia la aldea  de las Brujas Blancas,  su última esperanza para  acabar con aquel  acertijo  en el  que se había convertido su búsqueda del Santo Grial  navideño.

La tarde  fue bañada de un tenue color naranja, la advertencia de que ingresaban a territorio vedado,  Harper estaba   algo nervioso,  de pronto  un mensaje fue enviado a sus comunicadores, la Reina Fad  reclamaba la incursión a su territorio y amenaza  en convertirles en estatuas  en hielo para su jardín de nieve, el mensaje era claro,  Aran respondió  que  respetarán   el llamado,  no  sin antes   unas preguntas a su majestad.  

Ella apareció ante el vehículo del grupo en medio de una   tormenta de pequeños y  hermosos cristales de hielo, la apariencia de la bruja de  nieve era   imponente,  su belleza  clásica  los hizo  suspirar,    el azul intenso  en sus ojos,  la piel  cobriza,  sus largos cabellos blancos,  Harper observó con detenimiento,  era la vivida imagen de su amiga,   cuando  ella alcanzara  su  madurez sería  similar a la bella reina,  el anhelo en su corazón  se  disparó.
La Reina    habló   en tanto  miraba a Aran:

—Tienes demasiadas preguntas, tu corazón ha cambiado amigo,  tu confianza ha sido menguada,  tus respuestas   están  dentro  del Corazón de Diamante,  es el lugar donde yacen los Espíritus Primordiales  que dieron inicio  a nuestros mundos,  el mapa    para guiarte  estará en tu  equipo   de  exploración,  te deseo suerte,  tú y tus amigos  enfrentarán la máxima de las pruebas,  encontrarás lo que buscas allí,  lo garantizo.  Luego miró  a Harper  y con determinación emitió la siguiente orden:

— Aléjate de mi hija,  de lo contrario  te convertiré  en un recuerdo,  desapareciendo  entre la tormenta de  nieve que la había traído.

Los demás miraron a Harper con curiosidad ¿ Qué significaba dicha amenaza?  El  escabulló su mirada,  ningún riesgo  haría que sus sentimientos hacia su amiga    sufriesen algún cambio.  Dirigiéndose hacia el  vehículo encontraron la  dirección exacta   del Corazón de Diamante,  una   antigua mina,  cercana al territorio de los Tigres de la Nieve.  Hacia allá se dirigían,  al menos tardarían tres días de camino,  dunas de nieve reinaban el paisaje,  las montañas  alrededor lucían oquedades,    que eran  muchas veces tomadas por los tigres como sus hogares.

Estos  fueron   confinados a ese sitio, por los ataques  a las manadas de renos,  no se alimentan  de ellos,   pero combatían por  su  voraz apetito por los brotes de  los  árboles de dulces  y su   adicción hacia  las plantas de algodón de azúcar  por lo que   sus enfrentamientos territoriales eran  reconocidos  por la seguridad de  la Ciudad Norte,  y es que a su pesar los renos migran   a través de todo  el territorio del polo,  no  podrían de ninguna manera controlar su población ya que cada  tres mil renos era   dado a luz  un reno mágico,  saber de antemano cual hembra   daría a luz uno de ellos no era  fácil,  por lo que Madre Naturaleza  era  la  encargada  del delicado  ciclo,   después  de su nacimiento eran trasladados a los establos reales donde  iniciarán  su  entrenamiento  para conducir  el trineo de su  Señor  de Barba Blanca.  

 La solución fue simple, un río  de aguas   termales que impedía que se congelase, fue la frontera natural para  aquellos enemigos,  cruzar sería fácil para el vehículo   que disponía  de   equipo anfibio. Pequeños peces de colores poblaban sus aguas,  en cuanto cruzaron  los rugidos de los enormes tigres  surcaron el aire, no deseaban enfrentamientos, la velocidad de su transporte aumentó, ni siquiera   se detuvieron a descansar,  sus horarios  apenas les permitían  comer y descansar algunas horas,  la entrada a las míticas minas  fue avistada al  amanecer.   La orden fue dada por Aran,  dejarían el vehículo   fuera del  lugar, ingresarían con el equipo adecuado,  antes de hacerlo un grupo de tigres blancos les  impidió el paso.

—  Nadie puede  entrar,  las minas se encuentran dentro de nuestro territorio,  el tratado con Ciudad Norte lo estipula de esa manera,  si el  pacto es roto  podemos tomar sus vidas.  Dijo el tigre blanco  más  grande y fiero  del grupo,  Bunnie  dedujo por su apariencia y autoridad que era el famoso rey   Jura,  reconocido por su fuerza y fiereza.

— Aran    le  relató   la necesidad  de su ingreso: Debemos encontrar el Báculo Mágico,  fue  sustraído de nuestras  bóveda de seguridad.

— ¿Me  engañas acaso?  Te refieres a la bóveda donde yacen las esferas mágicas,  eso no es posible,  dijo mientras se separaba de sus  subalternos y  caminaba  imponente dando vueltas alrededor  del equipo de los  guardianes.  Intentas decirme que el viejo barbón  les envió a esta misión suicida,  ahh, nunca creí  que su majestad tuviese  esa predisposición  al  engaño y los trucos sucios…  interesante,  replicó mientras ronroneaba  de manera amenazante. Bien, si su  Señor les envía a su propia muerte no hay nada que pueda hacer,  buena suerte, dijo  riendo  con sarcasmo,  la necesitarán.

El equipo se mira en silencio,  las dudas  empiezan  a aflorar,  qué diablos era todo aquello,  parecía  que la gente alrededor sabía   más  de los que ellos  suponían,  fueron enviados  a una misión que era de todo menos secreta por lo visto.

— Oigan amigos, tengo una extraña sensación en mi estómago,  temo que  esta  misión secreta  solo guarda el secreto   para nosotros,  creo que es demasiada casualidad que el espectro y  este Rey  de los tigres blancos se rieran  de nosotros de esa manera. Es como si  todos supieran de qué se trata esto   a excepción de nosotros.  Eso me da mala vibra. Dijo  Bunnie.

— Por primera vez en mi vida estoy  de acuerdo  contigo, dijo Carpenter.

—  Lo mismo digo,  apuntó Harper,  esto  se está convirtiendo  en un  juego del gato y el ratón,  todo esto me da mala espina.

Aran solo observa hacia la entrada de las minas con curiosidad. Un reto singular   es   lanzado  ante ellos,    al parecer sus vidas  se encontrarán  en riesgo,  dió  al pequeño oso  la orden de que los esperase dentro del vehículo,  este lo  contempla  de forma retadora.

— Deja de  menospreciarme,  puedo ser de utilidad afirmó  mientras cargaba  en sus espaldas las raciones de alimentos  militares y algunos bastones de caramelos de menta,  quizás  ocuparan  de energía extra.

— Disculpa,  tienes razón,  durante todas nuestras misiones has sido  eficiente,  somos un equipo, formemos el círculo  de victoria. 

 Todos se reunieron alrededor,   colocaron su mano derecha  una sobre otra   hacia el centro  del grupo y ante el grito  de LA VICTORIA ES NUESTRA, levantaron   sus brazos al cielo pidiendo protección.

Dentro de su oficina  Santa les  contempla,  se muestra  preocupado,  su  Primer  Asistente le pregunta si desea una jarra de chocolate caliente.  

— Si,  necesito calmar mis ánimos,  la verdadera prueba para el equipo ha comenzado.  Dijo  con voz  misteriosa.
La entrada  poseía dos enormes columnas  que sostienen  un dintel  donde en letras griegas se lee La Esperanza es la   Fuerza Eterna  ,  las pulidas paredes de hielo semejaban un espejo donde  el  equipo  fue reflejado, Harper nota  como las imágenes reflejadas   se movían  a su antojo  para desaparecer  después,  incluso  sus  sombras   fueron sustraídas   respondiendo  a un  extraño sortilegio. Aran observa con detenimiento,  se enfrentaban  a una  ancestral magia proveniente de la genealogía de los Maestros Blancos,  hacía mucho tiempo había dejado de creer en los encantamientos provenientes de la Ciudad del Norte.

El explorador les guiaba hacia  el  salón de los Viejos Maestros,  con resquemor en cada paso dado  su instinto  estaba en máxima alerta, era preferible enfrentarse a 100  espectros  o igual cantidad de tigres blancos, incluso las brujas   serían menos peligrosas  que la magia  que residía  en cada uno de estos Maestros. Un enorme salón les recibió,  las  sillas  con sus altos respaldos   lucían pequeñas  en comparación a quienes  estaban sentados frente a ellos. Con ropas blancas,  y  una túnica que cruzaba su pecho de color  bermellón  su aspecto adusto  era  intimidante.

— Bienvenidos,  escucharon una voz  amable.  Es hora de permitirles el ingreso  al portal de las Esencias,  espero que puedan encontrar sus respuestas.  Y diciendo  estas palabras señalaron hacia una de las paredes  cuyo  relieve era el de miles de copos de nieve  que presentaban    un   diseño gráfico espectacular.  Una  espesa niebla emana del frío suelo,  una puerta se abría ante ellos,  era hora de ingresar.

Un viento  helado  caló en sus huesos,  caminaron en  silencio, guiados por un  sendero de piedra  gris,  no lejos  el instinto   guerrero de Aran recibía   una alerta,  el espectro frente a ellos les  observa  en silencio,  Carpenter   contempla  su  detector  de  seres espectrales,  era extraño ,  no  detectó    aquella fantasmal presencia. Bunnie  sacó su arma  de  polvos picantes y  disparó  sin  dudar sobre el ser. Este desapareció emitiendo una queja de dolor.  Harper   se detuvo,  un  precipicio  colosal  les impedía continuar,  escucharon un ruido tras ellos,   cientos de   agujas de hielo se dirigen  a ellos,  el lugar era una completa trampa,  Aran  activo el escudo de defensa para el grupo,  Carpenter   logró   encender el nuevo aditamento en sus botas militares,  podrían  sostenerse en el aire por algunos minutos,  se lanzaron al precipicio, hallarían  la respuestas  costare lo que costare,  apenas lograron llegar  a la orilla  contraria.  Las agujas de hielo continuaban siendo disparadas desde las  brillantes y frías paredes.   Corrieron hasta sentirse a salvo,   una   gigantesca  gruta  les recibía  repleta de  antiguos tesoros,   admirando   en silencio la belleza de  las piezas enmarcadas en oro y diamantes,   huesos  blanquecinos  parecen  desperdigados por el sitio.  Harper dio un aullido de dolor, una flecha  fue clavada en su espalda,  mientras cae al suelo grita alertando a sus compañeros.  Aran intenta llegar a  él,  no lejos lo que parecía una esclusa dentro del  recinto   les    resulta esperanzadora,  podrían escapar de las flechas enemigas por aquel  pequeño agujero.

Arrastrando a   su compañero  logran  huir  de la lluvia de flechas,  el chico sangra profusamente,  Bunnie busca en su equipo personal   el  pequeño atado con una cruz roja  que  proveía  unos cuantos medicamentos de emergencia,  coloca  el polvo antiséptico en la herida  de  su compañero,  La punta de la flecha  había  perforado   los músculos,  sería difícil de extraer,  sobre todo porque el plumón  de ave que la adornaba  respondía  a la  característica  distintiva de los Osos  de Nieve,  especie  que  según datos antigüos  había desaparecido  del Polo Norte,  reconocidos  como  guerreros cuyas  flechas  contenían un poderoso  veneno,  su forma diamantina en la punta de estas  hacían  imposible su extracción.  Aran se sintió culpable,  era el líder y no pudo prever  esta  ominosa  trampa. Bunnie  contempla  ansioso como Harper  comienza   a mostrar sendos moretones por todo su cuerpo.  La  magia contenida  en  las  armas disparadas  era el reflejo  de  que incluso en aquel  paraíso  el  mal lograba lucir  su  desagradable rostro.  Waiti observaba en silencio, de pronto  sacó   a Be de su resguardo,  todos le miraron  sorprendidos, el oso hizo su  invocación: Alebriges  mágicos,  espero  su ayuda.

Al momento la  pequeña mascota de  Waiti  explota en miles de colores que se reflejaron en las  pulidas paredes de hielo,  un  enorme ser mágico  en forma de tigre    apareció  ante ellos,  sin decir nada se introdujo en el cuerpo del herido,  el   impresionante  encantamiento  aparecía frente a ellos,  seres  protectores tomaban   el cuerpo de su amigo,  la punta de la flecha apareció en  el hocico del ser mágico,  que  la dejó caer  al  suelo,  se inclinó  haciendo una reverencia  ante los guerreros  y desapareció   dentro de Be.  El grupo no podía  creer lo sucedido,  al mirar a Harper levantarse e indicar que se sentía  muy  bien  le  abrazaron  con fuerza,  nunca antes en ninguna de las misiones uno de ellos   había puesto su vida en peligro.  Por primera vez en sus largas  existencias  agradecieron  el  seguir siendo aquel bizarro grupo de guardianes.  Su  camino  continuaba,   hasta llegar a  un salón de apariencia  desolada,  Aran  fue el primero en ingresar  al lugar,  dentro de éste un atrio  de hielo  lucía impresionante,  donde  un enorme libro con  sus hojas abiertas parece esperarle.  Un ligero viento   voltea las páginas en cuanto la totalidad del grupo ingresa.Una voz cristalina salió del libro:

Bienvenidos, es hora de que conozcan su propia verdad, uno a uno deben colocar sus manos sobre las páginas que les indicare, es hora de hallar su fuerza primigenia.  

Aran fue el primero en dirigirse al atrio y colocar sus manos sobre las páginas  indicadas,  como  líder era su deber.  Los símbolos y letras en   latín tomaron  su mano  como si  quisiesen   formar parte de su cuerpo,  dentro de su piel, de su mente,  los segundos se convirtieron en  minutos,  los minutos en horas,  se vio arrastrado  a su niñez,  disfrutando las navidades con todo  su ser,  compartiendo con su  familia y amigos,  su corazón explotaba a cada segundo inmerso dentro de la magia de la navidad.  Por años  esa cálida sensación crecía  sin  límites,  sin embargo los últimos años  ya no  se sentía de la misma manera,  cada vez era más difícil encontrar el verdadero sentido de las  fiestas,  los árboles, las cenas, los  juguetes, la nieve, el frío que acuña esa época se perdía en un mundo   frío y desconcertante,  incluso los niños   desarrollaban un  tipo de  actitud  distante  de la magia que debía envolver sus corazones,  cada vez  era más difícil  mantener  la edad para que los pequeños pudieran  disfrutar de las navidades.  Sin saberlo   todo aquello minaba su fe. Se había convertido en un guerrero que defendía  algo  en lo que  ya  no creía.  Sus cavilaciones dieron paso a su desánimo,   se preguntaba  si  sería necesario  intentar con el Báculo  llevar  la esencia  de la navidad fuera de su reino.  Si no sería mejor  olvidar el mundo mortal  y enfocarse en vivir una vida plácida y tranquila.  La magia navideña solo existiría dentro de la Ciudad Polar del Norte, el resto  olvidaría esa época  sin siquiera dudarlo.  Su corazón  exhalaba una  oscura niebla que se fue apoderando de sus sentidos.

Harper  observó a su   alrededor,  era un  soldado ingenuo, obediente,  sin cuestionar  sus enseñanzas, pese a ello  ese día en particular  la tristeza inundaba su corazón.  Su  ser no  encontraba un sano equilibrio  en ser tan cándido o convertirse en alguien tan aprehensivo que  no  disfrutara  de las cosas pequeñas de la vida.  Se sentó sobre el suelo  y tomando la posición clásica de yoga intenta encontrar al menos una respuesta para  sus dudas.  ¿Cómo encontraría el adecuado equilibrio  entre  ambos mundos?

Bunnie  observó con detenimiento su  infancia en casa de sus amorosos padres y a pesar que su padre  fuese considerado  un  odioso ogro  nunca sufrió de carencias en su hogar,  reconocía que su  progenitor   era de esa manera y lo aceptó con gentileza, hasta   que éste murió.  Lamentó  haber lastimado a sus amigos con  odiosas palabras, jurándose a sí mismo  que nunca  más   lo haría.

Carpenter  había relegado  los instintos  por sobre la  tecnología que contenía la promesa de solucionar todo problema,  pero ante la herida de Harper solo pudo orar y observar como el  mítico ser  con forma de  tigre  salvaba a su compañero. La magia en nuestras vidas era  algo imprescindible. 

En este recuento  el único al parecer que no fue afectado fue Waiti,  su esencia era demasiado simple para ocultar    dobleces en  ella,  amaba realmente   la navidad,  amaba   Ciudad Norte,  tenía profundos afectos y lealtad   hacia  sus amigos y compañeros de equipo,  jamás tendría la menor duda de que este mundo era  mejor  con la navidad   en él…

El  libro  hacía honor a su nombre como el Libro de la Verdad, en ese momento los  guerreros  sucumbieron ante sus profundos temores,  a sus  dudas,  no quedaba nada en su esencia primordial que no fuese  contemplado por ellos mismos.  Ahora deberían encontrar la solución al problema.  Retomaron  el camino de salida,  el Báculo no estaba en el sitio.  Aran sonrió,  se hallaba  en un sitio  más profundo de lo esperado.   Esta vez  se encuentra seguro de hallarle para que la navidad  resplandezca  con fuerza.


Al salir de las Minas de Diamante,  retomaron de nuevo la investigación,  analizaron los hechos uno a uno,  encontraron pronto la respuesta,  se dirigieron a Ciudad  Norte,  las tormentas  de nieve caerían  pronto y les haría difícil el camino de regreso,  agradecieron el tener aliados  que les  guiaron hacia la respuesta. 

Varios días después el grupo tenía una reunión con Santa para  informar  sus descubrimientos y donde   sería hallado el Báculo. Aran miro  retadoramente  al Jefe Santa:

— Estás   repleto de trucos, viejo,  contempla por ti mismo  el resultado de  nuestra investigación,  el   sujeto que robó el Báculo de la Esperanza  se halla  frente a  mi, tomando una enorme jarra de chocolate endulzada  con caramelo,  acaso me equivoco, preguntó señalando a Santa.

— Ningún plan es infalible,  es cierto, les engañé, necesitaba   tener   a mi equipo listo   para las navidades,  pero  al enviarles a  revisión médica descubrí  a mi pesar  que  mis guardias   de confianza no tenían   ningún interés  por la  época  mágica  que se avecinaba,  planee  poner  las cosas interesantes. Bunnie intervino  molesto:

— Tanto esfuerzo para nada,  jamás creí  que un santo pudiese estar tan lleno de malicia,  qué caray, de todas maneras tengo una pregunta para  ustedes. ¿ Dónde diablos se halla el  Báculo de la Esperanza?

— Se lo dices tú o se lo digo yo, preguntó Santa a Aran.

— El orden de los factores no  incidirá   en el resultado,  el  Báculo es un contenedor de energía,  un recipiente para  la magia  de la navidad.  Sin embargo  dicha energía desaparecía  en el mundo real a pasos agigantados, por lo que en cuanto mis mejores hombres presentaron los síntomas que noté  antes, fue necesario tomar cartas en el asunto.   Necesitaba que recuperasen  el  aliento primordial de la Magia  Navideña, y al parecer lo lograron. Respondió  Santa .

— De nuevo retomo la pregunta, dijo  Harper¿  Donde está el Báculo?

— No comas ansias chico,  te lo diré pronto,  dijo Santa  con una sonrisa.

— Creo que sé la respuesta, observó Carpenter. El   Báculo nunca abandonó  Ciudad Norte.

  Santa  reapareció  con el brillante Báculo de Cristal,  luego  observó el grupo  con mirada pícara. 

— Es hora de que   devuelvan lo hallado  dijo  de forma enigmática, dirigiendo el  artefacto mágico a cada uno de ellos.  En un  segundo la energía  de los chicos era guiada hasta  él.  Lentamente  fue recuperado el místico  encanto que rodeaba  esta época,  repleto  el aparato  emitía incesantes destellos de luz.

— La magia reside en cada uno de nosotros, inmutable,  ajena  a lo que ocurre alrededor,  su única debilidad reside  en que no puede combatir  lo que se genera desde  dentro.  Hoy, damos la bienvenida a una nueva era,    en la cual recordar la dulce sonrisa  de un familiar o un  leal amigo nos llena  de buenos  momentos,  ah, por cierto,  Waiti recibirá la Cruz de Honor,  fue el único  que permaneció incólume  ante la desesperanza. No podemos darnos por vencidos  de ninguna manera,  el mal no descansa.  Cada uno de nosotros debe combatirle,  me siento orgulloso de ustedes.  Recuerden  nunca debemos darnos por vencidos,  no importan los retos,  la tristeza, el dolor,  son parte del  entorno  en nuestras vidas, pero debes recordar con  toda la fuerza del corazón  las Sagradas Palabras  de Ciudad Norte:

 TODO PASARA,  MANTENTE FUERTE,  TODO  SERÁ  UN LEVE RECUERDO,  PORQUE ES LA MANERA EN QUE LOS  HUMANOS  PODEMOS  SUPERAR  NUESTRO DESTINO.
FELIZ  NAVIDAD, NUNCA  OLVIDEN SOÑAR.  HO HO HO.



FIN

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